“La historia de la Universidad de la República [Udelar] y el movimiento obrero están hermanadas”, aseguró Pablo Martinis, decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE), minutos antes de firmar un convenio promovido por la Cátedra Unesco de Educación de Personas Jóvenes y Adultas del Instituto de Educación de la FHCE, que se llevará a cabo junto con el Equipo de Formación del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT.
La firma tuvo lugar en la sede del PIT-CNT y, además de Martinis, la presentación del convenio contó con la presencia de Milton Castellanos, director del Instituto Cuesta Duarte, y de Jorge Camors, coordinador de la cátedra. El acuerdo tiene como fin “la identificación, análisis, diseño y ejecución de distintas acciones de asistencia técnica, investigación y enseñanza”, según esgrimieron en la invitación a la instancia.
Martinis se encargó de leer los objetivos particulares que se proponen con el acuerdo: en primer lugar, la intención es promover y difundir las posibilidades “para la continuidad en los cursos de todos los servicios universitarios de aquellos trabajadores que quieran seguir estudiando”.
En segundo lugar, “ofrecer orientación y apoyo a los trabajadores interesados y a los servicios universitarios implicados en las diferentes solicitudes de continuidad educativa”. Por otro lado, “estudiar el perfil de los trabajadores que han participado en los cursos del Instituto Cuesta Duarte, a partir de los sistemas de inscripción del año 2022”; “elaborar propuestas de mejora de los sistemas de información del Instituto Cuesta Duarte, acerca de los trabajadores participantes en los cursos”, así como también acerca “de la evaluación de los aprendizajes en los cursos” del instituto.
En otro orden de objetivos, también está el de “diseñar y formular un proyecto de evaluación de impacto de la formación que se realiza en los cursos del Instituto Cuesta Duarte” y otro de “formación de formadores” para trabajadores a propuesta del instituto, “así como los Cursos de Educación Permanente que las partes estimen conveniente y necesario”.
Uno de los ejes destacados por Martinis fue el de “habilitar la participación de estudiantes de la FHCE en las actividades que acuerden ambas instituciones, para complementar su formación universitaria”. El decano lo destaca como “un punto clave y estratégico”, ya que considera que “la formación del estudiante universitario no pasa solamente a través de las aulas, sino también por la investigación y extensión”. “Si este convenio con el PIT-CNT puede ser un ámbito con el que estudiantes universitarios pueden complementar su formación, creo que es un plus que no lo da ningún curso, por más brillante que sea. Es un implemento indispensable en esa formación”, manifestó.
Por otro lado, Castellanos señaló que este convenio “en especial es muy importante”, porque si bien la Ordenanza de Estudios de Grado de la Udelar permite que un trabajador que demuestre idoneidad en determinada área pueda acceder a la Universidad a pesar de no haber terminado el liceo, “la vida nos fue poniendo obstáculos o palos en la rueda” para llevarlo a la práctica en las distintas facultades. Gracias a este nuevo acuerdo, sostuvo Castellanos, las dificultades se están “rompiendo”: “Algo que estaba resuelto con una ordenanza recién ahora vamos a poder hacerlo”, manifestó.
La base para completar
En diálogo con la diaria, Camors opinó que el convenio significa “un punto de inflexión”, porque entiende que “es muy importante la formación de los trabajadores en general, no sólo para militar sindicalmente, sino la de aquellos que son dirigentes, la formación para la culminación de la educación obligatoria que algunos requieren, y hay que abrir esos espacios”.
Al respecto, dijo que el convenio no sólo sirve “para aprender de los que están trabajando y rescatar los ámbitos laborales como ámbitos educativos”, sino que se propone “reactivar y dinamizar el artículo 34 de la ordenanza de grado”, al que consideró “poco promovido”. Según dijo, esa es “la posibilidad de ingreso a la Universidad sin haber terminado bachillerato de personas que hayan hecho una acumulación, que hayan aprendido a lo largo de la vida, aunque eso no lo hayan certificado en un bachillerato”.
Para el coordinador de la cátedra, “esto es un punto importante del movimiento sindical y para quienes hablamos de la educación a lo largo de toda la vida: que se aprende en múltiples espacios y en múltiples momentos de la vida. Es una definición pedagógica muy importante”.
Por otra parte, Martinis recordó que en la última encuesta representativa del estudiantado de Humanidades se evidenció que el 70% son trabajadores, por lo que “el hecho del trabajo está también metido cotidianamente en la facultad”.
En este marco, señaló que el convenio “viene a reconocer esos procesos de formación que no necesariamente son los institucionalizados de los ciclos educativos, sino otros recorridos que las personas realizan, que también son formativos, incluso los vinculados a la actividad sindical”. “Un militante sindical que haya hecho su recorrido militante y formativo está en óptimas condiciones para realizar una carrera universitaria”, manifestó.
“Tenemos que asumir el compromiso institucional: decir que vamos a trabajar para completar esto, que sea la base para que efectivamente este proceso se complete”, finalizó.