Además de la redistribución de grupos de bachillerato que ha causado rechazo en estudiantes y familias, principalmente del Prado de Montevideo, la Dirección General de Educación Secundaria (DGES) también proyecta cambios para los liceos nocturnos.

Dichos cambios están sobre la mesa en las negociaciones que mantienen la DGES y la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) para terminar de cerrar la matriz de grupos para 2025. Sin embargo, la información de lo proyectado para el año que viene ya comenzó a circular, y ese fue el caso del liceo 17, ubicado a pocos metros del Palacio Legislativo.

En diálogo con la diaria, María José Machado, vocera del gremio estudiantil del liceo, contó que junto a sus compañeros de clase quedaron alarmados luego de que esta semana les informaran que el año que viene no habrá turno nocturno en el centro educativo y, por lo tanto, si quieren seguir adelante con los estudios deberán hacerlo en otro lado. Según detalló, el argumento que les dieron es que en el liceo se genera “mucho gasto de energía eléctrica”, lo que causó aún más sorpresa entre los estudiantes.

Machado, estudiante de cuarto año, contó que las realidades de sus compañeros son muy distintas y que, por ejemplo, en su clase hay un rango de edad que va desde los 20 a los 46 años. Al respecto, agregó que debido al acceso a transporte y la iluminación en la zona se trata de un centro educativo “de los más seguros” de la capital. Por eso, hay compañeros que van desde muy lejos, como el caso de una estudiante que vive en Pajas Blancas, según relató.

Ante esta situación, los estudiantes de tercero y cuarto definieron hacer una protesta este miércoles a las 19.30 en el liceo, que desembocó en una ocupación. Afirman que el 17 no es el único caso de un liceo nocturno que sufrirá recortes de todo o parte del turno, y entienden que hasta el momento los recortes de grupos no han sido difundidos por las autoridades, por lo que buscan visibilizar la situación. De hecho, los estudiantes cuestionan ese aspecto, dado que encomendaron a los mandos medios a comunicar las malas noticias a los estudiantes.

Machado contó que los recortes en el nocturno ya vienen desde la proyección de grupos del año pasado, cuando la DGES eliminó los grupos de primero y segundo año, aunque había personas anotadas. Ahora los alumnos reclaman “que no les cierren las puertas del liceo” el año que viene, para poder seguir estudiando sin trastocar sus rutinas diarias, que deben compatibilizar con trabajo y tareas de cuidados.

Más allá de que ya sea una decisión tomada por la DGES, los estudiantes afirman que “van a pelear” por lo que consideran que es su derecho a seguir estudiando, resumió Machado.

El año pasado, un grupo de profesores sindicalizados que dan clases en liceos nocturnos advirtieron que las autoridades de Secundaria buscaban terminar con la modalidad tradicional de cursada y generar condiciones para facilitar el egreso de los estudiantes. Entre otras acciones, los docentes advirtieron de una sustitución de la modalidad tradicional por propuestas virtuales y semipresenciales.

Consultada al respecto, Machado aseguró que, si bien puede ser una opción, la virtualidad “no es lo mismo” que la interacción cara a cara, que muchos estudiantes adultos también buscan. Además, consideró que el vínculo entre profesor y estudiante tampoco es el mismo y muchas veces en la virtualidad se generan respuestas de menor compromiso y respeto de parte de los estudiantes.

En conclusión, Machado reclamó que las autoridades velen por el derecho a estudiar sin priorizar cálculos económicos a la hora de conformar los grupos. De todas formas, dijo que en el liceo 17 no tienen problema de inscripciones y que hay demanda de los estudiantes para cursar en el centro. Ante este escenario, los alumnos no saben en qué centros podrán continuar con sus trayectos educativos ni si podrán sostener la cursada en otro centro de estudios.