Eran casi 30 padres, madres, familiares, vecinos y adultos referentes que, movilizados a las 11.00 en el hall del liceo Dámaso Antonio Larrañaga, querían tener una reunión con las autoridades del centro educativo. El motivo: los recientes hechos de violencia que conmocionaron a todos los involucrados y que, hasta el momento, no han tenido respuesta de Secundaria.

En un principio, el director dijo que sólo recibiría a dos personas, pero las familias no cedieron y finalmente tuvieron una instancia de diálogo en el salón de proyecciones durante dos horas y media, en la que también estuvieron presentes dos subdirectoras, la inspectora y una adscripta. Mientras tanto, en la planta baja un técnico terminaba de derrumbar uno de los vidrios que fueron cascoteados el jueves pasado, para colocar uno nuevo.

“A los padres nos venden un mundo de colores que no es” y al estudiantado “lo ningunean”, aseguró a la diaria una de las madres presentes, luego de finalizada la reunión. Según manifestó, se requieren “respuestas claras” ante “situaciones claras” como los hechos del jueves, pero no fue precisamente lo que se desprendió en esa instancia.

Álvaro Gómez, padre de una de las estudiantes del Dámaso, narró a este medio que quedaron “muy preocupados” porque no hubo respuesta ni comunicación por parte de las autoridades luego del episodio. A su vez, resaltó que aunque asisten 2.200 estudiantes, el liceo no cuenta con un equipo multidisciplinario. Cecilia Correa, también madre de una estudiante, dijo a la diaria que uno de los puntos tratados fue cómo se desencadenaron los hechos del jueves, porque no estaban claros y, por otro lado, los padres plantearon la necesidad de más recursos humanos en portería, ya que hasta el momento hay dos, uno en cada turno.

En ese marco, unánimemente manifestaron que no obtuvieron respuestas suficientes y aseguraron que nadie se hace cargo de dar una solución. Es por eso que acordaron tener una nueva reunión, con los mismos participantes, dentro de dos semanas.

A partir del encuentro y con intenciones de que el diálogo continúe, las familias crearon un grupo de Whatsapp que, según comentaron, pretenden que siga creciendo, pero no sólo con los adultos responsables del estudiantado del Dámaso, sino también con otros liceos que “están viviendo situaciones iguales o peores”. Si bien reconocen que por su rol tienen “ciertas limitaciones”, la idea es evaluar cómo organizarse y “ver qué podemos hacer con esto, porque también como padres podemos tomar medidas”.

En tanto, algunos estudiantes también ingresaron a la reunión. Dado el contexto, el gremio de estudiantes del centro educativo convocó a una asamblea estudiantil en pos de evaluar la medida de ocupación, no sólo debido de los hechos de violencia sucedidos, sino también “en protesta de la ausencia de las autoridades a nuestros pedidos, tanto viejos como actuales”, según manifestaron en su cuenta de Instagram.

La directora general de Secundaria, Jenifer Cherro, dijo el viernes que el organismo actuó de acuerdo con los protocolos vigentes y detalló que dispusieron el arreglo de los vidrios. En suma, indicó que “se llamó a la Policía” y en el caso del Dámaso se concretaron detenidos, pero ninguno es estudiante del liceo. De todas formas, dijo que Secundaria definió enviar a inspectores y técnicos del Departamento Integral del Estudiante para que “contengan” a la comunidad educativa.

Conflictos repetidos

Este mismo lunes, el núcleo sindical del liceo 41 de la Asociación de Docentes de Educación Secundaria de Montevideo emitió un comunicado en el que también denuncia situaciones de violencia, a las que calificaron de “gravedad extrema” y, según afirman, no se trata de hechos aislados, sino “que se vienen reiterando desde hace tiempo”. Por esta razón, los docentes sindicalizados se declararon en conflicto y exigen “una respuesta inmediata y global de las autoridades”.

Además de en el Dámaso, en los últimos días también hubo episodios de violencia en los liceos Bauzá y 65. En el caso de este último, la situación se desbordó y repercutió en el liceo contiguo, el 57, porque en las redes sociales se corrió el rumor de que iba a haber un tiroteo, por lo que muchos estudiantes no asistieron a clase. A su vez, en el 11 y el 72 existen problemas internos y, tanto en el 49 como en el 46 y en el Zorrilla hay problemas desde tiempo atrás.

Según difundió en su cuenta de Twitter el coordinador del Programa Integral de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Diego Sanjurjo, el lunes se reunió con Robert Silva y Virginia Cáceres, presidente y secretaria general del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública. El objetivo de la reunión fue abordar “nuevas formas de colaboración” para abordar la violencia entre jóvenes en centros educativos, y adelantó que “pronto habrá novedades” al respecto.