Sobre las 23.00 del jueves pasado, cuatro personas fueron asesinadas en una vivienda en el barrio Maracaná, entre ellas, un niño de 11 años que asistía a la escuela 324. En este contexto, el Consejo Directivo Central (Codicen) resolvió realizar una jornada de trabajo con los equipos técnicos de los distintos subsistemas de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) que tienen a cargo equipos que trabajan en territorio, con el propósito de intercambiar ideas y generar estrategias para abordar la violencia en centros educativos y sus entornos, según explicó en una rueda de prensa la presidenta del Codicen, Virginia Cáceres.

Así fue que este lunes se reunieron con la idea de “generar insumos” y luego convocar a una “instancia de reunión interinstitucional con otros organismos del Estado” y poder presentarles “propuestas específicas” a partir de lo intercambiado.

El viernes, al día siguiente de que el niño fuera asesinado, las clases de la escuela a la que asistía estuvieron suspendidas, aunque el centro se mantuvo abierto. Cáceres narró que ese día “los equipos de Escuelas Disfrutables estuvieron trabajando con los docentes, la comunidad y las familias”. Asimismo, “el comedor estuvo funcionando y también [podían quedarse] los adultos referentes que querían acompañar a sus hijos e hijas al comedor, [que] se utilizó como un espacio de encuentro y de trabajo”, dijo.

Por otro lado, contó que en el entorno “hay una afectación muy importante, que no se soluciona con una intervención puntual; esto es un duelo que, como cualquiera, hay que transitarlo y que seguramente para el centro educativo va a requerir un tiempo para poder ir de a poco madurando esa situación”.

Olga de las Heras, directora general de Educación Inicial y Primaria, también estuvo presente en la instancia de intercambio. En una rueda de prensa se refirió al alumno de la escuela 324: “La semana pasada tuvimos esta triste noticia de la pérdida de un alumno de la escuela 324, un alumno que estaba cursando sexto año, un alumno que tenía una asistencia regular”.

Contó que, “cuando estos hechos suceden”, desde Primaria tienen “un protocolo de respuesta, pero a veces hay hechos tan fuertes como este” y por eso “el protocolo de ese día lo aplicamos diferente, porque dejamos que en la tarde no se abriera la escuela”. Explicó que desde el equipo de Escuelas Disfrutables entendieron que “los maestros, la comunidad y el barrio estaban realmente muy preocupados con lo que había sucedido” y que “no era un estado anímico apropiado para desarrollar las actividades educativas”.

De acuerdo con el protocolo, las clases se suspenden el día del sepelio, que tuvo lugar este lunes. Por lo tanto, este lunes las puertas de la escuela estuvieron “cerradas para que los docentes, la comunidad y todos los que quieran acompañar puedan estar presentes en ese momento junto con la familia”. Los niños, en tanto, fueron al mediodía y se les dio el almuerzo.

Consultada sobre cómo continuará el tratamiento de la situación en el centro educativo, De las Heras señaló que en el intercambio de este lunes con las distintas áreas, desde Primaria apuntaron a la importancia de la “prevención”. A pesar de que señaló que no dejarán de “asistir en lo que es la promoción y prevención de hechos violentos”, casos como este, de “emergencia”, obligan a “activar otros dispositivos de intervención”.

En este caso, afirmó que “el dispositivo de intervención que se activa es el acompañamiento a las familias, a los docentes: se implementan a través de talleres con la familia, con los niños”, con foco en la “reflexión, la aceptación del hecho y cómo seguir después de él”. En concreto, dijo que será un equipo de asistentes sociales y psicólogos que estarán abordando la situación. “O sea que la escuela no va a estar sola”, afianzó.

Hacia lo interinstitucional

De las Heras manifestó que en la reunión de este lunes Primaria enfatizó en “lo importante que es trabajar en la tríada escuela, familia y comunidad. Pero no es solamente la familia, es la comunidad territorial. Nosotros en el barrio Maracaná necesitamos realmente trabajar con otros agentes sociales que allí viven o que allí tienen la policlínica o la seccional policial, tenemos que abrirnos y activar otros actores sociales”. Una de las iniciativas presentadas en el intercambio fue, justamente, “mapear el territorio” para identificar a los actores y tener a quién recurrir.

Aun así, resaltó que desde el 15 de mayo están implementando un cronograma para dar a conocer un Plan de Convivencia que luego se implementará y adaptará a las diferencias de cada escuela. Al igual que Cáceres, De las Heras también apuntó a lo relevante del trabajo de forma interinstitucional. Señaló que desde Primaria están convocando a reuniones a distintos organismos, como el Ministerio del Interior, el Ministerio de Salud Pública, el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, entre otros, “porque cada uno de estos organismos tiene sus responsabilidades”.

Para cerrar, De las Heras delineó que en Primaria se encargan de atender la educación, pero también “otras necesidades de los niños, como la alimentación, pero hay alguna otra cosa que escapa de esto, que es estrictamente institucional, y es la seguridad fuera de la escuela”, a diferencia de la seguridad dentro, que, aseguró, la tienen “protocolizada”. “Cuando prescinde el muro de la escuela, no es que el problema es tan obvio, sino que tenemos que intercambiar entre ambos y buscar alguna solución entre ambos”, apuntó.

Mirada amplia

“Hay un sinfín de estrategias, hay mucha presencia en territorio, lo importante es empezar a articular mejor y generar buenas propuestas puntuales”, aseguró la presidenta del Codicen. Especificó que en esta primera jornada se presentaron los equipos y se dialogó sobre las “herramientas” con las que cuentan.

“Pudimos ver que tenemos una vasta presencia territorial en todo el país y que los trabajos que se hacen son bien amplios y bien diversos, desde los equipos de Escuelas Disfrutables con los psicólogos y los maestros comunitarios, en cada una de las situaciones que se generan dentro de las escuelas, no solamente en lo que tiene que ver con hechos como la pérdida de un alumno, sino con temas de convivencia que son importantes, como el vínculo familia-maestra”, dijo.

La presidenta del Codicen también se refirió al trabajo a nivel de educación media: sobre la Universidad del Trabajo, señaló que existe una “mirada específica” sobre la convivencia en “los centros y las escuelas agrarias, donde hay internados y los chicos allí conviven”. En Secundaria, en tanto, destacó “el trabajo de los psicólogos y del Departamento Integral del Estudiante”.

Si bien la presidenta del Codicen subrayó que recién hay un esbozo del tema, aseguró que sobre las violencias en los centros educativos y sus entornos “lo que sí sobrevuela por parte de los equipos técnicos y que el Codicen lo comparte es que esto no es un problema del sistema educativo y que el sistema educativo solo no puede”. “Los centros son cajas de resonancia de lo que pasa en la sociedad y, por supuesto, hay una situación emergente que tiene que ver con los territorios y eso empieza a impactar”, continuó.

A modo de conclusión, Cáceres dijo que “la evaluación no puede ser solamente de lo que el sistema educativo hace, sino que debemos tener una mirada mucho más amplia, más allá de la institucionalidad, de cómo, como sociedad, estamos abordando el tema de la violencia”.