“7 prácticas de alimentación saludable y actividad física en entornos educativos. Orientaciones para su aplicación” es el título del curso que este martes al mediodía fue presentado por autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), el Ministerio de Salud Pública (MSP), Unicef, Ceibal y la Secretaría Nacional del Deporte.
Con la presencia de la ministra de Salud Pública, Karina Rando, el secretario nacional del Deporte, Sebastián Bauzá, la consejera política Dora Graziano y representantes de Unicef y Ceibal, en la mesa principal, la directora de Derechos Humanos de la ANEP, Gloria Canclini, y Virginia Natero, coordinadora del programa de nutrición del MSP, se encargaron de desarrollar los puntos principales de la propuesta.
Natero contextualizó con que la iniciativa se trata de una articulación interinstitucional que tiene ya “varios años de trabajo” y que se enmarca en la Ley 19.140, caracterizada como “central para la alimentación saludable en centros educativos y, en este caso específico, para prevenir el sobrepeso y la obesidad en centros educativos y sus entornos”.
Asimismo, dijo que el objetivo principal de la implementación de este curso es “la promoción de hábitos saludables y la protección de la salud de la población infantil y adolescente”. En concordancia, también surge del interés por “ejecutar acciones pendientes para mejorar el estado nutricional de los que asisten a centros educativos públicos y privados del territorio nacional: es decir, que abarca educación inicial, primaria y enseñanza media”.
Por otro lado, subrayó que en el correr de los años han aumentado las cifras de sobrepeso y obesidad en toda la población y que “la evidencia ha mostrado que las intervenciones en ambientes educativos funcionan cuando son integrales y abarcan la aplicación de un conjunto de medidas en forma simultánea y sostenida en el tiempo”.
En este marco, plantearon cuáles son las siete prácticas a desarrollar en centros educativos y que serán profundizadas en el curso: “Apropiarse de las recomendaciones sobre alimentación y actividad física; integrar contenidos de forma transversal en clase; ofrecer únicamente alimentos saludables; vincular a los estudiantes con la preparación de los alimentos; acercar a los estudiantes al cultivo de alimentos; realizar pausas activas para disminuir el sedentarismo; facilitar la realización de actividad física”.
Canclini enfatizó en que la planificación del curso también fue en conjunto con técnicos de la Universidad de la República del núcleo de alimentación y bienestar, que “aportaron su expertise”. Asimismo, subrayó que lo plantado ahora no es “una práctica novedosa”, sino que “se inserta en una línea de larga duración”: “La alimentación es fundamental por su impacto en el desarrollo y las condiciones de aprendizaje. Por eso, ahora estamos poniendo énfasis a través de los subsistemas para que esto pueda llegar a más centros”, manifestó. En este contexto, para Canclini la idea del curso es que “la formación genere conocimientos y aprendizajes” no sólo en los docentes, sino también en los estudiantes.
Las características del curso
En concreto, explicaron que en una primera instancia el curso está habilitado para inscribirse a partir de este miércoles y hasta el 31 de julio. Quienes se inscriban, podrán hacerlo a través de la plataforma Crea, de Ceibal, desde el 5 de agosto hasta el 29 de setiembre.
Quienes no sean docentes o no tengan el usuario de Ceibal y sean personas vinculadas al área de deporte o de salud podrán solicitar su inscripción a través de los mails del área de nutrición del MSP y del de actividad física y salud de la Secretaría del Deporte. En caso de ser estudiantes y docentes del Consejo de Formación en Educación, la inscripción también puede ser en los cursos de Ceibal.
En cuanto al formato del curso, desarrollaron que se trata de un curso “virtual, autoadministrado, en línea y asincrónico”. La idea inicial es que “la comunidad educativa pueda hacer este proceso para implementar las siete prácticas” y, por eso, el principal público objetivo son los docentes, pero aseguraron que “no excluye a otros actores del sistema”.
La duración es de seis semanas y estiman una dedicación promedio de cinco horas semanales. Está compuesto de siete módulos con contenidos teóricos, actividades y sugerencias sobre cómo aplicar los contenidos a las prácticas. Especificaron que “se espera que cada docente utilice los contenidos para, de acuerdo a sus posibilidades y contexto en el que trabaje, enriquecer la propuesta y ajustarla a las necesidades de su comunidad educativa”.
Las autoridades subrayaron la importancia del trabajo interinstitucional
“No existe salud sin educación ni educación sin salud”, manifestó Graziano. En ese sentido, aseguró que “la educación es posible con una alimentación saludable” y que “la actividad física habilita el desarrollo que permite la formación integral del ser humano”.
Por esa razón, para la consejera de la ANEP “el sobrepeso y la obesidad no se pueden desconocer: la cantidad y calidad alimentaria está comprobado que tienen consecuencias físicas e intelectuales y por lo tanto afectan el aprendizaje”. Por último, destacó que “cuando hay un esfuerzo interinstitucional como el que aquí tenemos, podemos dar pasos para recorrer el camino que nos aproxime al camino que aspiramos”.
En la misma línea se pronunció la jerarca del MSP: “Es importante que podamos trabajar juntos en esto porque el tema de la obesidad es un tema bien complejo y no es sólo de salud, es cultural, que se da como problema en todo el mundo”, dijo.
Asimismo, esgrimió que con este curso se trabaja en la prevención hacia la obesidad, pero también hacia enfermedades como “las cardiovasculares, cerebrovasculares y diabetes”. Al mismo tiempo, aseguró que “con este curso estamos combatiendo una de las causas más importantes de sobrecarga del sistema de salud, de gastos y de mortalidad en la población”.
Por último, Rando resaltó “la importancia” de entrecruzar salud y educación, ya que “cuando incluimos la educación en políticas de salud, la potenciamos doble, porque para prevenir siempre es más eficaz que sea desde el sistema educativo que cuando uno ya tiene instalado una forma de alimentación o una idea”.