Luego de tres días de paro ante la agresión múltiple que se vivió la semana pasada en la escuela 123 de Flor de Maroñas, la filial montevideana de la Asociación de Maestras del Uruguay (Ademu) decidió este lunes levantar el paro.
El lunes, además, una delegación del sindicato mantuvo una reunión con el presidente de la República, Yamandú Orsi, para trasladarle la preocupación por las violencias en los centros educativos. El presidente los recibió luego de que el sindicato se movilizara frente a la Torre Ejecutiva. En este marco, de noche tuvieron una nueva asamblea en la que decidieron levantar el paro. La presidenta de Ademu Montevideo, Paola López, habló al respecto en la diaria Radio en la mañana de este martes.
“Llegamos a un punto de saturación con las condiciones en las que estamos trabajando”, aseguró López. En ese sentido, hizo hincapié en la necesidad de que haya un involucramiento de otros actores, como la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y el propio presidente de la República, para afrontar los conflictos en las escuelas públicas que, a entender del sindicato, “devienen de las situaciones de deterioro del entramado social”.
“Si bien cada escuela, jardín y equipo docente lo afronta con compromiso, desplegando nuevas estrategias, llega un punto en que, si no tenés la incidencia de otros actores, llega el desborde. No queremos llegar a un punto de que cada vez más compañeras estén certificadas, teniendo que dejar las escuelas porque se nos van acabando esas estrategias”, manifestó.
En ese marco, defendió la medida de paralización de las actividades en las escuelas públicas del país durante tres días, ya que, aseguró, hasta el primer día de paro estaban “en cero” las respuestas para enfrentar la situación y concientizar al respecto.
“Al día de ayer ya habíamos transcurrido un camino de negociaciones” junto a las movilizaciones, que redundaron en ciertos acuerdos para que finalmente decidieran levantar el paro, dijo López.
Especificó que la escuela 123 –y la 55, que funciona en el turno de la tarde en el mismo local– tendrá servicio de portería por el resto del año, participará en el programa Escuelas Disfrutables y contará con la presencia del Ministerio del Interior mediante mayor patrullaje, ya que entienden que “no es sólo la escuela la que vive la tensión, sino el barrio”. En ese sentido, apuntó que la ANEP llevará adelante “todos los procesos que tienen que ver con la reinserción de la familia que agredió” y destacó que “es fundamental pensar en eso, porque la niña que es hija de esta familia es víctima de ese estado de violencia y necesita reinsertarse de forma educativa”.
Asimismo, señaló que está el compromiso de que se den las “garantías para todo el colectivo docente” de ambas escuelas y también para las familias que presenciaron el hecho de violencia, ya que “necesitan estas señales, que son claramente políticas, de que a nosotros nos están cuidando de verdad”.
Por otro lado, dijo que sobre la mesa de las negociaciones ha estado también la necesidad de que cuando suceden episodios de violencia “haya una inmediatez, una celeridad en el asunto” en la órbita de Fiscalía. Por último, López aseguró que lograron “ganar el derecho laboral” de las maestras agredidas en la escuela de Flor de Maroñas, y que “estos tres días de paro no van a implicar descuento en sus haberes ni una lesión en su actividad computada”.
En la asamblea del lunes también hubo otra resolución que trascendió en voz del propio presidente de la ANEP, Pablo Caggiani, quien en su cuenta de X informó que Ademu Montevideo había resuelto su desafiliación. “Hay un cúmulo de la actuación del rol político que desarrolla Pablo Caggiani que llevó a que varias compañeras votaran afirmativamente”, señaló la sindicalista.
Aun así, manifestó que es una discusión histórica dentro del sindicato la de si aceptar o no que una persona afiliada pueda tener a la vez un rol político. Para López, se trata de algo “incompatible”. Al mismo tiempo, narró que “no es la primera vez que en una asamblea se toma la medida de desafiliar a alguien que está ocupando un rol político”. “No queremos darle trascendencia; queremos que el presidente de la ANEP esté ocupado en resolver las situaciones que tenemos en las escuelas en este momento”, apuntó.
En su posteo en la red X, Caggiani también señaló que “la mitad de las maestras de Montevideo” habían sido desafiliadas del sindicato. Consultada al respecto, López dijo que esa afirmación no es correcta. Según aclaró, en la asamblea se aprobó una moción que habla de la necesidad de acatar los paros y de una posible desafiliación por no hacerlo, pero no de forma retroactiva a las medidas tomadas en los últimos días. Por su parte, tampoco se previó una instrumentación concreta de esa resolución.
