En una charla convocada por la Coordinadora M del Frente Amplio (FA), el eventual ministro de Economía en caso de ganar el Frente Amplio el balotaje el domingo 24, Gabriel Oddone, abordó las iniciativas clave que promueve el programa del FA, así como las tendencias a nivel global y los desafíos locales sobre los que trabajará el próximo gobierno para orientar las prioridades y darle “sustento de recursos”, porque “plata para todo lo que hay en demanda no hay”, afirmó el economista.
“Yo tengo la impresión de tener claro a dónde vamos. A dónde vamos, a dónde no vamos, cuáles son las restricciones que vamos a enfrentar, eso es lo más importante que un gobierno tiene que tener sobre la mesa [...]. Entre otras cosas, para no perder el tiempo, para no pensar que se podía hacer un TLC con China, para no pensar que con dos o tres conferencias de prensa realizadas en el exterior, diciéndoles a nuestros socios comerciales que íbamos a jugar al borde del reglamento, eso pudo ocurrir”.
Oddone mencionó tres cambios globales: el climático, el tecnológico y el cambio de era de la geopolítica. Sobre el primero, afirmó que la economía descarbonizada que promueve el programa del FA supone un desafío tributario, ya que es una fuente de recaudación importante, como lo son los impuestos sobre los combustibles. “Tenemos que ser conscientes de eso al mismo tiempo que tenemos que estimular el uso de energías renovables, lo cual supone que vamos a tener que subsidiar actividades o subsidiar el tipo de producción de energía”, afirmó y consideró que “ahí hay un capítulo clave que no podemos perder de vista” y el equipo del FA lo tiene “mapeado”.
En segundo lugar, Oddone habló sobre “el cambio de era al que estamos asistiendo”, por ejemplo, con el triunfo de Donald Trump en las pasadas elecciones de Estados Unidos, que “es una demostración de que el mundo globalizante que conocimos desde la posguerra y, en particular, desde la caída del Muro de Berlín forma parte del pasado”. Para Oddone, “supone que el consenso en el que muchas de las políticas públicas en el mundo se trazaron, como la libre movilidad de capitales, de personas, de bienes, probablemente forme parte del pasado”, y eso significa muchos desafíos para Uruguay, por ejemplo, en su estrategia comercial.
“No vamos a estar en un mundo donde el multilateralismo va a prosperar. No estamos en un mundo donde los TLC van a ser la agenda de todos los días”, aseguró, y explicó que “va a ser un mundo mucho más dominado por temas de tipo político estratégico”, lo cual, “para un país chico como Uruguay”, es muy importante porque perderá marcos institucionales que garantizan “reglas de juego más o menos estables”. En esta línea, destacó que el Mercosur, “por más que tiene muchos defectos”, [...] “va a seguir siendo un espacio de cobertura para poder jugar ese partido en un mundo mucho más complejo”.
Sobre el principal socio comercial de Uruguay, China, Oddone opinó que la enemistad entre la potencia asiática y Estados Unidos tensionará al país, porque será “un mundo desafiado donde la potencia hegemónica del hemisferio, que sigue siendo Estados Unidos, va a estar presionando por que muchas cosas no se hagan o no ocurran”. “Yo siempre creí que era una tontería perder el tiempo en pensar un TLC con China. Nunca hubo la posibilidad de tener un TLC con China, y perdimos demasiado tiempo pensando que eso era posible”, afirmó Oddone sobre la ambición del actual gobierno por un acuerdo con China.
El tercer desafío que Oddone considera que se enfrentará es el cambio tecnológico, sintetizado en la inteligencia artificial. Consideró que vamos hacia “un mundo donde los países que tengan altos gravámenes sobre el trabajo van a tener enormes transformaciones de sus sectores privados para poder intentar incorporar mayor tecnología, de manera tal de ahorrar costos de mano de obra”. En ese sentido, Uruguay tendrá que pensar cómo financiar el sistema de protección social, “que tiene todavía enormes cargas sobre el trabajo”, tanto empresariales como laborales. “Eso tiene implicancia sobre la duración de la jornada, tiene implicancia sobre cómo vamos a pensar en un sistema de renta universal, cómo vamos a armar nuestro sistema previsional”, mencionó el economista.
Desafíos locales
El asesor del FA desarrolló tres desafíos locales que componen “el eje de vertebración de la política de un gobierno” de su fuerza política. En primer lugar, “tenemos que crecer a mayor ritmo”, porque Uruguay “no puede sostener su modelo de convivencia creciendo al 1% anual, tenemos que crecer a tasas que son por lo menos el doble de lo que lo hacemos”.
Como segundo punto, planteó la necesidad de “redefinir nuestro modelo de protección social”. Oddone sostuvo que Uruguay “tiene un buen sistema de protección social para aquellas personas que están integradas de manera más o menos permanente al sistema laboral formal”, mientras que “las personas que no tienen una vinculación a lo largo de su vida activa de manera sistemática, permanente, con el sistema laboral formal están fuera del sistema de cobertura, no forman parte del acuerdo social que tenemos construido”.
Como tercer desafío, consideró que “tenemos que encontrar espacio fiscal en este período de gobierno para financiar los temas de seguridad”, porque es necesario invertir “más y mejor”.
Además, Oddone enfatizó que, si queremos crecer más, el próximo gobierno debe gestionar la estabilidad macroeconómica. “Muchas buenas intenciones se pueden ir al garete si yo tengo desordenada la macroeconomía, porque la inflación se me desboca y la inflación afecta mucho más severamente a la gente pobre”, explicó, y opinó que “el Frente Amplio ha dado pruebas sobradas de haber gestionado durante 15 años la economía en el marco de un escenario de estabilidad macroeconómica”.
Impuestos: IASS e IVA
Luego de la charla de Oddone, se abrió el espacio de preguntas y una persona del público le consultó al economista por el déficit de la Caja Profesional y si es partidario de direccionar otro impuesto, además del impuesto de asistencia a la seguridad social (IASS) hacia la caja, dado que “los jubilados en la caja profesional aportan por concepto de IASS el equivalente al 75% de lo que representa el actual déficit de la caja”.
Oddone reconoció que “es un tema que me preocupa, que estamos evaluando y estamos trabajando, pero si yo le diera una respuesta a esa pregunta, estaría cometiendo un grave error”.
Consultado sobre si considera que el IASS es un impuesto justo, Oddone respondió afirmativamente: “Ustedes esperarían que les dijera que no lo considero justo, pero la verdad es que sí creo que Uruguay tiene que tener un impuesto justo sobre las rentas altas de todo concepto”, y en ese sentido “no se puede excluir en las rentas altas a las personas por un tema de edad o de pasividad”.
Reconoció que es un tema “súper controversial”, así como lo es “tener indexadas las pasividades al índice medio de salarios”. “Creo que gravar las rentas altas es un tema que nos debemos”, cerró Oddone.
Además, el eventual ministro fue preguntado sobre si en un futuro gobierno del FA se volverán a exonerar los dos puntos de IVA para las compras con tarjetas de débito que la actual administración eliminó en 2020, y respondió que “en principio, en el corto plazo, no tenemos la idea de que sea imprescindible ingresar en cambios tributarios relevantes”. En ese sentido, “no nos estamos comprometiendo de ninguna manera a decir que no va a haber cambios tributarios”.