Entre ingenierías y licenciaturas, la Facultad de Ingeniería (FING) de la Universidad de la República (Udelar) ofrece 16 carreras de grado, dos de ellas en sedes del interior. La formación incluye nociones y habilidades para saber hacer cosas que funcionan muy bien desde hace décadas y la sociedad necesita que se sigan haciendo más o menos de la misma forma. Sin embargo, también da herramientas para pensar distintos tipos de innovaciones que solucionen viejos y nuevos problemas o enfrenten desafíos del mundo actual.

Si bien las carreras de la FING que tienen más prensa son las relacionadas con la computación y la informática, hay muchas otras ingenierías que son imprescindibles en la sociedad actual. Para mostrar más en profundidad lo que ya se conoce y para descubrir nuevas facetas de las distintas disciplinas y su aporte a la sociedad, desde hace 17 años se realiza Ingeniería deMuestra, que empezó el viernes y se extenderá hasta la noche del sábado.

Decenas de stands integrados por estudiantes, egresados y docentes de todos los grados de la facultad muestran lo que saben hacer y por qué tiene relevancia social. Si bien el público objetivo son adolescentes y jóvenes, es una actividad abierta a todo público.

Por ejemplo, desde el stand de Ingeniería Civil, Paulo Moreira y Sofía Ceriotti reparten folletos y cuentan sobre los cuatro perfiles de la carrera, que dura cinco años: Estructuras, que consiste en el cálculo y la revisión de estructuras que van desde edificios hasta una ruta o una planta industrial; Construcción, que implica la ejecución, el mantenimiento y la planificación de obras civiles; Hidráulico-Ambiental, que se trata de la gestión de los recursos híbridos, lo que implica el tratamiento, la distribución y recolección, el control sobre la contaminación del agua y también el diseño de obras hídricas, como represas; y Transporte y Vías de Comunicación, que apunta a la planificación, construcción y gestión de sistemas de transporte y obras viales.

En otro stand, Bruno Frankenstein explica qué hace en exhibición un auto de kart: se trata de un proyecto del Laboratorio de Baterías y Electromovilidad de la FING, que implica el cruce entre tres de sus institutos: el de Electrónica, el de Ingeniería Química y el de Ingeniería Mecánica y Producción Integral. En conjunto con la empresa Domz, que les prestó el auto, y con la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), que financia el proyecto, buscarán convertirlo en un kart eléctrico, con la idea de comenzar a producirlos en el país. Para ello, los llevarán a una pista y los compararán con autos que funcionan a nafta y, en función de ello verán cómo mejorarlos para que los igualen o superen en rendimiento.

También estaba en exhibición el robot diseñado por el grupo de investigación MINA para combatir cotorras, malezas y hormigas, y muchos otros proyectos que compiten por ver quién se quedará con el mejor stand, que se definirá a partir de una votación entre los asistentes.

La importancia de la educación tecnológica para el desarrollo sostenible del país

Como parte de las actividades de Ingeniería deMuestra, el viernes se realizó una charla para intercambiar acerca de la educación tecnológica y su vínculo con el crecimiento sostenible, que contó con la participación de referentes de primera línea de las instituciones educativas públicas que ofrecen ese tipo de carreras y también con el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez.

Sánchez, quien agradeció a la FING y a Ingeniería deMuestra por “invitar a la sociedad uruguaya a volver a pensar en grande”, se refirió también a la actual discusión sobre presupuesto y lamentó que el país esté en un momento de “restricción” en ese plano. Según el jerarca, es necesario que, para pensar un desarrollo con soberanía, el sistema incluya a las universidades y a la UTU, pero también a las empresas públicas. En ese sentido, señaló que quizás sea tiempo de pensar en nuevas empresas del Estado en áreas como la biotecnología o las ciencias de la vida. Sánchez dijo que es importante generar condiciones para que los profesionales y científicos que se dediquen a disciplinas científico-tecnológicas no tengan como única posibilidad de inserción laboral las universidades, para lo que es imprescindible que el sector privado genere demanda.

Valeria Larnaudie, rectora de la Universidad Tecnológica (UTEC) y también docente de la FING, dijo que se requiere pensar en el desarrollo del país de forma que permita “satisfacer necesidades del presente”, pero “sin sacrificar oportunidades de futuro”. Según la rectora, el desarrollo se tiene que pensar a partir de tres dimensiones: ambiental, económica y social, donde entra la educación.

Con relación a la social, planteó que hay que tener en cuenta los importantes cambios que se están viviendo, como la baja de la natalidad y la mayor longevidad de las personas, pero también otros como la popularización de la inteligencia artificial (IA) generativa. Según dijo, ello requerirá repensar el mundo del trabajo y las industrias, algo a lo que las instituciones universitarias pueden contribuir. Si bien dijo que cuando se habla del impacto de la IA se hace referencia a los puestos de trabajo que se van a perder, Larnaudie dijo estar segura de que también se generarán nuevas “necesidades de talento”, que incluso serán más que las que se van a perder.

Héctor Cancela, rector de la Udelar, consideró que el sistema nacional de educación pública es una “herramienta para dar capacidades al país” y, en ese sentido, planteó que Uruguay debe apostar a lograr la generalización de la enseñanza superior entre su población. Como algunos instrumentos con los que cuenta el sistema, el rector nombró las carreras e infraestructuras compartidas entre las instituciones que lo integran, principalmente en el interior, al desarrollo de la investigación y de la generación de conocimiento, para lo que consideró clave que crezcan las dedicaciones totales de docentes a la universidad.

En tanto, Wilson Netto, subdirector de UTU, se refirió a las discusiones sobre estos temas que se daban en 2005 y señaló que 20 años después la situación del país y del sistema educativo es otra totalmente distinta, lo que permite pensar en otro tipo de posibilidades. En el caso de la institución que integra, señaló que, de más de 50.000 alumnos de bachillerato, un 30% hace orientaciones tecnológicas, porcentaje similar al de la oferta de educación terciaria de la institución.

Tanto Netto como el decano de la FING, Pablo Ezzatti, se refirieron a una herramienta que, todavía en fase de prototipo, las tres instituciones pensaron para centralizar y facilitar el acceso a la información sobre las carreras científico-tecnológicas que existen a nivel terciario. En diálogo con la diaria, Ezzatti explicó que se trata de un chatbot que permite hacer preguntas e interactuar con la información de la oferta de UTU, UTEC y la Udelar, organizada por disciplina y también por el territorio en que se encuentra presente.

El decano dijo que, si bien lo presentaron en el lanzamiento de Ingeniería deMuestra a través de un código QR, todavía es una “muy primera versión” que se seguirá desarrollando para poder extender su uso en los próximos meses. Además de ser una herramienta para los estudiantes que no tienen definido qué estudiar o quieren conocer distintas opciones, las instituciones esperan que también les brinde información sobre las consultas que los jóvenes hacen.

“Nosotros tenemos una deficiencia en la cantidad de gente que estudia este tipo de carreras. Si alguien quiere preguntar, tiene cierta duda, le tenemos que facilitar lo más posible la información para que rápidamente pueda acceder”, concluyó el decano.