Este martes se conoció el cierre de un nuevo colegio, luego de los tres que cerraron totalmente en diciembre. Según informó El Observador, la Dirección General de Educación Inicial y Primaria fue notificada del cierre del colegio San Leonardo, ubicado en San José de Carrasco, en el límite entre Montevideo y Canelones.
Sergio Sommaruga, dirigente del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza Privada (Sintep) señaló a la diaria que se concretó el cierre de la propuesta de Primaria del colegio, ya que Secundaria ya había cerrado en 2018. Además, dijo que están siguiendo de cerca la situación de otros cuatro centros privados que están con problemas. Según detalló, uno de ellos está muy próximo al cierre y otros tres están por entrar a esa etapa.
Esta situación hizo que Sintep publique un comunicado en el que, además de lamentar el cierre del colegio San Leonardo y la “desarticulación” de su comunidad educativa, reclama la rápida conformación de una comisión integrada por el gobierno y las patronales para rediscutir la normativa que regula al sector. De acuerdo al análisis del sindicato, los cierres de los colegios ocurren por varios factores y uno de ellos es la escasa regulación para las instituciones privadas. Además, pueden darse problemas de gestión de cada centro y también factores coyunturales, como la pérdida salarial que se registró en los últimos años, por la que Sintep responsabiliza a la política del actual gobierno.
Sommaruga señaló que es clave ponerse a trabajar en la mejora del sector y, por ejemplo, analizar propuestas como la de fusionar colegios, realizada por la Asociación Uruguaya de Educación Católica. Según dijo, si bien se ha planteado esa idea públicamente, hasta el momento no hay ninguna propuesta ni análisis concreto de cómo se implementaría.
El dirigente sostuvo que el sindicato entiende pertinente dar más visibilidad al análisis que hace sobre el sector para, de esa forma, combatir algunos “bolazos” que han circulado sobre el tema. Entre estos, incluyó las afirmaciones realizadas a fin de año por el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, quien manifestó que una causa de la crisis en el sector privado era que las familias uruguayas veían una mejora de la calidad de la educación pública, gracias a la Transformación Educativa.
Otro análisis
En diálogo con la diaria, Pablo Cayota, directivo del Colegio Santa Elena, que tiene una de sus sedes a pocas cuadras del San Leonardo, contó que la institución que dirige estuvo ayudando a su vecina en los últimos dos años, con el objetivo de evitar su cierre. Ya que eso no se pudo concretar, señaló que ahora el colegio está “tratando de minimizar los impactos negativos que tiene el cierre de un colegio vecino”, que, además, con 62 años era la institución educativa más antigua de Ciudad de la Costa.
Al respecto, indicó que el San Leonardo tenía mucho sentido de pertenencia en los estudiantes y sus familias, y lamentó que “cuando se rompe una comunidad educativa se rompen muchas cosas”, por lo que es “un momento de muchísimo dolor”. De todas formas, rechazó de plano cualquier tipo de idea sobre una fusión entre ambos centros educativos.
Por su parte, Cayota desestimó que el sector esté viviendo una crisis, más allá de que reconoce la presencia de algunos problemas. Si bien está de acuerdo con Sintep sobre lo multicausal de su origen, en su análisis plantea diferencias con el que realiza el sindicato.
Por ejemplo, como una variable explicativa importante introdujo la baja de natalidad que se está registrando en el país, lo que ha reducido la matrícula tanto de la educación pública como de la privada. Según planteó, el problema se acentuará en el futuro, ya que en los últimos tres años las inscripciones en las propuestas públicas de educación inicial cayeron 22%. Al respecto, recordó que el Instituto Nacional de Evaluación Educativa y la Administración Nacional de Educación Pública prevén que al final de la década el sistema perderá más de 70.000 plazas porque habrá menos niños y adolescentes en el país.
Cayota también planteó a la pérdida de poder adquisitivo en muchas familias como una posible causa de los problemas de la educación privada. Dijo que fue un fenómeno que comenzó a visualizarse con claridad a partir de la pandemia y golpeó a muchos colegios. Lamentó que en varios casos no han logrado recuperarse de ese golpe, muchos de ellos instalados en zonas que no son las de mayor poder adquisitivo. Al respecto, recordó que varios de los colegios que cerraron tenían un trabajo de décadas y no eran emprendimientos que hubieran comenzado a funcionar desde hace poco tiempo.
Por su parte, sumó otro que se presenta en algunas zonas del país. En concreto, habló de la presencia de “cuantiosas inversiones”, en general asociadas a proyectos inmobiliarios. Consultado al respecto, dijo que en algunos casos se trata de colegios que abren dentro de barrios privados o, concretamente en Maldonado, se han instalado centros educativos que buscan captar estudiantes argentinos que en los últimos años han migrado a Punta del Este.
No obstante, Cayota se mostró distante respecto a la necesidad de una mayor regulación del sector planteada por Sintep. “En un en un ámbito de diversidad de propuestas, que le hace muy bien al sistema educativo, es muy difícil que desde una oficina se pueda regular la creación o no de una propuesta educativa”, sostuvo, con relación a la idea deslizada por el sindicato sobre la necesidad de regular la cantidad de instituciones existentes en función de la matrícula disponible. Más allá de que no duda de la buena intención del planteo, advirtió que puede terminar generando un problema mayor en el largo plazo.
De todas formas, consideró que sí sería deseable que el Estado ponga la lupa sobre las grandes inversiones que se están registrando en colegios en algunas zonas, con el objetivo de determinar si efectivamente los recursos se están destinando a la generación de un proyecto educativo. Aseguró, en ese sentido, que recuperar la inversión en el sector lleva muchos años e invertir tanta cantidad de dinero en la instalación de centros educativos es una apuesta “de altísimo riesgo”.