En el último tramo del gobierno de la coalición multicolor, miles de docentes pudieron efectivizar sus cargos a raíz de distintos concursos abiertos para 19 asignaturas por parte de la Dirección General de Educación Secundaria (DGES). Más allá de la buena noticia, ya que no se hacían concursos de docencia directa en el organismo de esa magnitud desde 2014, el proceso estuvo marcado por algunas complejidades.

En primer lugar, el departamento de concursos de la DGES se vio desbordado con la cantidad de trabajo que se generó y ello impactó luego en el desempeño de los distintos tribunales que se generaron para evaluar los méritos de los miles de postulantes. La situación generó múltiples reclamos y recusaciones, e incluso que la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) denunciara públicamente el “deterioro institucional” en el organismo.

En los concursos realizados entre 2023 y 2024 no estuvo el de Educación Física y, a pedido de la inspección de la asignatura, la DGES abrió un concurso a la efectividad en dicha materia, aunque recién lo hizo a pocas semanas de que las actuales autoridades dejaran sus cargos, el 7 de febrero de este año. Según se estipuló en las bases, la convocatoria, dirigida a quienes integraban la lista II B de docentes interinos, estuvo abierta del 14 al 21 de febrero y el listado de docentes fue publicado este viernes, unos días después de lo estipulado en la convocatoria, que fijaba como límite el 17 de marzo.

No obstante, desde el inicio el concurso generó distintas quejas por parte de los docentes de Educación Física. En primer lugar, por el criterio restrictivo que tomó la DGES sobre los habilitados a presentarse al llamado. Si bien las bases no lo especificaban, el organismo definió que sólo pudieran concursar quienes estuvieran en la lista IIB de interinos hasta diciembre del año pasado, lo que generó el reclamo de quienes ingresaron durante febrero.

Por su parte, otro reclamo, planteado a Fenapes por varios docentes a título individual, tiene que ver con los puntajes elaborados por la DGES para valorar los distintos ítems de los concursantes. En concreto, llamó la atención de muchos profesores el importante peso que las autoridades de Secundaria le dieron al ítem “posgrados”, en comparación tanto con los concursos de asignaturas realizados en 2023 como con el concurso de Educación Física anterior, realizado en 2014.

Según consta en las bases de la convocatoria, como máximo un postulante podía ser evaluado con 250 puntos, 32 más que en el concurso de efectividad de las demás materias realizado en 2023 y 42 más que en el concurso de Educación Física de hace diez años. Las diferencias más notorias en las bases se dan en el importante peso que se le da a la formación de posgrado en la convocatoria a profesores de Educación Física. En cambio, en los concursos anteriores, tanto de otras asignaturas como en el anterior de Educación Física, tenían un mayor peso los estudios de grado. De hecho, en 2014 ni siquiera existió un ítem específico para posgrados.

En la convocatoria realizada por la DGES en 2023 para otras materias, los doctorados tenían un valor máximo de 30 puntos, pero en la de Educación Física valieron hasta 50; en el caso de las maestrías, en 2023 otorgaban 20 puntos, pero ahora tuvieron un valor de 40, el doble. Por su parte, en 2023 se otorgaba un máximo de 10 puntos para los diplomas y 10 puntos para especializaciones, puntaje que fue de 20 y 30 puntos, respectivamente, en el concurso de Educación Física. Por su parte, en esta última convocatoria también se creó un ítem específico para tecnicaturas, que fue valorado con 30 puntos como máximo.

En la convocatoria para Educación Física se redujeron drásticamente los puntajes para quienes cuentan con otro título universitario y también para quienes tienen formación completa de profesorado, ya que pasaron de valer 20 y 15 puntos, respectivamente, en los concursos anteriores, a tener un valor de 5 puntos en cada caso. Por su parte, en el concurso de Educación Física de este año contar con estudios universitarios inconclusos sólo vale 2 puntos, cuando en los llamados anteriores los concursantes podían obtener hasta 10 puntos. Por ejemplo, para Educación Física contar con estudios universitarios incompletos valía menos que haber realizado cursos puntuales con evaluación final (5 puntos) y sin ella (3 puntos).

