La coalición cerró este miércoles su campaña de cara al balotaje del domingo, a la misma hora que el Frente Amplio (FA), a las 19.00, pero en Montevideo. Fue frente al Obelisco, en Parque Batlle, en un evento al que ―según los organizadores― asistieron cerca de 15.000 militantes de la coalición. Arriba del escenario estuvo buena parte del oficialismo: legisladores ―actuales y electos―, ministros y las fórmulas de cada uno de los cinco partidos que integran la coalición.

Antes de la fórmula nacionalista hablaron ―brevemente― todos los excandidatos de la coalición. El colorado Andrés Ojeda dijo que no quiere tener un presidente “que no sabe si va a subir o no los impuestos”, y que parece “que los va a subir lunes, miércoles y viernes” y los va a bajar “martes y jueves”, en referencia a las últimas declaraciones de Yamandú Orsi, el candidato de la oposición, quien afirmó que no es prioridad aumentar impuestos, tras asegurar, en el debate del domingo, que no los aumentará si llega al gobierno.

Ojeda agregó que el FA no representa “el cambio seguro”, sino la “inseguridad absoluta”. “Acá tienen la oportunidad de seguir cambiando con seguridad y certeza, esa es nuestra mayor diferencia. No quiero un presidente que no es capaz de responder tres preguntas a un periodista porque le ponen la cámara adelante y no estaba pautado”, sostuvo, en alusión a la negativa de Orsi de brindarle una entrevista al periodista Ignacio Álvarez, a quien acusó de haberlo insultado “una y otra vez”.

“Quiero empezar diciéndoles que no empecé a hablar y ya estoy llorando de alegría, de emoción, porque esta campaña para mí ha sido una montaña rusa de emociones”, fueron las primeras palabras de Valeria Ripoll, la candidata a vicepresidenta por el PN, quien le agradeció a Delgado por ser “un gran compañero”. “Voy a estar eternamente agradecida por todo lo que me hizo vivir y por toda esta gente maravillosa, todos ustedes, cada militante en cada punto del país que gracias a Álvaro tuve la posibilidad de conocer”, sostuvo.

Luego Ripoll les habló a quienes no votaron a la coalición en la primera vuelta. Dijo que no importa si esas personas no fueron a votar, votaron en blanco, anulado, al FA o a otro partido y les pidió que “si hoy Uruguay es un mejor país que en 2019”, se imaginen qué Uruguay van a dejar en 2030 con otro gobierno de la coalición. Los invitó a “seguir creyendo que un mejor Uruguay es posible y que ese mejor Uruguay se construye con todos los uruguayos, sin importar a qué partido votaron”.

“Los invitamos a un Uruguay de unidad, porque ―bien lo han dicho Álvaro y el resto de los compañeros de la coalición en todas estas instancias que hemos tenido después del 27 de octubre― la gente nos dio una señal: no quiere más disputas, no quiere grieta, no quiere unos contra otros, sino un país que se construya en unidad, y eso solamente es posible con un gobierno de la coalición y con Álvaro Delgado siendo el próximo presidente de la República”, sostuvo.

La candidata a vicepresidenta dijo que se necesita un mandatario con “capacidad de buscar acuerdos, que lo deje todo en pos de unir el país”, pero que si “del otro lado encuentra un palo en la rueda”, dé la garantía a los uruguayos “de que va a tomar las decisiones que sean necesarias para que Uruguay siga avanzando, sin importar cuántos palos en la rueda” le pongan.

Ripoll sostuvo que no llegó a la política a cambio de un cargo, sino “convencida de que es la herramienta para transformar la vida de la gente”, y que forma parte de la coalición porque como “militante social y sindical” también está convencida de que es “la única forma de seguir transformando el país”.

Acto final de la coalición, el 20 de noviembre, en el Obelisco, en Montevideo.

Acto final de la coalición, el 20 de noviembre, en el Obelisco, en Montevideo.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Delgado: en 2019 a la coalición “hubo que empujarla”, pero ahora “nos está empujando”

“Si ustedes me permiten, quiero empezar como hay que empezar, o como empezaría cualquier uruguayo bien nacido, que es siendo agradecido”, dijo Delgado, ya en el cierre del acto, y llamó a su tres hijos, Agustina, Pilar y Felipe, para que subieran al escenario. Les agradeció porque horas antes le mandaron un mensaje diciendo que estaban “orgullosos”.

El candidato señaló cuál es, a su entender, la principal diferencia con la elección de 2019. Dijo que en aquella instancia electoral a la coalición “hubo que empujarla”, pero ahora la gente los está empujando a ellos. “Nos está empujando para que votemos, para que militemos y para que estemos a la altura de la circunstancia”, agregó.

Además, dijo que esta fue “una campaña diferente”, ya que no hubo debates ni instancias de intercambio con el candidato del FA, sino una sola, la del debate televisivo del domingo, que estaba prevista por ley. Al respecto, insistió con que hubiera preferido “un debate más interactivo, con más dinamismo y más entretenido”.

Más adelante, Delgado dijo que van camino a “la unidad nacional”, por eso la coalición va a “abrir los brazos para llegar a los acuerdos necesarios para que el Uruguay camine al desarrollo”. “Para eso nosotros tenemos claro lo que hay que hacer: más que mayorías, buscar acuerdos. Pero si en el FA no hay voluntad de cambiar el chip de la confrontación por el de la cooperación, uruguayos, quédense tranquilos que vamos a gobernar igual”, sostuvo.

Además, sostuvo que hoy “es mucho más importante tener el Poder Ejecutivo y la Presidencia de la República, ya que nadie tiene mayoría” parlamentaria, porque “la capacidad de articular los acuerdos depende fundamentalmente del presidente de la República”. Subrayó que los proyectos de ley “más importantes necesitan iniciativa del Poder Ejecutivo” y aseguró que tendrán “la capacidad de evitar que el Uruguay retroceda y que quieran derogar cosas” que para el oficialismo “son muy caras” y le “costó mucho conseguir”.

Por último, Delgado aseguró que hay una “mayoría silenciosa, que no tiene bandera ni balconera”, que hoy prefiere la continuidad de un gobierno al “que le fue mejor que al gobierno del FA”.

Dijo que lo van a elegir “una cantidad de parejas que pudieron adoptar mucho más rápido gracias a la ley de urgente consideración”, así como los jubilados que hoy, gracias a la reforma de la seguridad social que está vigente, impulsada por este gobierno, “pueden estar jubilados y trabajar como querían”, y los feriantes a los que les permitieron trabajar durante la pandemia porque “no los encerraron”.