Si bien desde que fue anunciado por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) todavía no ingresó formalmente al Parlamento (ver recuadro), el proyecto de creación de una Universidad de la Educación (UNED) es una de las prioridades legislativas del Frente Amplio en el gobierno. En ese marco, el jueves el Consejo de Formación en Educación (CFE) organizó un seminario internacional que colocó a “la UNED en el horizonte”.

En una línea similar a la planteada por otras autoridades de gobierno, desde el CFE hicieron énfasis en el desarrollo que tiene el organismo en el interior, con 33 centros y dos anexos distribuidos en todo el país. Walter Fernández Val, presidente del consejo, planteó que si la UNED se aprueba, la universidad “nacerá descentralizada”.

El jerarca habló de “la histórica desigualdad de oportunidades” de quienes nacen en el interior, para cursar propuestas de educación universitaria, algo que podría revertirse con la creación de una tercera universidad pública para formar educadores. Si se logra su aprobación, “los jóvenes tendrán la oportunidad de realizar una formación universitaria en su propia tierra”, planteó Fernández Val.

Como la creación de un nuevo ente autónomo requiere de la aprobación de dos tercios de ambas cámaras legislativas, el presidente del CFE dijo que debe generarse “un acuerdo nacional” para la UNED. Según dijo, confía en que los legisladores podrán crear la nueva universidad, de forma que permita “mejorar el nivel de nuestra educación”, y como ejemplo mencionó el caso de la Universidad Tecnológica.

Por su parte, Nirian Carbajal, representante docente en el CFE, llamó a que la nueva universidad no quede únicamente en el horizonte, sino a que se convierta en una institución acorde a la tradición latinoamericana, que esté pautada por la autonomía, el cogobierno y el compromiso con los más postergados. Además, la consejera recordó el anterior proyecto presentado al Parlamento en 2017 y, en particular, su eslogan: “La UNED crece desde el pie”, con el que se sintió representada.

En tanto, el presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Pablo Caggiani, dijo que la discusión sobre la formación universitaria de docentes “tiene más de 100 años” en el país y que todavía no ha podido concretarse. Sin embargo, señaló que se trata de un planteo que históricamente ha hecho el propio campo educativo, y que recién hace dos décadas apareció como una propuesta de un partido político.

Según valoró, con este proyecto está en juego “la formación de quienes van a formar a la ciudadanía”, lo que se trata de “un asunto político de primer orden”. Por ello consideró especialmente necesario que la discusión sobre la creación de la UNED permita pensar en “el día después” de su aprobación, que no será un punto de llegada, sino un momento para dar inicio a “otro montón de conversaciones”.

El jerarca afirmó que la formación pública de docentes y educadores en Uruguay tiene en la enseñanza a su principal punto de desarrollo, y planteó que “le ha costado” incorporar las funciones universitarias de investigación y extensión. Al respecto, habló de algunos incentivos y financiamientos que se han generado desde la política educativa en las últimas décadas, pero que no han sido suficientes para que permeen de forma más general. Por lo tanto, Caggiani entendió que se debe pensar en cambios a nivel de la estructura académica del organismo, en conjunto con la creación de la universidad.

Según planteó el presidente de la ANEP, la discusión sobre la UNED se da en un momento en el que en todo el mundo se discute sobre el rol que debe jugar el Estado en el cumplimiento del derecho a la educación. En el caso de Uruguay, planteó que el gobierno parte de la base de que el Estado tiene que jugar un rol importante incluso a nivel de la educación superior, para que todos quienes viven en el país puedan ejercer ese derecho. Además, dijo que no es el mercado el que debe encargarse de ello, más allá de que puede dar “alguna mano puntual”.

Caggiani valoró que la UNED “no sólo parece justa para construir un camino de mejora” de la educación uruguaya, sino que también “es necesaria para democratizar el acceso a la educación universitaria”, que debe ser pensada como un sistema también en conjunto con las demás instituciones terciarias del ámbito público. En esa línea, consideró que el proyecto de ley elaborado desde el MEC es “un primer escalón que va a tener esta transformación” que, más allá de que enfrentará dificultades propias de este tipo de procesos, “nunca va a ser la meta”.

