“El monitor levanta centros, pero alguien tiene que cabecear”, manifestó Andrés Peri, director de Planificación Educativa, en la presentación del 22º Monitor Educativo de Educación Inicial y Primaria, que refiere a los datos del año lectivo 2024.
En el edificio sede de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), la División de Investigación, Evaluación y Estadística de la ANEP y la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP) presentaron los principales resultados del estado de situación de la educación pública escolar en Uruguay mediante la sistematización de “la cantidad de centros educativos, estudiantes matriculados y resultados educativos”, como la repetición y la asistencia.
Para Peri, uno de los “centros que levanta” el monitor es “tener información fidedigna, confiable, consistente, sobre los aspectos de promoción y asistencia, para trabajar en políticas para ir mejorando la situación educativa del país”. Se mantienen tanto las tendencias de los últimos años como la preocupación de las autoridades: la matrícula descendió en inicial y primaria, la tasa de asistencia fue similar a la de 2023, pero aún no alcanza los niveles prepandemia, y la repetición se acrecentó junto con mayor índice de calificaciones insuficientes en los grados no habilitados.
Se trata de “tendencias sólidas, como la natalidad, que genera menos matrícula, menos cantidad de niños y niñas ingresando a las aulas; la de la repetición, por la que volvemos a tropezarnos con la misma piedra de aquella vez que se dijo que no se podía repetir en primero”, dijo Pablo Caggiani, presidente de la ANEP. Respecto de la asistencia, dijo que “todavía no recuperamos los niveles previos a la pandemia y esos niveles no eran buenos”, y también mencionó que se mantienen las brechas educativas según nivel socioeconómico, resumió.
De acuerdo con el jerarca, es necesario “ver de qué manera consolidar algunas de las acciones que resultan positivas, pero, además, de qué manera cambiamos” algunos datos “que no ha movido nadie”. En ese marco, subrayó que “hay un problema” en cuanto a las asistencias y la repetición, y que el afán de la ANEP es el de lograr “una estabilidad que tiene que ver con las formas de pensar la trayectoria educativa, las formas de enseñar y de evaluar el aprendizaje y con un conjunto de reglas que tenemos que poner en la conversación”. “Ya vimos que cambiando un reglamento de pasaje de grado los docentes siguen pensando como el año anterior y el resultado, con el tiempo, es el mismo”, completó.
Matrícula
El 81,5% de los niños y niñas que asistieron a la educación inicial y primaria en 2024 lo hicieron en el sistema público, mientras que el 18,5% concurrió a la educación privada. En números concretos, ese 81,5% implica la atención de 316.250 niños y niñas: 237.506 de educación primaria común, 72.655 de educación inicial y 6.089 de educación especial.
Según se muestra, por cuarto año consecutivo la matrícula pública disminuyó “producto del decrecimiento de la matrícula de educación inicial” que sucede desde 2021. En 2024, la DGEIP atendió 7,6% menos niños que en 2020, lo que se traduce a 26.032 estudiantes.
Aun así, se aclara que el descenso “no responde a un menor nivel de la cobertura ni a un traspaso al sector privado, sino al impacto de la gran caída de los nacimientos registrada en el país desde 2016”.
La disminución de la matrícula se traduce también en la disminución de estudiantes por grupo, aunque en ciertos lugares continúa la sobrepoblación. A pesar de ello, el monitor señala que también por cuarto año consecutivo el tamaño medio de los grupos de primero a sexto año bajó a 21,3 alumnos. En primer año, en particular, la disminución también se constató de manera “importante”, ya que llegó a 19,3 alumnos por grupo, “lo que es consistente con la caída de la matrícula y con la no habilitación de la repetición en ese grado”.
Los grupos numerosos son los de 30 o más estudiantes; al respecto, en el monitor se especifica que en 2024 se retomó “la tendencia descendente” que se había interrumpido en 2022 y 2023. El año pasado hubo 461 grupos en esa condición y se “concentran particularmente en algunas regiones como Canelones este y centro y en las escuelas de tiempo completo”.
Respecto de las escuelas con extensión del tiempo pedagógico, los datos muestran que el 24,3% de la matrícula de primero a sexto año asistió a estos centros y que “la mayor prevalencia de esta modalidad se ubica en las escuelas de nivel sociocultural medio (quintil 3)”, mientras que en inicial el 30,8% de los alumnos asistieron a estas escuelas o jardines.
Por otra parte, en la educación inicial la cantidad de niños y niñas por grupo disminuyó por quinto año consecutivo hasta llegar al “mínimo histórico” de 18,7. En sintonía, también se redujo la cantidad de grupos numerosos en comparación con 2022 y 2023: de 141 pasaron a ser 117.
Gabriela Salsamendi, titular de la DGEIP, se refirió en la presentación del monitor a la caída de la matrícula: “Nos obliga a repensar las lógicas de un maestro por grupo, o determinada cantidad de inspectores por tanta cantidad de escuelas, y no solamente a pensar en función de los cargos, sino en la calidad que queremos que tengan esas interacciones entre adultos y niños”.
Por otra parte, especificó que, a pesar de que “debería haber aparecido emparejada una caída de grupos numerosos” con el descenso de la matrícula, “en 2024 había un total de 578 grupos en la franja de 31 a 35 niños y al 1º de abril de 2025 teníamos más de 900 grupos en esta situación”. La directora general considera que se trata de cantidades “impactantes” y señaló que es necesario prestarles atención.