A diferencia de las convocatorias anteriores, en el actual concurso para profesores de Educación Física no hubo puntajes específicos para la obtención de premios al mérito escolar –que habían sido valorados en 10 puntos–, la obtención de títulos de perfeccionamiento docente –que valían 15 puntos–, ni tampoco la obtención de otros títulos de formación docente distintos al de profesor de educación media –que tenían un valor de 10 puntos–.

Estos cambios en los puntajes llevaron a que se generaran quejas y señalamientos por distintas vías. En particular, profesores con mayor antigüedad y experiencia en el subsistema consideran que, con los mencionados puntajes, quedarían en clara desventaja respecto de los licenciados en Educación Física sin tanta experiencia en la educación media pero con estudios de posgrado.

El ordenamiento final

En el concurso fueron aspirantes los hijos de Maris Montes, actual subdirectora de Secundaria, quienes luego de la evaluación de los méritos por parte de los tribunales quedaron en los lugares 1 y 13 del listado de 570 concursantes. Según supo la diaria, ambos quedaron por encima de muchos docentes con mayor antigüedad en el sistema, lo que marca que tendrán alta prioridad en la elección de horas docentes de 2026, cuando comenzará a regir el nuevo listado.

Teniendo en cuenta el cambio de criterio en las bases, la postulación de los hijos de la jerarca comenzó a hacer ruido en muchos profesores de Educación Física en el proceso del llamado. Según confirmaron desde Fenapes, fueron varios los planteos que llegaron al sindicato desde el inicio de la convocatoria.

Consultada por la diaria, Montes se mostró sorprendida con que existan cuestionamientos a la participación de sus hijos en el concurso y dijo que, de la misma manera, hay hijos de inspectores de Educación Física que concursaron, igual que pasó anteriormente con otras asignaturas. En ese sentido, planteó que está dispuesta a tomar medidas legales por “discriminación” hacia sus hijos en caso de que se hable de un supuesto favorecimiento.

Montes aseguró que ella no tuvo nada que ver con el concurso, que se hizo a pedido de los inspectores de la asignatura, y que nunca en su trayectoria docente en Secundaria los ayudó, ya que ellos “se defienden solos”. “Son muy estudiosos, tienen sus títulos, que no los damos en Secundaria, y no preciso ayudarlos para nada. No hay ningún acomodo de ningún tipo”, dijo.

Por su parte, la jerarca dijo que no hubo recursos formales presentados ante las bases. No obstante, la diaria supo que algunos docentes sí presentaron recusaciones, pero como fueron dirigidas a la DGES y no al Consejo Directivo Central de la ANEP, estas no fueron consideradas. Además, Montes afirmó que los puntajes que se usaron para el concurso a efectividad fueron los mismos que se aplicaron en un llamado a la actualización de méritos para los docentes interinos que permitieron un reordenamiento del listado en el que uno de sus hijos también quedó primero.

“Es increíble que se cuestione que haya personas jóvenes que estudien y que tengan posgrado”, concluyó. De hecho, la subdirectora aseguró que a sus hijos les convenía más que no se realizara ningún concurso debido a que estaban bien ubicados en el listado de interinos.

De acuerdo a la valoración de los tribunales del concurso a efectividad, a la que accedió la diaria, uno de los hijos de Montes obtuvo 90 puntos –de los 132 que se le asignaron en total– en el ítem de posgrados: 40 por tener una maestría, 20 por contar con un diploma y 30 por tener una especialización. En el otro caso, de acuerdo a las bases, fue valorado con 60 puntos en dicho ítem –de 94 puntos que tuvo en total–: 30 por tener una tecnicatura y otros 30 por contar con especialización.