Rectores y exrectores de otras universidades pedagógicas del continente expusieron sobre la importancia de ese tipo de instituciones

En el evento también estuvieron Adrián Cannellotto, exrector de la Universidad Pedagógica Nacional de Argentina (Unipe) y coordinador de una red de universidades de la educación del continente; Rebeca Castellanos, rectora de la Universidad Nacional de Educación de Ecuador (UNAE); y Rosa María Torres, rectora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) de México.

Los invitados expusieron sobre la relevancia de este tipo de universidades y compartieron el funcionamiento y los marcos institucionales de las universidades de las que son parte. Cannellotto, por ejemplo, compartió una entrevista audiovisual realizada a la también argentina Adriana Puiggrós, en la que explica por qué era necesaria una universidad pedagógica en ese país, de la que fue impulsora como legisladora. Según la especialista, hacía falta pensar en un para qué de la profesión docente, al mismo tiempo que tener una mayor continuidad de la política, ya que esta cambiaba cada vez que asumía un nuevo gobierno nacional. Finalmente, Puiggrós sostuvo que era importante para desarrollar la investigación en educación.

Cannellotto agregó que una institución como la UNED contribuiría a la jerarquización de la profesión docente y a generar identidad, que si bien ya está construida a partir de la tradición de lo que hoy es el CFE, “debe asumirse como universidad”. Además, dijo que favorcería a una formación sistémica de los docentes que ya están en ejercicio y, por ejemplo, mencionó que en el caso de la Unipe se dedica en un 80% a ese tipo de formaciones, que se ofrecen en formato presencial y virtual. En tanto, el exrector planteó que las universidades pedagógicas contribuyen “a enriquecer el debate público sobre educación” y a formar investigadores, tanto en su sentido tradicional como para el desarrollo de “una actitud investigativa en los docentes”.

Torres, por su parte, dijo que “cada vez que se funda una universidad de ese tipo se vuelve a la necesidad de pensar la profesión”. En ese sentido, planteó que a raíz de los cambios que se dan en la sociedad en la educación “cada vez tenemos más preguntas”, y a través de una UNED “podemos generar una serie de posibles respuestas”.

Según indicó, la creación de la UPN fue a través de un decreto presidencial en 1978, y hasta el día de hoy no ha logrado autonomía de los gobiernos de turno, más allá de que han logrado que se acepte la redacción de un proyecto de ley orgánica, pero que todavía no ha visto aprobación parlamentaria. La rectora valoró especialmente la autonomía universitaria, ya que, de lo contrario, se generan “tensiones” con los gobiernos de turno a la hora de pensar en temas de fondo para la sociedad.

Castellanos relató que si bien en Ecuador la formación universitaria en educación data de la década del 60 del siglo pasado, la UNAE se puso en funcionamiento recién en 2015, luego de que en 2010 obtuviera rango constitucional, y de que en 2013 se aprobara la ley de su creación. Según recordó, tuvo la misión de dotar de capacidades de investigación a la nueva universidad, para lo que se acudió a decenas de profesores extranjeros —como es su caso, dado que es venezolana— que debían tener al menos formación de doctorado, experiencia en gestión, en investigación y enseñanza.

Según resumió, la universidad que dirige tiene como misión tener a la investigación, la innovación y la docencia articuladas.

Proyecto de creación de la UNED entraría al Parlamento la próxima semana

Según dijeron fuentes del MEC a la diaria el proyecto aún no ha entrado al Parlamento porque se mantuvo en la órbita de Presidencia de la República, desde donde se hicieron algunas observaciones legales que no afectan el contenido del proyecto. Por ejemplo, se marcó la necesidad de que el proyecto cuente con la aprobación del Consejo de Ministros, lo que se espera que ocurra el martes de la próxima semana, cuando quedaría listo para ingresar al Poder Legislativo.