Por otro lado, en referencia a la extensión del tiempo pedagógico, dijo que el monitor invita a las autoridades de la educación a “pensar nuevas formas de diagramar estos escenarios”. En ese sentido, volvió a hacer énfasis en la importancia del territorio y, por lo tanto, de identificar los centros educativos “con salones vacíos” y con otras instituciones educativas cercanas para poder plasmar los nuevos diagramas.
Repetición
La repetición de primero a sexto año de educación primaria común se ubicó en 2%, lo que significa que aumentó un punto porcentual con respecto a 2023 y que disminuyó 0,8% con respecto a 2022.
Si bien en primero, tercero y quinto año no hubo estudiantes que repitieran, debido a los cambios introducidos por la transformación educativa que no permiten que eso suceda, “en dichos grados el porcentaje de estudiantes con calificaciones insuficientes se incrementó”. En tanto, la repetición aumentó en todos los grados en los que está habilitada. La ANEP asocia esto con “la matriculación en estos grados de alumnos que promovieron del grado anterior con calificaciones insuficientes”.
Si bien el aumento de la repetición se identificó tanto en niñas como en varones en todo el país, “continúa siendo superior en los varones (un 30% más que en las niñas) y en Montevideo (casi el triple que en el interior)”. A su vez, el monitor marcó que “el incremento de la repetición se extiende a todos los niveles de contexto sociocultural y la brecha entre los dos quintiles extremos es importante: la repetición en el quintil 1 (el más desfavorable) fue en 2024 3,7 veces mayor que en el quintil 5 (el más favorable)”.
En relación con los resultados sobre la repetición, Salsamendi retomó la palabra de Antonio Romano, director ejecutivo de Políticas Educativas, y enfatizó que los y las estudiantes “no aprenden igual, al mismo tiempo ni del mismo modo”. Sin embargo, “los tenemos sentados ahí y queremos enseñarles del mismo modo”. En ese sentido, aseguró que hay escuelas y docentes del país que piensan “en la singularidad del aprendizaje para generar propuestas de enseñanza diversas” y, si bien manifestó que “quizás es la forma más difícil que tenemos los maestros de hacer escuela”, aseguró que “sin duda es la más acertada”.
Se mantienen bajos niveles de asistencia
El número de asistencias no cambió bruscamente con respecto del de 2023, pero continúa siendo una preocupación para las autoridades. De acuerdo con el monitor, “en 2024 el promedio de días asistidos en educación primaria se ubicó en 155,6 días, un registro superior a los 149,4 días de 2023, pero inferior al alcanzado en 2019, de 160,4 días”. “En educación inicial, el promedio de días asistidos fue de 140,6 días, 15 menos que en primaria”, se agrega.
En términos porcentuales, la tasa de asistencia en educación primaria fue de 84,4%, cuando en 2019 era de 86,2%. Además, “35,3% de los estudiantes asistió al 90% o más de las clases, mientras que el 38,8% faltó a entre el 10% y el 20% de las clases, el 24% a entre el 20% y el 50% y el 1,9% lo hizo a más del 50% de las clases”. Según se concluye a partir de estos últimos datos, en 2024 el “64,7% de los alumnos fueron ausentistas crónicos, es decir, no asistieron al 10% o más de las clases dictadas”.
En educación inicial, la tasa de asistencia durante 2024 fue de 76%. A su vez, “19,5% de los estudiantes asistieron al 90% o más de las clases, mientras que el 30,9% faltó a entre el 10% y el 20% de las clases, el 41,1% a entre el 20% y el 50% y el 8,4% lo hizo a más del 50% de las clases”. De esta manera, el nivel de ausentismo crónico “ascendió en 2024 a 80,4%”.
Un eje destacado en el monitor y por las autoridades en la presentación es que tanto en primaria como en inicial “la asistencia se encuentra fuertemente segmentada por el nivel de contexto sociocultural”: “En el quintil 1 (más vulnerable) la asistencia a educación primaria fue en promedio 15 días menor que en el quintil 5 (menos vulnerable), al tiempo que en educación primaria la diferencia entre los dos quintiles extremos fue de 21 días”, se afirma.
“Es uno de los puntos que más me desvelan; es un tema que nos preocupa desde hace muchos años, es un problema estructural y no hemos logrado recuperar el estado prepandemia, que no era bueno, pero era mejor que el que tenemos ahora”, manifestó Salsamendi respecto de la situación de la asistencia escolar.
Salsamendi destacó que desde la plataforma Gurí crearon un nuevo visualizador que, de manera mensual y con los colores del semáforo, visualiza las inasistencias de cada estudiante, tanto para los colectivos docentes y directores como para las familias, además de agregar mensajes sobre la importancia de asistir regularmente a clase y sobre cuáles son los efectos negativos de no hacerlo.
“Es una herramienta más que contribuye y ayuda a los maestros a pensar de una manera más clara aquello que ya saben, pero que muchas veces no ven día a día, y también ayuda al director”, dijo. Por su parte, la directora de la DGEIP explicó que también le llega la advertencia a la familia de cada niño, a la que definió como “aliada” para mejorar la asistencia.
En cuanto al egreso de primaria, el monitor arrojó que “19,1% de los alumnos de primaria egresaron con al menos un año de extraedad en 2024, como resultado de experiencias de repetición a lo largo del ciclo primario”. Asimismo, “en las escuelas de menor nivel de contexto sociocultural y especialmente en las del quintil 1, el indicador alcanza niveles mayores: la extraedad se ubicó en 32,5% de los alumnos de sexto del quintil 1 y en 9,5% de los alumnos del quintil más favorable”.