(Hoy es 28 de agosto. Faltan 60 días para las elecciones nacionales)
Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.
Ayer se anunció el hallazgo de restos humanos enterrados en el predio donde estuvo el Batallón de Infantería Blindado 13, muy cerca del centro clandestino de detención llamado “300 Carlos” o “Infierno grande”. Lo delicado de la cuestión desaconseja las especulaciones, y en especial las vinculadas con posibles consecuencias políticas del acontecimiento, pero este nos recuerda que, si bien esta campaña le plantea a la ciudadanía disyuntivas muy importantes, persisten algunos enormes problemas nacionales pendientes, que no aparecen jerarquizados en los discursos de los candidatos, y cuya solución no depende solamente del resultado electoral.
Sin ir tan lejos, hay también diferencias ideológicas difíciles de conciliar, aunque quienes buscan el mayor respaldo posible prefieran a menudo no afrontarlas. De ahí que Daniel Martínez (Frente Amplio), Luis Lacalle Pou, (Partido Nacional), Ernesto Talvi (Partido Colorado) y Pablo Mieres (Partido Independiente), convocados por la masonería a exponer sobre libertad, igualdad y fraternidad, por momentos hayan “aterrizado” en demasía sus discursos, centrándose en aspectos instrumentales y datos estadísticos.
Bienvenidos, de todos modos, los debates. El proyecto de ley para hacerlos obligatorios entre los candidatos a la presidencia va rumbo a su aprobación, aunque en una versión muy reducida. Hubo discrepancias sobre el modo de organizar las confrontaciones en un panorama como el actual, con once partidos en competencia, ya que si cada candidato se cruzara con todos los demás, tendríamos 55 debates. Finalmente, se decidió establecer sólo la obligatoriedad de un debate entre las dos personas que participen en un balotaje.
Un solo debate político es, de todos modos, mejor que ninguno, aunque no parezca estar de acuerdo con esto el nacionalista Juan Sartori, quien dijo a la agencia de noticias Sputnik que si Alberto Fernández gana las elecciones presidenciales argentinas de octubre, “seguramente volvamos a esa América Latina enfrentada entre dos ideologías”, cosa que no le parece deseable. Es probable que Sartori esté enterado de que en el actual escenario latinoamericano ya hay gobiernos con ideologías distintas, pero da la impresión de que eso sólo le parece problemático si son de países grandes como Argentina y Brasil.
Hablando de diferencias ideológicas, Fernando Amado sostuvo que hay algunas inconciliables, y que los partidos Nacional, Colorado e Independiente no deberían pactar con Cabildo Abierto y el Partido de la Gente “para sumar algunos votos en segunda vuelta”. Pero la diversidad abarca una gama mucho más amplia, y Jorge Larrañaga sostuvo, en el lanzamiento de la lista 2004, que aunque el próximo gobierno será nacionalista, su sector se propone fiscalizarlo, reclamando desde el Parlamento las políticas que ha prometido, pero que al parecer no confía en que serían aplicadas desde la presidencia por Luis Lacalle Pou.
Hasta mañana.