(Hoy es 18 de octubre. Faltan nueve días para las elecciones nacionales)

Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.

Desde todos los partidos se acecha a los adversarios, en busca de una declaración o un gesto que sea cuestionable o pueda ser presentado como tal. Era previsible, por lo tanto, que el oficialismo se lanzara sobre lo que dijo anteayer, en la Asociación de Dirigentes de Marketing, Luis Lacalle Pou. Le preguntaron si su voluntad de integrar una coalición de gobierno en la que participe Cabildo Abierto (CA) significaba decirle adiós a una reforma de la llamada Caja Militar, y el candidato del Partido Nacional (PN) respondió con una definición conceptual poco frecuente de ese servicio. Sostuvo que hablar de su déficit “es mentir”, porque lo que paga por jubilaciones y pensiones es simplemente una parte del “presupuesto que Uruguay les asigna a las Fuerzas Armadas”, y no hay que medirlo en relación con los aportes de militares en actividad. Por supuesto, desde el Frente Amplio (FA) se cuestionó ese criterio.

Era también previsible que el FA destacara, como un riesgo para el país, el propósito de alianza con Guido Manini Ríos, pero hubo otros cuestionamientos al proyecto de “coalición multicolor” de Lacalle Pou. El candidato del Partido Independiente, Pablo Mieres, reiteró que no está dispuesto a formar parte de una alianza estable con CA, y protestó asimismo el sector nacionalista de Juan Sartori, pero no por ser incluido de antemano en ese proyecto, sino por no serlo. En radio Sarandí le preguntaron a Lacalle Pou si iba a incorporar en su eventual Consejo de Ministros a alguien de ese sector, y contestó que no lo tenía pensado. El sartorista Alem García afirmó que “no sería justo ni correcto” excluir a “la segunda fuerza del PN”, pero luego habló con el candidato y dio por superado el incidente.

Unos deben cuidarse de no perder votos con declaraciones o actitudes polémicas, pero otros apuestan a ganarlos con ellas. Es el caso de Ernesto Murro, quien reivindicó su derecho a realizar manifestaciones políticas, aunque un juez haya resuelto que el sitio en internet de Presidencia de la República no debe publicarlas. También, obviamente, el del líder del Partido Ecologista Radical Intransigente, César Vega, muy probable parlamentario.

Manini se asemeja a Vega en que compite sólo formalmente por la presidencia, y no tiene por qué adecuarse al gusto de indecisos o centristas. Como el kirchnerismo argentino, busca acumular en la confrontación, y en ese sentido es poco probable que le preocupe el proceso judicial en su contra, debido al papel que desempeñó en el trámite del Tribunal de Honor del Ejército para José Gavazzo, Luis Maurente y Jorge Silveira. La Suprema Corte de Justicia rechazó los recursos de inconstitucionalidad interpuestos por la defensa del ex comandante, de modo que el expediente volvió al juzgado correspondiente y Manini deberá declarar. Aun si fuera condenado, eso no afectaría su candidatura, y él se presenta ante sus seguidores y potenciales votantes como un perseguido.

Hasta el lunes.