El impacto de la Transformación Educativa continúa estando en el ojo de la tormenta en la formación docente. La aplicación del Plan 2023 del Consejo de Formación en Educación (CFE) trajo, esta vez, consecuencias directas sobre el estudiantado, según manifestó a través de un comunicado el núcleo de Magisterio del Sindicato de Docentes de Formación en Educación (Sidfe).
De acuerdo con el núcleo sindical, la implementación del nuevo plan “ha sido caótica” desde el año pasado, pero de cara al inicio del año lectivo 2024 identificaron nuevas razones para denunciarlo. En primer lugar, señalaron que “las inscripciones a los cursos se realizaron con cupos por asignaturas” y que eso significó un “cambio de modalidad del que no se avisó a las y los estudiantes, que se fueron enterando por vías no formales una vez iniciado el período de inscripción a través del boca a boca o por mensajes”.
Aseguraron que, debido a esa circunstancia, “un gran número de estudiantes se encontró con que a la hora de inscribirse a la asignatura que querían cursar y en el horario que necesitaban hacerlo, ya no había lugar”. Asimismo, señalaron que la cantidad tope de cupos se debe a “enormes problemas locativos” que desde hace tiempo el sindicato viene denunciando, dado que el edificio de los Institutos Normales “ya no tiene capacidad locativa para la elevada matrícula de las carreras” de Maestro de Educación Primaria, Maestro de Primera Infancia (MPI) y Certificación en Inglés.
Al respecto, Laura Grassi, integrante del núcleo sindical del Sidfe, explicó que, históricamente, los cupos eran la cantidad de personas que podían entrar a los salones –que solían ser 35–, a excepción de la práctica estudiantil, que también tiene teórico, en la que el cupo reglamentario era de 15.
Sin embargo, señaló que durante la pandemia la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) dispuso que el cupo fuera de 50, lo que no trajo problemas debido a la virtualidad, pero llegado el momento de volver a los edificios, se tornó una problemática aún mayor que la ya anunciada falta de localidad, ya que “los grupos llegaron a ser de entre 70 y 90 estudiantes”.
De acuerdo con la docente, la intención de las autoridades es que se tienda a la virtualidad o semipresencialidad, pero aseguró que “es difícil construir un vínculo pedagógico y enseñar a construir un vínculo pedagógico solamente así”, por lo que “tiene que haber una presencialidad”. Incluso, sostuvo que “si queremos una semipresencialidad en algún momento, tengo que tener igual esos salones”. En este marco, Grassi aseguró que los cambios introducidos actualmente no fueron notificados ni llevados al Consejo Asesor Consultivo ni a la Comisión Local de Carrera.
Otros puntos en cuestión
En sintonía, el núcleo sindical manifestó que “el sorteo para el ingreso a la carrera de MPI constituye un mecanismo que coarta el derecho a la educación de las y los estudiantes que quieren ingresar o continuar la carrera”. En ese marco, aseguraron que se posicionan “en contra de este mecanismo que pretende dar solución a problemas locativos y presupuestales a expensas del derecho a la educación, que se ve lesionado”.
Asimismo, agregaron que este año también “se impidió la inscripción y/o participación en el sorteo de ingreso a la carrera de MPI a las y los estudiantes que tenían dos materias previas de educación media superior o equivalente”, incluso “en forma contraria” a lo que establece el “reglamento de evaluación del propio CFE”.
Así como se ha manifestado en otras ocasiones, los docentes advirtieron nuevamente que “hay una completa incertidumbre respecto de la forma en que se desarrollarán las prácticas de estudiantes durante 2024, tanto en la modalidad como en cuanto a los espacios”.
Para Grassi y el núcleo sindical, se trata de un “cúmulo de situaciones” que generan un “sistema expulsivo”. “Se está haciendo una selección del estudiantado”, aseguró. Según analizó, también existen otros factores que reafirman esa aseveración, como los que refieren a las becas para los estudiantes de formación docente. Recordó que antes eran exclusivamente para quienes estaban en una “situación de vulnerabilidad socioeconómica” y sólo para estudiantes de las instituciones públicas, pero ahora también son para quienes asisten a instituciones privadas. Además, recordó que quienes se postulan a la beca deben, sí o sí, asumir el compromiso de presentarse a la prueba de reconocimiento universitario del título, al que muchos docentes se oponen y, al mismo tiempo, los apoyos son sólo para quienes tienen “buena calificación”.
En conclusión, la docente considera que si se suma a la falta de cupos, “es un sistema expulsivo” para los estudiantes y lleva a que pasen al sector privado. Asimismo, aseguró que se trata de una “implosión institucional”, y que se pretende que “desaparezca” la formación docente terciaria y pública, y que “la institucionalidad no funcione”, con el objetivo de “no instituir prácticas en formación en educación con cogobierno y autonomía”.
Por último, en el comunicado agregaron que a este escenario se suma “el nuevo mecanismo de elección de horas para los docentes mediante las Unidades Horarias de Desempeño Docente”, que genera “inequidades” debido a “la pérdida de trabajo de un significativo número de docentes y por el cambio de criterio salarial en relación con la unidad de trabajo docente”. “Nuevamente, docentes sin estudiantes y estudiantes sin docentes; nuevamente asistimos a otra forma de ataque a la formación pública de docentes y educadores”, finalizaron.
En tanto, desde el Centro de Estudiantes de Magisterio también siguen de cerca la situación y solicitaron a las autoridades del CFE que extiendan el plazo de inscripción para que no queden estudiantes sin poder anotarse, ya sea por falta de cupos o por el mal funcionamiento de la web. Según señalaron en un comunicado, llaman a otros centros de estudiantes de formación en educación a coordinar acciones y manifestaron su intención de que todas las estudiantes puedan comenzar los cursos en tiempo y forma.