En una reunión de la Comisión Coordinadora del Sistema Nacional de Educación realizada este lunes en el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) se definió que el año que viene se convocará a un nuevo Congreso Nacional de Educación. El último se llevó a cabo en 2017 con el nombre de la educadora Enriqueta Compte y Riqué. Hasta ese momento, la convocatoria era obligatoria en cada período de gobierno, pero con la ley de urgente consideración la administración lo volvió opcional y finalmente no lo convocó en todo el período.
En el marco de la campaña electoral, desde el Frente Amplio se había marcado que no sólo se volvería a convocar al congreso, sino que sus decisiones serán vinculantes para la toma de decisiones, lo que incluso generó críticas del entonces titular del MEC, Pablo da Silveira.
La comisión coordinadora, que reúne a representantes de los principales entes de la educación, de otros organismos públicos vinculados a la temática y de la educación privada, definió este lunes la convocatoria a un nuevo congreso y la integración de una comisión organizadora. Dicha comisión está integrada por instituciones educativas públicas y privadas, sindicatos, gremios estudiantiles, partidos políticos, gremiales empresariales, el PIT-CNT y el Congreso de Intendentes.
Además, la comisión tendrá una mesa ejecutiva integrada por la subsecretaria del MEC, Gabriela Verde; la consejera de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) Carolina Pallas; el prorrector de Enseñanza de la Universidad de la República, Pablo Martinis; el consejero de la Universidad Tecnológica Marcelo Ubal; el director de Formación Militar del Ministerio de Defensa Nacional, Diego D’Elía; y el director de Formación Policial del Ministerio del Interior, Henry de León.
A su vez, la comisión coordinadora definió que el próximo congreso tendrá cuatro ejes temáticos, organizados a su vez en subtemas. El primero será “educación como derecho” y abordará la “convivencia en ámbitos educativos”, la “educación integral a lo largo de la vida”, además del vínculo entre educación y desarrollo cultural, científico y tecnológico del país. Otro de los temas de ese eje será “una educación sin barreras”, en el que se nombran específicamente algunos desafíos de la actualidad, como desigualdades de género y generaciones, la inclusión de la población migrante y de quienes tienen discapacidad, además de la dimensión étnico-racial.
El segundo eje será “educación y participación” y dentro de él se abordarán distintas “experiencias pedagógicas comunitarias”, bajo la pregunta “¿cómo garantizar espacios para quienes aún no los tienen?”. También se discutirá sobre “diversas formas de articulación educación-territorio”, que incluye la educación no formal, y el rol de los estudiantes en la construcción del sistema educativo.
El tercer eje, “trayectorias educativas a lo largo de la vida”, tendrá como foco la articulación de distintos actores del sistema educativo para garantizarlo, la formación continua de educadores y la existencia de distintos desafíos para el acceso, la permanencia y el egreso.
“Nuevos desafíos educativos: virtualidad e inteligencia artificial” será el cuarto y último eje, que buscará sacar en limpio potencialidades y obstáculos para el abordaje en el sistema. Dentro de dicho eje estarán los temas “nuevas formas de sociabilidad” y “ambiente, sostenibilidad y educación”.
En una rueda de prensa, el ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, planteó que la convocatoria al congreso se da en el marco del trabajo de la comisión coordinadora de todo el sistema educativo uruguayo, que tiene como foco “mejorar la calidad educativa, la ampliación de la participación y particularmente la articulación” entre los actores que lo integran.
El ministro aclaró que, a través de su mesa ejecutiva, la comisión organizadora será la encargada de articular el trabajo a nivel central con el que se realice en los distintos territorios, de forma que sea efectivamente un congreso nacional. En ese sentido, marcó la importancia del trabajo que se realice durante todo el proceso de trabajo y no únicamente en la etapa final, en la que los distintos plenarios llegan a conclusiones y emiten resoluciones sobre los distintos temas.
“Se trata de lograr, durante un proceso de un año, el involucramiento de los actores educativos. Y me refiero, por supuesto, a los docentes, pero también a los estudiantes y a abrirnos a la sociedad en su conjunto. Es decir, los referentes familiares, la sociedad civil puede, y creo que también debería, ser parte de los aportes”, planteó Mahía.
Consultado al respecto, dijo que, si bien se están manejando algunas posibles fechas, aún no está definido en qué momento del año se realizará el congreso. De todas formas, esbozó que, posiblemente, la etapa plenaria sea sobre el final del año.