Después de la presentación de propuestas para los candidatos a la presidencia realizada este miércoles, los sindicatos de la educación uruguayos reciben durante hoy y mañana a organizaciones sindicales de la región, en un encuentro regional de la Internacional de la Educación (IE), organización que a nivel mundial nuclea a cientos de sindicatos de trabajadores de la educación.

El encuentro apuntó a evaluar la marcha de una campaña lanzada en 2023, titulada “Por la pública”, que apunta a poner freno a la privatización que, según la IE, se está dando desde hace años en los sistemas educativos de todo el mundo.

Según explicó a la diaria Mario Aguilar, actual presidente del Colegio de Profesores de Chile, los sindicatos tienen un diagnóstico por el que las “políticas privatizadoras”, que tienen un estado más avanzado en países como Chile, fortalecen el “enfoque neoliberal en educación”. Al respecto, apuntó que tiene “consecuencias bien nefastas” que se pueden ver “prácticamente en todos los países del mundo”.

“Lo que hay detrás de este intento de debilitar la educación pública y promover la educación privada son los negocios que van asociados a ello”, planteó Aguilar, y añadió que se trata de una concepción de la educación que la considera “un producto más del mercado”. Según argumentó, de acuerdo con este enfoque, “es perfectamente lícito negociar con la educación, lucrar e instalar una industria educativa”, algo que desde la IE consideran que “tiene un impacto muy negativo sobre el derecho a la educación”. Al respecto, Aguilar sostuvo que, en esos casos, “el derecho a la educación pasa a depender de la capacidad y el poder adquisitivo que tenga la familia o que tengan los estados para contratar servicios educativos más que proveerlos”.

Consultado sobre algunas críticas que reciben este tipo de planteos, como que los sindicatos no están agiornados, Aguilar respondió que se trata de un debate “tramposo” y que muchos de quienes están a favor de darles más protagonismo a actores privados en la educación también controlan distintos medios de comunicación. En ese sentido, habló de la presencia de “fake news” cuando se dan ese tipo de discusiones y que una de ellas es que la educación privada obtiene mejores resultados que aquella que es directamente impartida por el Estado, noción que, según lamentó, está instalada en el sentido común de buena parte de la población.

“Cuando uno desagrega los datos de los resultados educativos y los revisa por grupo socioeconómico, la educación privada no es mejor que la pública”, dijo con base en distintos estudios sobre el tema. Como ejemplo de cómo un sistema educativo muy permeado por actores privados no logra mejorar resultados el sindicalista habló de su país, en el que este tipo de políticas se aplican desde hace más de 40 años, cuando el dictador Augusto Pinochet estaba en el poder. Según apuntó, no sólo no hay muestras de mejora a nivel de resultados educativos, sino “todo lo contrario”.

Por su parte, habló de distintos países europeos que han sido referentes en materia educativa desde hace décadas, en los que también han permeado políticas con ese enfoque y que han tenido “regresiones” en los últimos años.

Respecto del rol que los sindicatos tienen para jugar en un contexto político que en la región está marcado por la alternancia de la derecha y la izquierda en el poder, Aguilar planteó que siguen siendo una importante herramienta de la defensa de derechos de los trabajadores y de la educación pública, pero que también deben revisar su rol de manera autocrítica. Al respecto, sostuvo que al plano reivindicativo debe agregarse la capacidad de “entrar al debate” sobre educación y hacer propuestas sólidas y basadas en evidencia.

Según planteó, las organizaciones sindicales deben “tomar la experiencia pedagógica” que tienen para “convertirla también en desarrollo de teoría pedagógica acorde a las necesidades”. “El problema de la educación en el mundo no es sólo de financiamiento o de gestión administrativa, es también en el aula. Hay, de alguna manera, una concepción educativa retrasada que ha quedado obsoleta frente a los avances de la tecnología, en las comunicaciones, frente al acceso a la información que tienen los estudiantes y, en ese sentido, hay un desgaste que como sindicatos también tenemos que asumir”, concluyó.

Sindicatos no están conformes con política educativa en Chile y la consideran “tibia”

Consultado sobre la actual situación de política educativa en Chile, Aguilar afirmó que si bien “hay un intento” por que el Estado tenga mayor peso, “el problema es que, una vez que se instalan” las políticas que dan protagonismo a actores privados, son “muy difíciles de desactivar”.

“Aunque haya voluntad de los actores políticos, se instalan intereses económicos, por un lado, pero también ideológicos, porque todo esto no es sólo un interés económico, sino también el de instalar una cierta concepción de sociedad y que la educación sea un elemento transmisor de esa concepción”. Según definió, se trata de “una concepción en la que todo es negocio y todo es transable en un mercado donde se legitima el lucro en cualquier área, incluso la más vital”.

Contó que el Colegio de Profesores de Chile tiene una mirada crítica de las reformas que se han hecho en el actual gobierno, a las que definió como “tibias”, ya que “moderan un poco el modelo, pero no lo modificaron en su estructura”. “Por lo tanto, la recuperación de la educación pública es todavía un tema pendiente en Chile, aunque sí se logró detener el avance privatizador tan grande”, resumió.