Más allá del creciente uso de pantallas en todos los tramos etarios de la sociedad, la radio sigue siendo importante para buena parte de la sociedad uruguaya. En el ámbito educativo son varias las experiencias que en el país y en otras partes del mundo han apelado a ese formato, ya sea para abordar contenidos curriculares como para ofrecer un espacio de expresión para estudiantes y docentes.

Entre sus varias facetas, Mateo Magnone es periodista radial –durante años condujo El germinador en Emisora del Sur– y ha dado distintos talleres de radio. En uno que dio el año pasado en la filial montevideana de la Asociación de Maestros del Uruguay se conectó con la maestra Natalia Marcovecchio y juntos presentaron una propuesta que fue aprobada por el Centro de Formación Permanente de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria.

Según explicaron a la diaria, la propuesta tiene dos componentes. El primero comenzará este sábado a las 10.00 con un conversatorio virtual al que convocan a maestros o comunicadores que tengan experiencia en la implementación de talleres en escuelas primarias. El objetivo de esta instancia será poner en común experiencias y dar un primer paso hacia la conformación de una red en la materia.

En ese sentido, Magnone explicó que, si bien en Uruguay existen muchas experiencias de radios en centros educativos de todo el país –desde radios creadas directamente en las instituciones hasta programas en emisoras comunitarias–, estas históricamente han estado dispersas y han tenido poca o nula articulación. Por eso, junto con Marcovecchio aspira a crear una red de radios escolares que a futuro pueda propiciar sinergias y acciones conjuntas.

El tallerista sostuvo que de esta forma se apunta a que el impulso a las radios escolares “no muera entre las cuatro paredes de cada institución” y que, por el contrario, los proyectos dialoguen entre sí y con sus respectivas comunidades educativas. Al respecto, consideró que la radio es una herramienta potente para fortalecer el vínculo entre la escuela y las familias de los niños y niñas, ya que son los primeros escuchas de las radios escolares.

Más allá de la instancia para la puesta en común de experiencias y la búsqueda de sinergias, en el marco del proyecto aprobado por Primaria trabajarán con cinco escuelas públicas del interior que están trabajando o manifestaron voluntad de llevar adelante un proyecto de radio. El trabajo se desarrollará durante este año y será considerado piloto, para ver de qué manera se proyecta a futuro.

Magnone contó que en agosto comenzarán a trabajar con tres escuelas, una de Salto, otra de Gregorio Aznárez, en Maldonado, y la escuela de Cardal, en Florida, donde Ceibal entregó la primera computadora. En ese sentido, dijo que está previsto que durante dos meses se dediquen a la formación de las maestras para que luego puedan generar proyectos en sus centros educativos o continuar con los que ya tengan en marcha.

En una segunda etapa trabajarán con una escuela de Colonia Nicolich, en Canelones, y otra de Minas, Lavalleja.

Marcovecchio valoró especialmente la declaración de interés de la Administración Nacional de Educación Pública, ya que “es distinto llegar a las instituciones educativas” con ese apoyo que sin él. Contó que mantienen contacto con Ceibal, organismo con el que también están conversando sobre la posibilidad de ofrecer instancias de formación docente. Además, desde el proyecto están abiertos a considerar lo radial también a partir de proyectos en el formato digital, como streaming o podcast.

El arraigo de la radio en Uruguay y las posibilidades que da en el entorno escolar

Magnone dijo que la radio tiene como principal característica la posibilidad de “hacer circular la palabra” y abrir la conversación a partir de eso. Su compañera entendió que ese también es uno de los objetivos de la escuela y, por lo tanto, su vínculo con los proyectos radiales puede ser muy potente.

Según planteó Marcovecchio, a través de la radio es posible generar condiciones para la expresión de niñas, niños y docentes por medio de distintos formatos, como el canto, la poesía o la charla. Además, la oportunidad permite ir un poco “a contracorriente” de la tendencia actual en la comunicación digital, que muchas veces apela a la publicación o republicación de contenidos sin pensar demasiado previamente. En contraste, se propone la pausa, el diálogo y la conversación.

También se puede abordar distintos contenidos curriculares que se encuentran en los programas de Primaria y es posible desarrollar diversas habilidades en los estudiantes, según planteó la docente. Repasó que para hacer radio es necesario pensar los temas que serán abordados, prepararlos y organizar quiénes y de qué forma los comunicarán. En ese sentido, Magnone aseguró que, por ejemplo, se puede trabajar con los estudiantes en “el ejercicio de la memoria” o en el procesamiento de información.

Marcovecchio afirmó que es una buena oportunidad para que los niños y niñas se involucren con la realidad de su escuela o de su barrio, lo que fomenta su sentido de pertenencia y también el de los docentes. Planteó que este tipo de proyectos sirven para que los niños y niñas vean en la escuela un lugar en el que pueden expresarse y, por lo tanto, donde su palabra vale. Además, consideró que eso puede repercutir en una mayor motivación y, de este modo, incidir positivamente en la asistencia a clase, un problema que enfrenta Uruguay.

En tanto, Magnone valoró que, en un momento en el que en todo el mundo se discute sobre el uso de pantallas en las infancias, la radio se presenta como un medio “sin mucha contraindicación”, a lo que se suma que el desarrollo de dispositivos digitales lo convierte en un medio muy barato de desarrollar. Por su parte, valoró el rol que juega el trabajo en talleres, que, según dijo, muchas veces hacen que se expresen estudiantes que en la clase tradicional son más retraídos.

“La educación pública y la radio son dos elementos muy importantes en el desarrollo social de Uruguay, y que se encuentren en un proyecto me parece importante”, concluyó.