Autoridades promueven “vaciamiento del rol docente y su capacidad crítica”, se planteó en charla organizada por consejero electo de ANEP

Un ciclo de conversatorios organizado por el equipo de Julián Mazzoni, consejero docente en la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), pone el foco en el vínculo entre la educación y la cultura, y desde ahí se propone analizar los cambios en curso en el sistema educativo. En diálogo con la diaria, Mazzoni explicó que la idea es “densificar” el debate “y no circunscribirlo a temas que a veces son muy técnicos”. “Esto tiene afectación a la cultura del país en su conjunto, entonces, hemos elegido referentes importantes del ámbito cultural y temas que están planteados en la transformación educativa, pero a nuestro juicio no con el enfoque que nos parece pertinente”, agregó.

El ciclo, que se transmite por la página de Facebook del consejero, tuvo un primer encuentro con la profesora Virginia García Montecoral y el escritor Gustavo Espinosa y una segunda instancia con el matemático Roberto Markarian y la docente Cecilia Manzione. El lunes se realizó la tercera charla del encuentro, a cargo de la profesora de biología y exconsejera docente del Consejo de Formación en Educación (CFE) Rosana Cortazzo y del profesor de Matemática y militante social Andrés Olivetti.

En su exposición, Cortazzo cuestionó la proyección de los cambios trazados para el bachillerato por las autoridades políticas de ANEP y dijo que algunas líneas transversales establecidas en la Ley General de Educación no quedan cubiertas con la propuesta. En suma, cuestionó la inclusión del término “emprendedurismo” para nombrar a algunas unidades curriculares, ya que “es una conjugación verbal que ni siquiera tiene lógica para intentar entender a qué apunta”. En síntesis, más allá de que consideró entendible que distintos colectivos docentes de materias estén analizando su situación con los cambios proyectados, entendió que hay que “tratar de ver cómo organizar y articular esto de manera colectiva, más allá de lo que pasa en cada asignatura”.

La exconsejera entiende que los docentes están siendo “todo el tiempo relegados” y que ello se debe a que las autoridades políticas “toman decisiones desde concepciones empobrecedoras de democracia y participación”, algo que “no contribuye a lograr una cultura de paz”. En suma, dijo que los jerarcas manejan una “cultura de la impunidad”, ya que muchas veces toman decisiones para favorecerse y también a quienes son cercanos a ellos. Como ejemplo mencionó la apertura de un traslado especial para directores de centros del CFE a inicios del año.

Sobre lo que pasa en la formación de educadores, Cortazzo señaló que las políticas curriculares se tomaron a partir de los criterios definidos por el Ministerio de Educación y Cultura, por lo que entendió natural que se alejen de las discusiones que venían teniendo estudiantes y docentes del CFE en los últimos años. Además, cuestionó que se quiera generar una formación universitaria sin una presencia adecuada de actividades de investigación y extensión, que sólo encuentran presencia en materias de metodología, como ocurría con el plan anterior.

Tanto Cortazzo como Olivetti estuvieron de acuerdo en que desde las autoridades se promueve un “vaciamiento del rol docente y su capacidad crítica”. Según el profesor jubilado, ello es funcional con los requerimientos del sistema capitalista, principalmente para la producción de la fuerza del trabajo. Olivetti planteó que los trabajadores de la educación tienen “un rol central” para “hacer visibles todas las alienaciones” que produce el sistema. Al respecto, planteó la necesidad de oponer un proyecto que sea “humanizador”, “solidario”, “profundizador del conocimiento”, con libertad de cátedra, autonomía y cogobierno.

Por su parte, Cortazzo advirtió que actualmente existe una “acción premeditada de limitar” la crítica de docentes y estudiantes y que para ello las autoridades “actúan sobre su subjetividad”, y apelan a “un desgaste permanente” de los colectivos.