La corriente 27-Praxis, mayoritaria en la Federación Uruguaya de Magisterio - Trabajadores de la Enseñanza Primaria (FUM-TEP), emitió un comunicado a raíz de la resolución que tomó la asamblea de su filial de Montevideo, que desafilió al presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Pablo Caggiani. La asamblea de la filial capitalina de la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu) también aprobó una moción referida a la desafiliación de maestras afiliadas que no acatan los paros, ya que considera que es motivo de desafiliación.
Como las asambleas de Ademu Montevideo tienen un quórum de 2.000 afiliados para funcionar, habitualmente estas convocatorias funcionan formalmente bajo la modalidad de secretariado ampliado, que fue lo que ocurrió el lunes, cuando iniciaron la asamblea 890 maestros. 27-Praxis señaló que las resoluciones sobre la desafiliación se tomaron en “una asamblea sin quórum” y mientras transcurría su tramo final, cuando quedaban “menos de la mitad de los asistentes que había al comienzo”. Además, la corriente sostiene que la moción referida a Caggiani fue votada “sin fundamentación ninguna”.
Según expresa el comunicado, para atender la agresión que originó el paro tanto el sindicato como las autoridades de la ANEP y de otros organismos públicos trabajaron “para dar respuesta a una situación que no es solamente de la Escuela Pública”. “Los encuentros transcurrieron en un clima de bajo riesgo, diálogo, apertura y con la mirada puesta en el resguardo de infancias y maestras”, se afirma.
En ese sentido, desde 27-Praxis, que integra el secretariado de Ademu Montevideo en minoría, se marca que ese clima “no tuvo su correlato” en la asamblea de la filial de la FUM-TEP. Según valoran, las mociones aprobadas sobre el final suponen un rol “inquisidor” por el que, para dar cumplimiento a la medida de desafiliación de quienes no acatan el paro habría que ponerse a revisar los nombres de quienes no adhieren a la medida.
Por su parte, la corriente entiende que las afiliadas tienen “muchas realidades diversas”, por lo cual no es deseable “barrer sin tener un mínimo de empatía”. “Si bien las medidas deben cumplirse, apostamos a la argumentación y el encuentro para sumar voluntades”, señalan.
Respecto de la desafiliación de quienes ocupan cargos políticos, recuerdan que no es algo nuevo, ya que en los pasados gobiernos del Frente Amplio se tomó esa medida con algunos exdirigentes sindicales, como Héctor Florit. En ese sentido, plantean que “nunca antes [de 2005] un docente sindicalizado había ocupado lugares de decisión en materia de política educativa”.
“Para nosotras, defensoras de la independencia de clase y de la autonomía de los sindicatos en la toma de decisiones, es razonable la discusión acerca de quiénes son los que deben formar parte o no del universo de afiliadas y afiliados. En ese sentido, nuestra lista propuso en el secretariado de Ademu Montevideo, varias veces, que existiera una suerte de licencia durante el tiempo en que un afiliado o afiliada estuviera en un cargo de designación político-partidaria. Esto fue desestimado. Así llegamos a una situación de escarnio público”, lamentaron.
Respecto de la trayectoria de Caggiani, que es integrante de la agrupación, señalan que “es un hombre de diálogo, de escucha y de buscar soluciones a los problemas, comprometido con las infancias y adolescencias, pero también con la clase trabajadora”. En ese sentido, recuerdan que fue electo consejero docente en el entonces Consejo de Educación Inicial y Primaria en 2015.
“Podemos decir que para unas centenas de compañeros y compañeros desafilar a Pablo cumple con su sed de destrucción en una concepción sindical de que quienes toman la decisión de ocupar cargos de gobierno son traidores”, concluyen, y califican la resolución de un “error estratégico”, ya que, fundamentan, lo resuelto trasladó la discusión pública sobre la violencia en las escuelas, que era lo que se buscaba con los paros, hacia la desafiliación del presidente de la ANEP.
“Promover la desafiliación de compañeras y compañeros es un camino que resta. Resta voluntades, resta cercanía, resta años de construcción sindical en la que estuvieron compañeras y compañeros que entregaron incluso su vida. Los cambios son con miles, o no son”, concluye el comunicado.