La Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) sostiene que “se impone reconocer” que el país vive una “emergencia educativa”. Según plantea una declaración pública de su Asamblea General de Delegados, ello se explica, por un lado, por una situación de “recorte presupuestal” que vive la educación pública, que hasta inicios de este año habían calculado de 151 millones de dólares.
En ese contexto, desde el sindicato entienden que las autoridades políticas de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) “concentran casi con exclusividad” la asignación de fondos presupuestales en la transformación educativa que promueven. Según apuntan, ello hace que en otras áreas de gestión se generen “problemas de sustentabilidad cada vez más agudos”. En particular, cuestionan a los jerarcas por realizar “gastos superfluos e innecesarios” en publicidad sobre los cambios propuestos.
Fenapes sostiene que, en el caso de Secundaria, se está registrando una disminución en la cantidad de grupos, lo que implica un aumento de la cantidad de estudiantes por grupo, al mismo tiempo que se da una baja en la cantidad de horas de apoyo y coordinación docente. Sumado a “la no creación de cargos”, plantean que todo ello genera una mayor dificultad para atender las demandas de los estudiantes y las familias en los centros educativos.
En suma, el sindicato sostiene que los estudiantes están expuestos a un importante grado de “violencia social” que hace que muchos no tengan “asegurado un derecho tan básico como la alimentación diaria”. Según agregan, ello “repercute en su salud mental sin que existan políticas activas desde el sistema para su debida atención”, lo que se ve agravado por “el retiro del territorio de políticas sociales a cargo de otros organismos” del Estado.
En materia edilicia, Fenapes asegura que muchos edificios educativos están deteriorados y que no existe un plan de obras que pueda revertir esa situación, “más allá de los engañosos anuncios que en esta materia, como en otras, se hacen como parte del marketing político que lleva adelante la actual administración”.
Por lo tanto, el sindicato de profesores reclama que la próxima Rendición de Cuentas, que será la última del actual período de gobierno, revierta “el actual proceso de recorte presupuestal”, para que los nuevos recursos se destinen a los reclamos que hasta ahora no fueron atendidos. En particular, piden que se atiendan “urgentemente” las demandas de los estudiantes en materia de salud mental y alimentación, que se revierta “el proceso de recortes en horas y grupos”, que se creen nuevos cargos y que se concrete “un plan de shock edilicio”.