Los representantes docentes en el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) plantearon públicamente su discrepancia con el pedido de partidas incrementales que realizó el organismo ante el Parlamento en el marco de la Rendición de Cuentas. Daysi Iglesias y Julián Mazzoni brindaron una conferencia de prensa este jueves en la que, si bien se mostraron de acuerdo con que la educación pública reciba más recursos, señalaron su desacuerdo con el destino de los 63 millones de dólares solicitados por la mayoría oficialista en el Codicen.
En particular, los consejeros docentes mostraron su desacuerdo con que más de 60% del monto pedido se destine a financiar la transformación curricular que está en marcha, a la que se oponen. Por ejemplo, Mazzoni cuestionó la generación de los cargos de mentores, que no están previstos en el estatuto docente de la ANEP, que cumplen la función de orientar y fiscalizar la aplicación de los cambios curriculares en la educación media. El Codicen definió pedir 312 millones de pesos para ese fin y otros 350 millones para encuentros docentes, que, según el consejero, serán “para convencer” a los profesionales de la educación sobre una reforma que ya fue rechazada a través de las Asambleas Técnico Docentes.
En cambio, los consejeros docentes reclamaron la necesidad de que los recursos incrementales vayan dirigidos a la creación y extensión horaria de auxiliares de servicio en las escuelas y a la conformación de equipos multidisciplinarios en la educación media, entre otros aspectos que son demandados por las comunidades educativas, según plantearon.
Iglesias y Mazzoni lamentaron que desde 2020 el organismo venga registrando una reducción de su presupuesto en términos reales, es decir, teniendo en cuenta la evolución del costo de vida. Según explicó Iglesias, la reducción del gasto operó a través de “dos vías”. Si bien dijo que si se miran los “valores corrientes se puede decir que se pusieron más recursos” en el sistema educativo, en lo que refiere “al valor de ese dinero, al gasto constante, ahí se redujo”. El análisis de los consejeros se basó en la rendición de cuentas entregada por la ANEP ante el Parlamento a fines del mes pasado y allí apreciaron una reducción de más de 3.000 millones de pesos si se comparan las distintas asignaciones y ejecuciones que hizo el organismo. “El gasto educativo tuvo un descenso, comparativamente con 2019”, detalló Iglesias, quien también advirtió que el Codicen sigue sin ejecutar unos 11 millones de dólares que le fueron otorgados en la Rendición de Cuentas del año pasado.
En números
Walter Fernández Val, integrante del equipo del consejero Mazzoni, efectuó una extensa presentación en la que mostró el fundamento de esas afirmaciones. Aunque señaló que en 2019 el presupuesto asignado a la ANEP fue de más de 72.000 millones de pesos y el año pasado esa cifra fue de casi 91.000 millones, explicó que es necesario tener en cuenta la inflación transcurrida en ese período. Por lo tanto, el presupuesto del organismo en 2019 equivaldría a más de 93.000 millones de pesos si se calculan los valores del año pasado. Pasando raya, ello implica una diferencia negativa de 2.300 millones de pesos.
En la misma línea que un informe elaborado por la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria y la cooperativa Comuna, Fernández Val señaló que esa diferencia empeora si se tiene en cuenta la ejecución de esos recursos que efectivamente realizó el organismo. Al respecto, dijo que si bien es imposible que ejecute 100% de sus recursos, ya que, por ejemplo, el dinero del impuesto de primaria o del Fondo de Inasistencias por definición queda para gastar al año siguiente, mostró que la ejecución en la ANEP fue a la baja desde 2019. Ese año el ente ejecutó 98,9% de sus fondos, en 2020 la ejecución fue de 98,1%, en 2021 bajó a 97,6% y el año pasado a 97,2%. Según planteó, ello implicó que la ejecución en precios constantes de 2022 también fuera en descenso: 92.000 millones de pesos en 2019, 89.000 millones al año siguiente y en el entorno de los 88.000 millones en 2021 y 2022.
Fernández Val señaló que si se hubiese mantenido el porcentaje de ejecución de 2019, en los siguientes tres años ello habría resultado en 3.427 millones de pesos adicionales para la ANEP, lo que equivale a unos 83 millones de dólares.
Asimismo, planteó que la mayor parte de esa pérdida se dio en los salarios de los trabajadores, quienes “financiaron” parte importante de la transformación educativa que impulsan las autoridades de la ANEP. Aunque está previsto que a través de un convenio salarial firmado con la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay el salario al final del actual período de gobierno tenga el mismo valor real que en 2019, sostuvo de 2020 a 2024 fueron tiempos de caída salarial, que no será devuelta a los funcionarios del organismo.
Fernández también mostró la baja en el gasto por estudiante desde 2019, pese a que en los últimos dos años se registró un descenso de la matrícula total de la ANEP, principalmente debido a la baja de la natalidad en Uruguay. A precios constantes de 2022, el gasto por estudiante hace cuatro años fue de 131.678 pesos anuales, mientras que el año pasado ese número bajó a 127.546, que, de todas formas, supuso un aumento de 2.000 pesos respecto del año anterior. De una manera similar, los recursos destinados a obras nuevas también presentaron un descenso a precios constantes en el actual período de gobierno y, en materia de mantenimiento edilicio, si bien la inversión viene en aumento y supera a la de 2019, está por debajo de los picos más altos de gobiernos anteriores.