Tras la renuncia de Rodrigo Arim al rectorado de la Universidad de la República (Udelar) para desempeñarse como director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, el vicerrector Álvaro Mombrú ejerce el cargo de mayor jerarquía de la institución de manera interina. Después de asimilar la sorpresiva renuncia, los distintos colectivos universitarios comenzaron a analizar la situación, y los órdenes entendieron conveniente que la institución tenga un rector electo por la Asamblea General del Claustro (AGC) a la hora de convencer al Poder Ejecutivo y los parlamentarios cuando se discuta la ley de presupuesto quinquenal.

Al planteo inicial de la Asociación de Docentes de la Udelar (ADUR), que indicó la necesidad de que el rector que defienda el pedido presupuestal de la universidad sea elegido a partir de una amplia discusión programática, se sumaron luego el orden de egresados y, más recientemente, la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU). Según supo la diaria, en una reunión interórdenes realizada la semana pasada, la FEUU trasladó una resolución de su Consejo Federal en ese sentido y ya se comenzó a hablar de fechas para convocar a la primera AGC electora del nuevo rector.

Si bien esto deberá ser discutido y aprobado por el Consejo Directivo Central (CDC) de la Udelar en las próximas semanas, los tres órdenes están de acuerdo en que la elección culmine antes de que el proyecto de ley de presupuesto ingrese al Parlamento, lo que ocurrirá como máximo el 31 de agosto. Como la elección del rector no necesariamente se define en una única convocatoria a la AGC, se manejó la posibilidad de que el organismo sea convocado por primera vez para votar a un nuevo rector entre mediados y fines de junio. Si en esa instancia ningún candidato alcanza dos tercios de los 112 votos de la AGC, se pasa a una segunda instancia en la que se requiere mayoría absoluta de integrantes del cuerpo, compuesto por tres representantes docentes, dos estudiantes y dos egresados de cada facultad.

Si esos plazos se confirman, el primer mandato de quien resulte electo no será por cuatro años, sino por el período de tiempo que restaba para que concluyera el rectorado de Arim. De acuerdo a la normativa universitaria, luego de la renuncia o el cese de un rector, si la elección se concreta dentro del plazo estipulado para su mandato, se trata de un período complementario. Si la elección se da por un período complementario mayor a 12 meses, este se contabiliza como un período rectoral completo, lo que, además, quiere decir que sólo se podrá aspirar a una reelección por cuatro años más. En este caso, Arim había sido electo en octubre de 2022, por lo que su mandato se extendía hasta ese mes de 2026.

Documentos programáticos en elaboración, varios de ellos ligados a candidaturas

Después de los pronunciamientos de ADUR y de los egresados, fueron varios los movimientos que propició la inminente elección. El propio sindicato docente conformó un grupo de trabajo para elaborar un documento programático de cara a la elección rectoral, aún en proceso de confección.

El mismo camino tomaron otros colectivos de universitarios, algunos de ellos agrupados en función de candidaturas que fueron tomando fuerza en los últimos meses. La semana pasada se hizo público un blog con el documento “¿Qué universidad queremos?”, plataforma de un colectivo integrado, entre otros, por el docente de la Facultad de Ingeniería (Fing) Gregory Randall, quien es un candidato firme para el rectorado.

Randall ya había sido considerado en 2014 como posible candidato para suceder a Rodrigo Arocena, de quien fue prorrector de Investigación. Sin embargo, esa posibilidad se descartó por requisitos formales, ya que no contaba con un título expedido por la Udelar, como exige la normativa. El docente ahora cumple con ese requisito ya que en 2021 se graduó en la Licenciatura en Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales.

En diálogo con la diaria, Randall señaló que si bien varias personas le han planteado la posibilidad de que sea candidato y él está dispuesto a asumir el desafío, será formalmente nominado cuando algún colectivo se lo proponga. Según supo la diaria, hay al menos dos colectivos de egresados de distintas facultades que están considerando pedirle a Randall que sea candidato, lo que se concretaría en las próximas semanas.

Randall señaló que, más allá de nombres de candidatos, la idea del colectivo es la de propiciar una discusión programática lo más amplia posible. De hecho, el documento publicado fue sufriendo varias modificaciones y agregados desde que se publicó como disparador, hace algunas semanas.

Nicolás Wschebor, también docente de la Fing, integra un colectivo de docentes que comenzó una discusión para elaborar una síntesis programática de cara a la elección, de la que una primera parte fue publicada la semana pasada en la diaria. Según explicó el docente, después de un primer avance que aborda el cogobierno y la forma en que debería organizarse la Udelar, luego de la Semana de Turismo el grupo continuará con otras áreas, como el rumbo de las políticas de investigación y extensión que debe seguir la Udelar.

