(Hoy es 29 de octubre. Faltan 26 días para la segunda vuelta).
Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.
Pasado el primer impacto de la votación del domingo, Daniel Martínez y Luis Lacalle Pou comienzan a delinear sus campañas para la segunda vuelta por la presidencia, que se realizará el 24 de noviembre (hoy faltan 26 días; ayer eran 27 pero publicamos 26 por error). Mientras tanto, se termina de definir la adjudicación de bancas para integrar el próximo Parlamento, con varias novedades de importancia.
Lacalle Pou ya cuenta, desde la noche del domingo, con la convocatoria a votarlo de los partidos que quiere, el año que viene, como socios en una coalición de gobierno con mayoría parlamentaria propia, pero da la impresión de que esa segunda parte del plan llevará tiempo, e incluso de que no es seguro que se concrete. Para empezar, porque Guido Manini Ríos fue ayer aún más explícito que al fin de la jornada electoral: dijo que lo único que hará por ahora es lo que ya hizo, al comprometerse a “estar del lado del cambio” en el balotaje, “sin condiciones de ningún tipo”. Suena muy bien, pero no tanto -desde el punto de vista de Lacalle Pou- porque Manini agregó que no está hablando de formar una coalición. Si el líder y senador de Cabildo Abierto queda con las manos libres ante cada iniciativa que se trate en el Parlamento, el candidato nacionalista no podrá ofrecerle a la ciudadanía, como quiere, garantías de que un gobierno suyo tendría viabilidad asegurada.
Por lo pronto, Lacalle Pou se propone avanzar en la concreción de acuerdos con Ernesto Talvi, y ambos se reunirían para ello esta semana. Según el coordinador programático del Partido Nacional, Pablo da Silveira, la idea es lograr un documento relativamente breve con “cierta premura”, para poner en marcha la campaña.
Mientras tanto, Martínez asegura que la segunda vuelta “es ganable” y que, pese a los apoyos a Lacalle Pou por parte de candidatos de la actual oposición, cada votante tomará su propia decisión “con su corazón, su interpretación de la realidad y su confianza”. En cuanto al dato duro de que el Frente Amplio ya no tendrá mayoría parlamentaria propia en ninguna de las dos cámaras, el candidato expresó su confianza en la posibilidad de negociar acuerdos, e incluso sostuvo que le será más fácil que a la actual oposición. De todos modos, marcó en forma implícita una diferencia con Lacalle Pou cuando afirmó que no tiene planificado reunirse con Manini Ríos.
En una edición anterior se comentó que, en algunos momentos de la campaña, el oficialismo había pagado el precio de no contar con un comando unificado, en el marco de un proceso de relevos generacionales y de emergencia de nuevos sectores que aún no ha decantado. Un síntoma de esta realidad fue que, una vez conocidos los resultados, en el marco del Consejo de Ministros hubo una evaluación de la campaña frenteamplista con apuntes críticos, sin que quedara muy claro en qué medida podían considerarse autocríticos. Varios integrantes de ese organismo son parte de una vieja guardia no involucrada en la definición de la estrategia de Martínez.
Hasta mañana.