La reunión con Orsi
López valoró que, luego de que el sindicato desplegara denuncias, acciones y movilizaciones, al presidente de la República “le haya llegado el mensaje” que estaban pidiendo: “Que se golpea a una institución legítima y representativa de la democracia” como la escuela, aseguró.
En ese marco, la presidenta de Ademu Montevideo dijo que Orsi reconoció que lo sucedido en la escuela 123 “era grave” y que, por lo tanto, “tomaba cartas en el asunto en lo que tenía que ver con la interconexión de las políticas sociales y su lugar ejecutivo para poder encauzar lo que tiene la inmediatez del ejercicio de esas políticas sociales”.
Durante la reunión, el sindicato también planteó su disconformidad con el presupuesto que el Poder Ejecutivo planea otorgar a la educación: “Mucho de lo que vivimos deriva de años en los que no se atendió a la escuela pública con inversión en infraestructura, en recursos humanos, la desprotección en las condiciones de trabajo que claramente redunda en las condiciones de aprendizaje para las infancias”.
A su vez, destacó que Orsi manifestó su “compromiso” con “acelerar” los procesos en Fiscalía cuando se dan estas situaciones de violencia en los centros educativos.
Desde lo simbólico, López subrayó que le manifestaron la necesidad de “visualización del problema hacia la comunidad y la opinión pública en general, en el entendido del desarrollo de campañas de bien público u otras cuestiones para trasladar el mensaje de que asumen como autoridad política el problema que está instalado hoy en las escuelas públicas”. Vinculado a esto, manifestó que la transmisión del problema debe hacerse junto con la afirmación de que se trata de un conflicto “de la sociedad y del deterioro del tejido social, que deriva de un análisis de que las políticas sociales han faltado en el territorio para que las familias que acuden a la escuela pública tengan esa contención y una vida digna: condiciones materiales, de vivienda, de trabajo, de seguridad social”.
Cómo sigue la escuela 123
En la primera conferencia de prensa de Ademu Montevideo luego del episodio de violencia en la escuela 123, lo definieron como un “punto de inflexión”. Consultada al respecto, López dijo que “lo que caracteriza a este antes y después refiere al pienso previo y la forma organizativa en que se llevó a cabo el hecho de violencia”. Si bien dijo que las situaciones de violencia se “vienen incrementando”, planteó que en la mayoría de los casos se vinculan a “situaciones de salud mental no atendidas o a problemas de las familias”, pero que no tienen por detrás una “cuestión deliberada previa” de ir a agredir, ni tampoco el pienso de ir con más gente para intervenir en el conflicto y no permitir que se disuelva la situación. “Hubo gente protegiendo a quien estaba agrediendo”, manifestó. Por otra parte, destacó la particularidad “fundamental” de que hubo “agresión a niños y niñas dentro del espacio”. “No puede volver a pasar”, aseguró.
En este marco, señaló que desde hace seis o siete años “se han incrementado” las violencias en el entorno educativo, algo en lo que influye una vinculación al narcotráfico. “Bandas de narcotráfico están presentes y no podemos mirar para el costado”, dijo, y aseguró que hijos e hijas de personas vinculadas al narcotráfico van a la escuela pública y eso “se percibe”. Además, subrayó el incremento de balaceras en los entornos educativos: “No hemos pasado a mayores porque, por la suerte o el azar, ninguna bala dio en un niño, pero quedaron las paredes con esos testigos de la violencia. Vemos ese avance en los conflictos que se terminan desarrollando dentro de la escuela, en cómo se vinculan los niños y las niñas que crecen en esos entornos de violencia”, manifestó.
Por este motivo también se habla de una “saturación” que se vincula a “una escasez de recursos en la escuela que enriquezca el abordaje de esas situaciones”. “Por eso pedimos formación específica, intervención de equipos multidisciplinarios presentes de forma permanente en las escuelas”, dijo López. Al respecto, aseguró que esto es “clave”, porque ante “problemas complejos” dentro del centro educativo se necesita “un abordaje que tenga una integralidad, porque hoy la escuela pensada con maestros, maestras, un profesor de educación física o, con suerte, profesoras de arte y el personal no docente no alcanza”.