Este lunes el salón gremial de los estudiantes del IAVA amaneció con un candado. No lo colocaron ni los estudiantes ni las auxiliares, por lo que tanto el estudiantado como los docentes del núcleo sindical interpretan que lo hizo Secundaria. Sumado a los diversos conflictos que han acontecido desde hace semanas con la dirección del liceo, la Inspección y Secundaria, por la directiva de que utilicen otro salón para las actividades gremiales, el Gremio Estudiantil del Liceo IAVA (GEI) decidió hacer una nueva sentada y un paro activo.

En un principio, había sido desde las 13.00 a las 14.30, pero debido a “la magnitud de encontrar cerrado” el salón, decidieron ampliarlo hasta cuando finaliza el turno vespertino, a las 20.00. “Ameritaba la medida porque es súper antidemocrático”, dijo a la diaria Gerónimo Sena, quien consideró que las razones se acrecientan al considerar que no les dieron un salón alternativo y que cerraron el salón gremial con “nuestras cosas del gremio adentro”.

Durante la jornada, los Gremios de Secundaria del Área Metropolitana se sumaron al paro activo y también realizaron distintas actividades dentro del liceo. Para Sena, la convocatoria conjunta “refleja la tremenda unidad que hay entre los movimientos”.

“Reclamar nuestro salón y dejar en claro que es nuestro, del estudiantado, y que encontramos irreverente que nos lo cerraran y que se discuta la autonomía y la independencia de un salón gremial”, resumió Zoe Martínez, vocera del gremio estudiantil, sobre la principal razón para las medidas tomadas. A su vez, destacó que “no es el primer acto de censura” hacia los gremios estudiantiles.

Según la estudiante, la colocación del candado es vista como que Secundaria “tomó el salón y que va a quedar en esa”, pero aseguró que el gremio no permitirá que eso suceda. “Vamos a proceder”, sentenció. Y de hecho, así fue: durante la sentada, los estudiantes abrieron el candado con un martillo y “un pedazo de mueble” que tenían, con la idea de comprar un nuevo candado y que esta vez la llave quede en las manos del gremio hasta la próxima instancia de reunión, en la que evaluarán cómo proseguir. “El salón es nuestro y entendemos que ellos también nos rompieron el candado”, resumió.

A lo largo del conflicto, Martínez aseguró que han tenido “un apoyo total del núcleo sindical” de la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES); “han brindado mucho apoyo”, describió. Por otro lado, narró que los docentes también “encuentran irreverente” que les hayan quitado el salón gremial, justamente porque “también militaron de jóvenes y saben de su importancia”. Otro punto de encuentro son los “actos de censura”: “Se les ha sacado pancartas e Inspección tampoco les dio chance de hablar”, aseguró.

Medidas docentes

Paralelamente, los docentes del liceo agremiados en ADES Montevideo hicieron una asamblea a las 13.30 para evaluar futuras estrategias y luego, “improvisadamente”, se reunieron con el representante docente en el Consejo Directivo Central, Julián Mazzoni, y con el consejero político, Juan Gabito. 

Desde el jueves el núcleo se encuentra en conflicto y en asamblea permanente. Una de las docentes declaró a la diaria que este miércoles pretenden “salir a todos los organismos de derechos humanos con material informativo” sobre los distintos hechos que han acontecido en el liceo y que se engloban en “una persecución gremial”. La Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH), Amnistía Internacional y el Servicio Paz y Justicia son las organizaciones elegidas hasta el momento, aunque evalúan también denunciar lo ocurrido ante la Comisión de Educación y Cultura del Senado. 

Puntualmente, son dos las situaciones que pondrán sobre la mesa: por un lado, que “no hay ningún motivo para sacar” el salón gremial y que el argumento de que se hace por accesibilidad “es una mentira”. Por otro lado, que es “una falta a la verdad” la carta que llegó de la Dirección General de Educación Secundaria durante las protestas, en la que se solicitaba el desalojo del centro ante una supuesta ocupación realizada por estudiantes y docentes y se afirmaba que las inspectoras y la subdirectora del liceo estaban “encerradas en un salón, sin acceso al baño”, y que se tuvo que llamar a la emergencia médica para dos de ellas.

La docente sostiene que “son gestos simbólicos de que no quieren gremios porque el año que viene se viene la reforma de Bachillerato, que va a implicar mayor autoridad, menos diálogo y vulneración de derechos”. Hasta el momento, aseguró que la negociación por una resolución “está en punto cero”.