En su caso, también prefirieron discutir en clave programática antes de definir candidaturas, aunque en paralelo han ido sondeando algunas posibilidades. Según detalló Wschebor, hasta ahora han hablado con varias mujeres grado 5 de la Udelar, pero si bien todas agradecieron la consideración, han rechazado el ofrecimiento. Si bien el colectivo prioriza la posibilidad de que alguna mujer sea la primera rectora en la historia de la institución, no será un requisito excluyente cuando llegue el momento de considerar quién es la persona indicada para cumplir con la visión de universidad definida en los documentos.

Un camino similar están tomando otros grupos de universitarios. Es el caso de quienes promueven la candidatura del exdecano de la Fing y expresidente de ADUR Héctor Cancela. En este caso, están elaborando un documento, también en clave colectiva, que le dé cuerpo a la candidatura.

Por su parte, otro grupo, que es integrado por el decano de Facultad de Artes, Fernando Miranda, trabaja en elaborar otra plataforma con líneas programáticas. En diálogo con la diaria, Miranda señaló que la propuesta de que sea candidato le llegó a través de docentes de las tres áreas de conocimiento de la Udelar: el Social y Artístico, el de Tecnologías y Ciencias de la Naturaleza y el Hábitat, y el de las Ciencias de la Salud. Más allá de que mostró su disposición a asumir la candidatura, Miranda aseguró que será algo que se termine de definir en las próximas semanas, ya que ahora están priorizando la elaboración de las propuestas. Según entendió, la prioridad de este año será la discusión presupuestal, que implica un proyecto a largo plazo, y valoró que Mombrú tiene legitimidad para avanzar en las conversaciones con el sistema político, por lo que “no hay urgencia” para definir candidaturas.

¿Qué proponen los colectivos de cara al próximo rectorado?

Randall sostuvo que, si bien hay algunas diferencias, existen muchas coincidencias entre los distintos documentos finales y borradores que han circulado en los últimos días, algunos de forma pública y otros en privado. En ese sentido, valoró que la discusión comience a partir de ideas y propuestas y no de candidatos, y destacó que, en este contexto, “se puede ir hacia una discusión fraterna” en la que es factible “llegar a consensos sobre aspectos sustantivos” para la Udelar y el país.

Al igual que integrantes de otros colectivos, Randall considera que el clima de discusión será bien distinto al de pasadas elecciones, en las que se contrapusieron candidaturas como la de Rodrigo Arocena y Roberto Markarian, o la de Markarian y Rodrigo Arim. Por ejemplo, cuando Arim fue electo rector, por primera vez, no pudo dar su discurso ante la AGC porque varios cánticos en su contra se lo impidieron desde las barras.

Randall entendió que la campaña rectoral será una oportunidad para discutir “temas de fondo” que siguen pendientes en la Udelar. Precisamente, valoró que eso explica la existencia, en los últimos años, de “discusiones tensas” sobre temas de relevancia menor.

El documento del colectivo integrado por Randall, que entre otros universitarios cuenta con la adhesión de Arocena, menciona algunos aspectos en los que a la Udelar “le falta mucho” por avanzar. Entre estos temas pendientes se detalla que el desarrollo de la investigación “es aún limitado en importantes sectores de la institución”, así como la existencia de “grandes problemas para asimilar el bienvenido crecimiento estudiantil sin generar frustración y desvinculación en un número demasiado grande de jóvenes”.

Además de contar con más recursos para fomentar la carrera docente en la institución, se sostiene la necesidad de “debatir cómo las cargas de cuidado afectan especialmente a las docentes más jóvenes, en particular a quienes ocupan cargos de grado 1 y 2”. Se agrega que 60% de quienes ocupan esos grados son mujeres y “son ellas quienes sostienen las actividades menos valoradas por el sistema de evaluación académica”, lo que muchas veces coincide con etapas “intensivas de cuidados”.

El documento también sostiene la necesidad de “racionalizar” recursos de la institución y se expresa sobre una posible nueva organización institucional en un sentido similar al del documento publicado por el colectivo que integra Wschebor. En concreto, se habla de la importancia de pensar ese punto en concordancia con la redefinición de un Sistema Nacional de Educación Pública (SNEP) y que, en el caso de la Udelar, se podría ir hacia “estructuras de menor tamaño pero gran autonomía y especificidad”. “Algunos han propuesto la posibilidad de crear otras universidades públicas, hijas de la Udelar. Los fines perseguidos son similares, quizá el diálogo para el diseño de la propuesta permita generar acuerdos sólidos”, se agrega.

