Después de transcurrida la primera semana de clases, los sindicatos de la educación continúan denunciando un inicio de cursos “caótico” e “improvisación” de las autoridades. En el caso de la educación media, la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) sigue planteando que existe un “recorte” de grupos, pero ha agregado otros temas, como que sigue sin funcionar el portafolio digital docente, donde los profesores pasan lista y registran la actuación de los estudiantes. En suma, el sindicato habla de que en algunas partes del país funcionan grupos de hasta 50 estudiantes y que en algunos liceos distintas orientaciones comparten la misma clase.

Camila Menchaca, integrante de la comisión directiva de la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES) de Montevideo, desarrolló a la diaria que el “caos” se debe a que, a pesar de que hace una semana del inicio de cursos, hay liceos “donde todavía no se pudieron terminar de articular los horarios, porque las distintas inspecciones generaron pautas diferenciadas en los horarios”. Según detalló, eso se debe a que con la llamada Transformación Curricular Integral “las asignaturas tienen distinta cantidad de carga horaria” con relación a lo que ocurría en 2022.

Como consecuencia, aseguró que “ha habido una catarata de renuncias” debido a que “no se pudo articular los horarios, algo que lesiona por completo los derechos de los trabajadores”. En este marco, dijo que desde el sindicato exigen a Secundaria “que dé un poco más de tiempo, porque están planteando que se envíen los horarios institucionales, o sea, los de cada uno de los docentes”. Sin embargo, consideró que en una semana “es imposible poder hacer los arreglos de los horarios que son necesarios para que los profesores no renuncien”, más aún “en función de la tardanza que hubo en la elección de horas de varias asignaturas”. Debido a la “catarata de renuncias”, Menchaca adelantó que se va a generar “un montón de vacantes”.

Por otro lado, informó que desde Secundaria “están planteando en forma muy insistente el desarrollo de pruebas diagnósticas” y el envío de la información que de ellas se desprende. Sin embargo, para la dirigente “es imposible poder desarrollar las pruebas diagnósticas en la primera semana de clase”, lo que en parte tiene que ver con que “los grupos todavía no están completos” y que, en simultáneo, “está caído el portafolio docente”.

80 grupos por crearse en UTU

En el caso de la Asociación de Funcionarios de UTU (Afutu), este fin de semana el Consejo Federal del sindicato emitió una resolución en la que plantea que existieron “graves problemas” con las preinscripciones, ya que constataron “estudiantes sin grupo o estudiantes inscriptos en varias escuelas o varios grupos”. También afirman que hay “grupos superpoblados que no se dividen”, ya que se “especula” con el abandono estudiantil.

Por su parte, Afutu denuncia “irregularidades permanentes” en el proceso de elección de horas en la Dirección General de Educación Técnico-Profesional (DGETP), entre las que nombran la variedad de modalidades elegidas entre la presencialidad, la virtualidad o en forma mixta. También plantearon que en muchos casos UTU no cumplió con el plazo de 48 horas previas al acto eleccionario para publicar los grupos que están vacantes, o que se realizaron actualizaciones posteriores a la publicación. Además, el sindicato denuncia que en muchos casos se omitió informar día, hora y lugar de la realización de las elecciones de horas virtuales y tampoco se ha permitido la presencia de veedores sindicales, algo que está definido por reglamento. Si bien existen vías formales para hacer este tipo de planteos y pedir que sean considerados, Afutu afirma que los reclamos por irregularidades no son atendidos en tiempo y forma.

Otro de los puntos denunciados por el sindicato es que en distintas escuelas técnicas hay muchos estudiantes en listas de espera. En diálogo con la diaria, Alicia Piñeiro, vocera de Afutu Montevideo, dijo que en el caso de la capital hay grupos para ser abiertos con 40 estudiantes en lista de espera, e incluso en la Escuela de Artes y Artesanías Pedro Figari esa cifra asciende a 100. La vocera señaló que sólo en Montevideo son 80 los grupos que aguardan por ser creados y que, como contracara, existen grupos superpoblados. Por ejemplo, mencionó que en el Instituto Tecnológico Superior hay clases con 70 estudiantes. En suma, dijo que en el caso de UTU es algo nuevo que se esté pidiendo a profesores de cursos más enfocados a lo teórico que junten dos grupos y den clase a diferentes orientaciones.

Según Piñeiro, el de 2023 es el inicio de cursos más caótico e improvisado de los últimos años y como otro ejemplo planteó que muchos docentes todavía no saben cómo deben evaluar a sus estudiantes. Si bien dijo que este sábado habrá una sala docente obligatoria para abordar la implementación de los cambios curriculares, muchas escuelas técnicas todavía no tienen la figura del mentor, que será el encargado de supervisar y orientar la aplicación de la reforma. Sobre este tema mencionó que, a diferencia de Secundaria, en UTU sí empezó a aplicarse la reforma curricular en bachillerato, pero muchos de los cursos no tienen aún programa aprobado. Esto hace particularmente difícil el trámite de reválidas de estudiantes del plan anterior, que no tienen claro qué materias deben sí o sí cursar ahora.

Conflicto resuelto

El Centro de Estudiantes de la Escuela Marítima (Ceema) de UTU se declaró en conflicto porque no recibían una solución para acreditar cursos tras la ida de dos profesores a fines de 2022, uno por jubilación y otro por renuncia. Seǵun afirmó el Ceema, los docentes que finalizaron aseguran que “dejaron todas las notas de evaluaciones realizadas en el año en sus libretas correspondientes”. Sin embargo, al momento de retirar el boletín de fin de año, 60 estudiantes -30 “en condiciones de egresar”- no tenían las notas de las asignaturas en cuestión “porque la Dirección de la Escuela resolvió no tener en cuenta las notas correspondientes a la segunda mitad del año”.

El gremio narró que, si bien siguieron los pasos administrativos para denunciar la situación, no obtuvieron soluciones inmediatas. Posteriormente, un funcionario, a solicitud de la dirección, les comunicó que “todos los estudiantes afectados debían rendir examen o recursar las asignaturas en mención”. En suma, el Ceema señaló que le preguntaron al trabajador si podía enviarles “una copia escrita de dicha resolución y nos comentó que ni siquiera él la había visto ya que la dirección no accedería a mostrarla”. Los estudiantes se resisten a recursar las asignaturas y por esa misma razón tampoco se presentaron a los exámenes de diciembre y febrero. 

Por ese motivo habían definido ocupar el centro educativo este lunes, pero la medida se suspendió luego de que llegaron a un acuerdo con el titular de la DGETP, Juan Pereyra, con quien se reunieron en la tarde del lunes. Según informaron a la diaria desde el Ceema, lograron que se reviera la definición de la dirección y, por lo tanto, las notas que no habían sido tenidas en cuenta serán acreditadas.