Entre el lunes y el miércoles en la Torre de las Telecomunicaciones se realizará el cuarto congreso uruguayo y primer congreso latinoamericano de “Educación sin exclusiones. Responsabilidad de todos”. El evento es organizado por la Inspección Departamental de Canelones-Centro, ubicada en Pando, de la Dirección de Educación Inicial y Primaria (DGEIP), en articulación con el Centro de Desarrollo e Innovación en Educación Inclusiva y la Facultad de Educación de la Universidad Central de Chile.

En diálogo con la diaria, Luz Santos, inspectora departamental de Canelones-Centro de la DGEIP y organizadora del congreso, contó que el congreso se realizó por primera vez en 2022 bajo el nombre “Educación en debate, niños y jóvenes en el centro”. Los temas abordados fueron variados: desde educación rural, tecnología educativa o pedagogía nacional, hasta investigación, educación artística y el vínculo entre educación y salud.

Santos indicó que la idea partió de la base de que “hay muchísima gente con muy buena formación”, que “muchas veces queda invisibilizada” por la estructura que tiene el sistema educativo, en el que tienen más notoriedad quienes están más arriba en la escala jerárquica. Al mismo tiempo, buscó generar un espacio académico de congreso, que no es tan frecuente a nivel nacional, aparte de los que realizan los distintos sindicatos de la educación a nivel gremial. Más allá de que fue organizado desde la inspección de la DGEIP, se trató de un evento abierto a docentes de todos los subsistemas de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y de la educación no formal, tanto a nivel del público general como en la presentación de ponencias.

En 2023, recordó Santos, consideraron que “Pando era una localidad muy cómoda” para quienes viven en la zona, pero no para el resto del país, por lo que se trasladó a Montevideo. Además, a nivel temático se preocuparon por generar un vínculo de las exposiciones con actividades de investigación, función que, al no ser universitaria, no tiene una presencia importante en la formación docente uruguaya.

En ese sentido, la inspectora contó que trabajaron en conjunto con el Centro Interdisciplinario en Cognición para la Enseñanza y el Aprendizaje (Cicea) de la Universidad de la República, a quienes Santos consideró “aliados importantes”. En concreto, la inspección habilitó la realización de investigaciones del Cicea en el departamento y el congreso fue un espacio para mostrar los resultados y hacer visible la alianza.

Además, dijo que en ese momento iniciaron el vínculo con universidades extranjeras, concretamente con la Universidad de Granada, de España. Según completó, ello ocurrió a través de María José León y María del Carmen López, investigadoras que trabajan sobre el liderazgo del director de la institución educativa para la inclusión educativa. La inspectora contó que el vínculo se mantuvo durante todo el año y se generó una formación virtual para 200 directores para profundizar en el vínculo entre investigación y docencia, a través de la metodología de investigación-acción.

Santos narró que, al final del congreso del año pasado, se generó un vínculo con la Universidad Central de Chile que hizo que esa institución sea coorganizadora del evento de este año para que tomara una dimensión internacional. Según dijo, ello se dio a partir de la alianza con una de las ponentes del congreso de 2024, Cynthia Duk, a quien definió como “una figura muy destacada en América Latina” en relación a la educación inclusiva.

El congreso cuenta con el apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y también del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, organismos que estarán representados en la mesa de apertura. Santos señaló que ese tipo de apoyos son fundamentales para que el congreso se pueda continuar realizando con carácter internacional, posiblemente en otros países de la región.

La necesidad de pensar en otras exclusiones, más allá de la discapacidad

Respecto al evento que se realizará del 3 al 5 de noviembre, Santos señaló que es gratuito, con inscripciones abiertas en la previa y durante todo el evento, con la posibilidad de asistir de forma presencial, pero con actividades que también se emitirán virtualmente a través de Antel TV y del canal de OEI en Youtube, que retransmitirá para todo el mundo. El evento contará con varias ponencias centrales, como las de la propia Duk, su compatriota Andrea Figueroa, el argentino Axel Rivas, la mexicana Sylvia Schmelkes, el español Javier Murillo y las de las uruguayas Andrea Tejera y María Noel Míguez.

Además, habrá espacios para la presentación de ponencias más cortas, de 15 minutos, presentadas por docentes e investigadores de Uruguay y otros países de la región como Argentina, Chile, México, Perú y Colombia. Según detalló Santos, 42 de las postulaciones fueron locales y otras 24 extranjeras, y fueron evaluadas por un comité científico integrado por miembros de distintos países.

Finalmente, quedaron seleccionadas 12 ponencias internacionales y un poco más de 30 nacionales. En todos los casos, debían inscribirse en alguno de los cuatro ejes temáticos planteados para el evento: sistemas educativos y políticas inclusivas para la justicia social; formación y desarrollo profesional docente para una educación equitativa de calidad; enseñanza y aprendizaje en y para la diversidad, e investigación en inclusión y equidad en educación.

En particular, la organizadora habló de la intención de marcar que la inclusión educativa no sólo debe atender a la discapacidad. Al respecto, reconoció que esa área es importante para garantizar la educación inclusiva, pero no es la única y, sin embargo, se la suele tomar como sinónimo de inclusión.

Desde este paradigma, que tomaron del español Gerardo Echeita, consideran que para lograr una educación de calidad para todos no hay que dejar afuera ninguna exclusión: “ni las culturales, ni las raciales, ni las que tienen que ver con condición socioeconómica o con características sexogenéricas”, ilustró.

La inclusión en el sistema educativo uruguayo

Consultada al respecto, Santos consideró que la exclusión asociada a la discapacidad “es una conversación instalada desde muchos años” en el sistema educativo uruguayo. Por ello, en los docentes existe una conciencia sobre la necesidad de la formación para “no dejar a ningún estudiante afuera”. No obstante, valoró que su aplicación tampoco ha sido sencilla, ya que, más allá de que hay formación, “todavía es insuficiente”. “En las aulas hay una cantidad de alumnos que tienen estas características y los docentes sienten que no están formados ni preparados para atenderlos”, resumió.

En relación a las “otras exclusiones”, la inspectora analizó que no se llega al mismo grado de conciencia. “No somos conscientes de que estamos dejando estudiantes excluidos por temas socioeconómicos, culturales o raciales”, dijo, y completó que en estos casos ni siquiera hay formaciones específicas. “Cuando hay formación en inclusión educativa es inclusión en relación a la discapacidad, que es un lugar muy pero muy importante, pero no es el único”, concluyó.

Santos asoció el déficit a nivel formativo en estas temáticas con la evidencia que marca “la necesidad de la intervención oportuna y acreditada”. En un escenario en el que las distintas exclusiones no son abordadas en la formación docente de base y luego hay propuestas limitadas de formación durante la carrera profesional, la organizadora destacó la relevancia que tendrá el congreso. “Creemos que estas actividades de educación más formal tienen que habilitar conversación en relación a esto”, planteó.

Como línea a futuro, Santos habló de la necesidad de “avanzar hacia la conformación de alguna sociedad científica” o de otro tipo que permita sostener este tipo de actividad académica a futuro, más allá de las instituciones que la organizan en la actualidad y de las personas que forman parte de dichas instituciones. “Necesitamos que esto encarne en la sociedad, que no sea un impulso sólo de un grupo pequeño”, reivindicó.