“El Ciclo Básico Rural Semipresencial: una propuesta democratizadora”, dice la página web de la Dirección General de Educación Secundaria (DGES), junto a la invitación a que se promueva esta propuesta.
Desde 2018 está en funcionamiento esta modalidad para cursar lo que ahora, con la implementación de la transformación educativa, se llama Educación Básica Integrada (EBI). Según la propia descripción de la DGES, la propuesta inició en Maldonado, pero se expandió hacia estudiantes de otros departamentos: Rocha, Florida y Treinta y Tres.
En concreto, el plan se trata de una “modalidad destinada a adolescentes y jóvenes que viven en áreas rurales sin oferta educativa cercana a su lugar de residencia y que o bien hayan finalizado primaria o bien no hayan completado el ciclo básico”. Con una duración de tres años, la modalidad implica una articulación entre actividades virtuales y otras presenciales que varían y dependen de las necesidades de los estudiantes en acuerdo con los equipos docentes. Principalmente, la modalidad tiene un abordaje pedagógico que se centra en proyectos interdisciplinarios acorde a cada localidad.
Sin embargo, desde hace varios días padres y madres que cursan este plan en el departamento de Maldonado se han movilizado, debido a que recientemente les comunicaron que a partir del año próximo la modalidad dejará de existir.
“El plan rural diferencial les permite a los chiquilines del medio rural poder hacer ciclo básico; es la única chance que tienen para continuar los estudios después de primaria”, aseguró a la diaria Gabriel, uno de los padres de estudiantes de Maldonado bajo esta modalidad.
De acuerdo al grupo de padres y madres organizados, hasta el momento venía “funcionando excelentemente”. En Maldonado, concretamente, son 40 estudiantes que tienen las clases virtuales y un sábado por medio una camioneta de la comuna del departamento los va a buscar a la escuela rural y los lleva al liceo 2 de San Carlos para tener la instancia presencial correspondiente. “Ellos van todos copadísimos”, acotó. Asimismo, aseguró que son más de 100 los que se han graduado bajo esta modalidad y que incluso muchos están estudiando a nivel terciario.
De hecho, según narró, anteriormente habían solicitado a las autoridades de Secundaria que abran un nuevo grado, para que los estudiantes puedan continuar cursando el liceo, ya que, según aseguró, la deserción en estos casos es prácticamente nula.
Sin embargo, se enteraron de que el programa ya no se aplicaría a partir del año próximo, luego de que los docentes “no tenían las horas cargadas” y también por otros integrantes del equipo del liceo.
“Los padres nos queríamos morir: empezamos a movernos, les escribimos mail, hablamos con Planeamiento Educativo del Consejo Directivo Central (Codicen), con el área de Derechos Humanos, pero no recibíamos respuesta, y después nos enteramos de que esto ya estaba resuelto desde julio”, esgrimió. “No entendemos cómo un plan que funciona tan bien, que tiene deserciones mínimas, que fusiona bien con el equipo coordinador, la camioneta, los docentes, los chiquilines que van copados y da igualdad de oportunidades”, deje de implementarse, dijo.
De ahora en más
Este martes, los padres y madres recibieron una respuesta desde la División de Planeamiento Educativo del Codicen: según contó, les aseguraron que estaban intentando “unificar todo” y poder traspolar el plan actual al EBI. Sin embargo, hasta el momento la respuesta sólo confirmó que es un hecho la futura eliminación y que también evaluarán si pueden integrar el Ciclo Básico Rural Semipresencial con lo planteado por la transformación educativa.
“Con la currícula que hagan lo que quieran, para mí esta bueno cómo está hecho ahora, pero lo que no queremos es que los estudiantes pierdan la semipresencialidad, que virtualmente trabajan desde la casa y luego van a estudiar ese día re copados”, manifestó Gabriel.
Si el plan no continúa, dijo que las “alternativas” que están sobre la mesa “no son viables”: estudiar en San Carlos, que participen en el programa extraedad -a pesar de ser niños y niñas- o que se inscriban igualmente para que luego en febrero abran horas para los docentes, si es que hay estudiantes suficientes. “Todo a último momento, de atrás, están intentando emparchar”, reclamó.
Ante la respuesta que recientemente recibieron, Gabriel señaló que con el conjunto de padres y madres responderán su reclamo de que estén evaluando la situación “a fin de año, cuando ya debería estar definido”, y sin consultarles, y reiterarán la reivindicación de que se mantenga la modalidad semipresencial.
“Que le cambien el nombre, pero que la modalidad semipresencial para el medio rural siga existiendo, porque es la única opción, no saben lo que es el medio rural… hay alumnos que no pueden salir porque se les cortan los caminos y económicamente no pueden viajar todos los días a San Carlos, cuando en algunos casos hay rutas a 40 kilómetros”, manifestó, y concluyó: “El precio de que no continúe es que muchos niños se van a quedar sin hacer el liceo”.