En el marco de las actividades de Ingeniería de Muestra, el grupo de Hormigón Estructural de la Facultad de Ingeniería (Fing) de la Universidad de la República (Udelar) organiza un concurso de construcción de puentes con materiales no tradicionales. El concurso cuenta con dos categorías: una para estudiantes de quinto y sexto grado de liceo o UTU y otra para estudiantes universitarios.
Si bien Ingeniería de Muestra será el 11 y 12 de octubre, en el caso del concurso para estudiantes de la educación media habrá una instancia clasificatoria el sábado 7 de setiembre en la Fing. Según explicaron a la diaria Luis Segura y Sofía Martínez, integrantes del grupo de Hormigón Estructural de la Fing, en la instancia del próximo sábado pueden participar grupos de estudiantes de Canelones, Colonia, Flores, Florida, Montevideo, San José y Soriano. Los cinco equipos que logren mejores resultados clasificarán al concurso nacional que se realizará el 11 de octubre en el marco de la ya tradicional muestra que año a año organiza la Fing.
Si bien desde hace varias ediciones de la instancia nacional participan liceales y estudiantes de UTU de Salto, Rocha y Tacuarembó, esta es la segunda vez que se abre para quienes asisten a centros de Montevideo y departamentos cercanos. Desde el equipo visualizaron que es necesario generar una instancia previa para esos estudiantes, ya que en la capital es donde hay más liceos y escuelas técnicas. De otra forma, sería complicado poder atender la demanda, detallaron los integrantes de la organización.
En el certamen, los grupos de estudiantes, que pueden pertenecer a cualquier orientación o carrera, tienen cuatro horas para construir un puente con materiales que les son comunicados una semana antes, junto con el reglamento. Según detalló Martínez, en otras ediciones se ha construido con espuma plast, cartón, palos de brochette, papel y distintos tipos de adhesivos. “Parte de lo divertido es ingeniarse”, aseguró. Una vez que los puentes son construidos, se les van colocando pesas en forma progresiva y ganan las construcciones que tengan más resistencia. En caso de empate, se define en favor del puente que sea más liviano.
La información del evento y de las inscripciones puede consultarse en la página web del grupo.
Una puerta de entrada a la ingeniería civil
Consultado sobre el clima que se vive en el evento, Segura dijo que lo que prevalece es la motivación de los jóvenes y adolescentes, y planteó que conviven tanto la competencia como la colaboración entre los estudiantes. En el caso de la categoría para estudiantes de liceo o UTU, además, pueden concurrir con un “coach”, que es un adulto que en general es un profesor o un familiar de alguno de los integrantes del grupo.
En tanto, mencionó que, además de la alegría de quienes ganan y obtienen alguno de los premios económicos, quienes no logran el objetivo muchas veces se preocupan por ver en qué aspectos fallaron para volver al año siguiente. No obstante, también hay quienes lo viven con mayor frustración, ya que “son muchos estudiantes de perfiles muy distintos”. Según ilustraron los integrantes del equipo, el año pasado llegaron 80 estudiantes a la instancia clasificatoria y, si bien muchas veces provienen de orientaciones como Arquitectura o Ingeniería, en muchos casos son de otros trayectos.
En ese sentido, es frecuente que en algunos casos la participación en el certamen termine siendo el empujón final para anotarse a la carrera de Ingeniería Civil, a la que está vinculado el equipo de Hormigón Estructural. Segura, docente de la Fing, y Martínez, quien se desempeña como ayudante, comentaron que, más allá de las bases teóricas en física y matemática, buena parte de la carrera pasa por la experimentación y, por lo tanto, el concurso es una buena puerta de entrada. “Hay un montón de factores que no considerás a partir de la teoría y que están interviniendo; entonces, terminás ajustando los modelos con experiencia práctica”, planteó Segura.
De hecho, el docente señaló que las maquetas que se generan en el concurso “en muchos casos representan muy bien los comportamientos” que tienen los puentes que se construyen en la realidad. Por tanto, explicó que “los tipos de problemas que se ven en un puente real se duplican, obviamente a escala, con cargas y materiales distintos, pero se reflejan muy bien”. En ese sentido, usarlos con un “ojo didáctico” sirve para aprender los efectos que es difícil ver en la realidad, ya que no es tan frecuente ver videos de colapsos de estructuras de ese tipo. El propio equipo docente está realizando una recopilación de las imágenes del certamen para incluirlas en una guía didáctica.
Al respecto, Segura señaló que, en comparación con el resto del mundo, “en Uruguay estamos relativamente lejos en cuanto a experimentación de las cosas que hacemos”. Eso hace que no haya “una clara noción de cómo se comportan las estructuras y si lo hacen exactamente cómo las estamos diseñando”, concluyó.