Después de que la Dirección General de Educación Técnico-Profesional (DGETP) informara el viernes que 96% de las horas docentes están asignadas en UTU, la filial montevideana del sindicato de trabajadores emitió un comunicado en el que plantea que el comienzo de cursos distará de ser bueno en ese subsistema.
Según plantea la filial capitalina de la Asociación de Funcionarios de UTU (Afutu), un motivo para que ello ocurra es el retraso en la elección de horas docentes en Secundaria. Al respecto, Afutu Montevideo señala que existe un protocolo que establece el orden de la elección en los distintos subsistemas, dada las preferencias más frecuentes entre los profesores: primero formación docente, luego Secundaria y, finalmente, UTU. El hecho de que la Dirección General de Educación Secundaria no haya iniciado la elección en diciembre, como es habitual, y que se haya solapado con la de UTU hace que el elevado porcentaje de asignación en la DGETP deba ser relativizado, según plantea el comunicado.
“Esto no es un augurio positivo, todo lo contrario: implica que, después de que se terminen las elecciones de Secundaria, existan renuncias masivas en UTU, lo que va a significar que, empezado el año lectivo, muchos grupos se queden sin docentes”, pronostican. En suma, plantean que los docentes que trabajan únicamente en UTU “no podrán completar su carga horaria y, por lo tanto, su salario”.
Por su parte, el sindicato afirma que la cantidad de horas que las autoridades pusieron a elección son “totalmente insuficientes” y cuestionan que “el 96% de la nada sigue siendo nada”. En ese sentido, lamentan que muchos docentes no acceden “ni a la mitad de las horas” que habitualmente toman para cubrir sus ingresos mensuales, ya que hay muchos que no han logrado llegar a la unidad de 20 horas e incluso que todavía no han podido elegir ningún grupo. Según afirman sobre estos últimos, de no haber cambios sustantivos, en la próxima ronda de elección pasarán a ser desempleados.
Afutu Montevideo señala que la baja cantidad de grupos creada responde, por un lado, a que hay varios todavía pendientes de aprobación y, por el otro, al “brutal recorte de horas que trajo la transformación educativa”. En ese sentido, advierten que, como “la carga horaria de la mayoría de las asignaturas por grupo es menor”, para tener las mismas horas y salario que años anteriores, en 2024 los docentes deberán “trabajar con más grupos, en más escuelas, con una duplicación o triplicación del trabajo administrativo”.
Por su parte, la filial de Afutu sostiene que la validación de los grupos cuya creación estaba sujeta a la inscripción de estudiantes “se realizó a los pocos días de haber comenzado las inscripciones, por lo cual, en la mayoría de los casos, el número de inscriptos no era suficiente y esos grupos no estuvieron disponibles a la hora de la elección”. No obstante, afirman que para la próxima ronda de elección esos grupos siguen sin aparecer, lo que “significa que los estudiantes no tienen dónde estudiar y los docentes siguen esperando por sus horas de trabajo”. Ante este escenario, los trabajadores sindicalizados entienden que “el panorama para este año es desolador”, tanto para ellos como para los estudiantes.
El comunicado también se refiere a la situación que están viviendo los educadores, una figura creada años atrás para acompañar las trayectorias de los estudiantes en ese subsistema. Si bien antes todas las escuelas técnicas contaban con esa figura, en 2022 se definió que sólo estén en aquellas que se ubican por debajo del 4 en el Índice de Vulnerabilidad Social elaborado por la Administración Nacional de Educación Pública.
Además, el nuevo criterio prevé que la cantidad de horas de educador por grupo vaya en aumento cuanto más bajo sea el nivel de vulnerabilidad al que el centro educativo pertenezca. Según plantea Afutu Montevideo, ese cambio está dejando “a una gran cantidad de escuelas sin educadores”, cuando “contar con una trayectoria educativa cuidada es un derecho de todos” los estudiantes.
Por todo ello, la filial considera que “es tremendamente cínico y malvado dar un mensaje de aliento”. En ese sentido, lamentan que, además del perjuicio que este escenario causa a los estudiantes, en muchos docentes se genera “una sensación de inestabilidad y desorganización” que atenta contra su “salud y calidad laboral”.