Las líneas que promueve la candidatura de Héctor Cancela

En diálogo con la diaria, Cancela, el único candidato hasta ahora confirmado, adelantó algunos de los lineamientos que vienen trabajando con el colectivo que lo impulsa como rector. Según dijo, el próximo rectorado transcurrirá en un período de incertidumbre en relación con las posibilidades de cooperación internacional, en un contexto mundial “cada vez más difícil”, pero al mismo tiempo habrá una oportunidad de obtener más recursos en un contexto de cambio de gobierno y de discusión presupuestal a nivel nacional.

En ese marco, algunos de los lineamientos que están conversando pasan por la necesidad de fortalecer las actividades de enseñanza, investigación y extensión, y avanzar con mayor profundidad en la integralidad de las tres funciones combinadas. En ese marco, habló de la necesidad de que la Udelar funcione de manera “abierta” y respetando su autonomía, pero “en diálogo” con el país y sus principales necesidades, también en el marco del SNEP.

Otra de las líneas que mencionó Cancela marca la importancia de reconocer el aporte de la Udelar y sus servicios de atención en salud y, en concreto, completar la integración del Hospital de Clínicas al Sistema Nacional Integrado de Salud. En el mismo sentido se expresó Miranda, quien también planteó la necesidad de convenios entre los servicios de la Udelar que forman profesionales de la salud e instituciones públicas y privadas para mejorar las posibilidades de prácticas. Ambos marcaron también que la Udelar debe ser un actor fundamental del ecosistema de ciencia, tecnología e innovación que se propone generar el país, también repensando las políticas que se definen dentro de la institución.

Por su parte, al igual que otras plataformas, Cancela planteó que se debe “seguir construyendo una universidad más saludable, libre de violencia y discriminaciones”, al tiempo que es necesario mejorar las condiciones de estudio y trabajo. En esta línea, además de las soluciones que pasan por mayor presupuesto, mencionó la relevancia de “revisar las prácticas universitarias”, lo que incluye mirar los horarios de clase, metodologías para atender a una población estudiantil cada vez más diversa, el otorgamiento de becas y también “tener concursos en forma regular” para que los funcionarios técnicos, administrativos y de servicio “puedan desarrollar su carrera”. En esta área, también señaló la importancia de generar “cambios culturales”, de forma que no sea posible que se vivan situaciones de discriminación en la Udelar, y atender múltiples dimensiones, como “género, discapacidad, racialización y migración”.

Mejorar salarios universitarios, una nueva Ley Orgánica y reducción de la jornada laboral

En tanto, Miranda se refirió a otro tema que también aparece en los énfasis marcados por los distintos colectivos: la necesidad de repensar la gobernanza de la institución y de revisar el funcionamiento del cogobierno para potenciar la herramienta. En ese aspecto, dijo que se debería contemplar en la toma de decisiones de la Udelar a servicios que tienen varios años de funcionamiento y a los Centros Universitarios Regionales, cuyo desarrollo también debe ir acompañado de infraestructura y recursos humanos acordes, según planteó.

Destacó la necesidad de potenciar el funcionamiento de las áreas de conocimiento que agrupan a distintos servicios de la Udelar y también de pensar en una lógica de seguimiento de las trayectorias de estudiantes y docentes dentro de la institución. En ese plano, sostuvo que es viable incorporar el uso de tecnología y también dijo que la Udelar puede ser “un laboratorio” a la hora de pensar en la reducción de la jornada laboral. Según dijo al respecto, las formas de trabajo se han modificado en la institución y podría pensarse en un esquema de cuatro días de la semana laborables y tres de descanso, pero, de todas formas, sería algo a discutir con los sindicatos de la Udelar y también con el PIT-CNT y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

Al igual que los demás colectivos, el grupo que impulsa la candidatura de Miranda como rector plantea la necesidad de equiparar los salarios universitarios a los del resto de la educación pública, sobre todo para los grados 1 y 2, particularmente postergados. Otro punto común se vincula a la gobernanza y, con distintos énfasis, todos los grupos señalan la importancia de pensar en una nueva ley orgánica para la Udelar. Al respecto, el decano de Artes sostuvo que debe ser pensada en el marco de un SNEP, que no existía en 1958, cuando fue sancionada la Ley Orgánica vigente, y, por ejemplo, tener en cuenta la creación de una Universidad de la Educación, como propone el actual gobierno.

En su caso, también señaló que quizás sea conveniente revisar el régimen de Dedicación Total de docentes, al que valoró como una importante herramienta de producción de conocimiento en el país. En ese sentido, dijo que es factible ampliarlo y pensar en distintos perfiles, como algunos más clínicos, vinculados a docentes del área de la salud.