“Hay que dar la batalla cultural hegemónica desde adentro: al interior no hay que atenderlo, hay que entenderlo”, sentenció el Frente Amplio (FA) en su documento de “balance y autocrítica”, aprobado por aclamación en el VII Congreso Ordinario de la fuerza política a mediados de 2021.

Tres años después, la fórmula presidencial del FA consiguió casi 125.000 nuevos votos entre la primera y la segunda vuelta, de los cuales 13% provinieron de Canelones, 27% de Montevideo y 60% del interior del país. Según el conteo definitivo de la Corte Electoral, fuera del área metropolitana hubo 83.996 personas que en noviembre optaron por los candidatos frenteamplistas, a pesar de que no lo habían hecho en octubre.

Aunque todavía restan las elecciones departamentales de mayo para completar el ciclo electoral, estos números marcan que el FA ha conseguido recuperarse en los departamentos del interior tras la derrota de 2019. En retrospectiva, la fuerza política creció en el interior elección tras elección desde los comicios de 1989. En aquel entonces, la candidatura a la presidencia de Liber Seregni obtuvo en el interior (sin considerar Canelones) apenas 8% de los votos, pero ya en la siguiente elección, con Tabaré Vázquez como candidato, creció a 16%. La tendencia continuó hasta la elección de 2014, cuando, otra vez con Vázquez, el FA obtuvo 42% y tocó su techo en el interior.

En octubre de 2019, la candidatura de Daniel Martínez reunió sólo 31% de los votos en el interior, lo cual retrotrajo al FA a niveles similares a los de los comicios de 1999. Finalmente, el pasado 27 de octubre, Yamandú Orsi consiguió 36% de los votos en el interior y dejó a la fuerza política a medio camino entre la votación de la derrota de 2019 y las votaciones de los triunfos de 2004, 2009 y 2014.

La fórmula blanca “no conformó las expectativas”

En términos porcentuales, el mayor crecimiento del FA entre octubre y noviembre estuvo en Cerro Largo, donde obtuvo 7.039 adhesiones nuevas, y pasó de 33% a 43%. Según Alfredo Fratti, senador electo del FA y referente departamental, esto pasó porque “hubo un trabajo muy organizado” de la militancia y la dirigencia. “No quedó lugar sin recorrer, hasta el sábado anterior a la elección andábamos allá por Quebracho”, contó a la diaria.

Asimismo, Fratti sostuvo que “la trayectoria de los candidatos que tenía el FA”, en comparación con la fórmula del Partido Nacional (PN), compuesta por Álvaro Delgado y Valeria Ripoll, influyó “en demasía” para la recuperación del FA en el interior.

Con todo, a menos de una semana del triunfo electoral, Fratti advirtió sobre el desafío que tendrá por delante la fuerza política: “El gobierno no te puede distraer tanto que te olvides del contacto con la gente”. Esto último, sostuvo, “no es fácil”, porque conlleva una doble tarea. “Hay que gobernar y mantener el contacto, y los hombres que la gente considera representativos son los mismos que ocupan los cargos de gobierno, [o sea], son los mismos que tienen que ir al territorio, entonces, la cuestión no es nada fácil”, expresó.

El segundo mayor crecimiento del FA entre la primera y la segunda vuelta estuvo en Artigas, y el tercero, en Flores, donde la oposición cosechó 1.927 nuevos votos y pasó de 27% a 37%. Consultada al respecto, Ana Laura Melo, diputada electa del FA en Flores, dijo a la diaria que la fórmula del PN “no conformó las expectativas” a nivel departamental. “Nosotros hicimos una militancia muy capilar y la gente era lo que nos decía, que no fue una fórmula de consenso ni siquiera del propio PN”, expresó.

Melo señaló que, en Flores, el FA logró antes del balotaje “varios testimonios de varias personas muy relacionadas con el PN que dieron su apoyo testimonialmente a Yamandú Orsi”. Según Melo, en el interior la figura de Orsi “trascendió muchísimo lo político partidario” y “mucha gente” lo votó porque “piensa que él lo puede hacer mejor que el otro en muchísimos temas”, en referencia a Delgado.

En línea con Fratti, Melo sostuvo que en el próximo quinquenio el FA deberá mantener desde el gobierno “esa cercanía con todos los centros poblados” del interior para poder “aterrizar las políticas públicas de la mano del conocimiento territorial netamente”.

La diputada electa señaló que durante la gira “El FA te escucha”, en la que mantuvieron más de mil reuniones con organizaciones sociales y recorrieron varias veces todos los departamentos del país, “la gente nos decía eso, que habíamos perdido un poco la capilaridad”. “Esperemos que esta vez lo podamos hacer mejor, porque además nos debemos a esa forma de hacer política”, expresó.

Pereyra: “Se tiene que mantener el ir a Tambores”

En el documento de “balance y autocrítica”, el FA admitía que siendo gobierno no supo “comprender realidades fuera del área metropolitana” y llamaba a “desnaturalizar la dicotomía reduccionista” entre la capital y el interior. “Fuimos soberbios a la hora de pretender entender la realidad de más de la mitad de nuestro país, dispersa de forma diversa en todo el territorio nacional, con una mentalidad capitalina y tecnócrata”, remarcaba la fuerza política en otro pasaje del documento.

En diálogo con la diaria, Aníbal Pereyra, exintendente de Rocha y responsable de la Comisión del Interior del FA desde principios de 2022, consideró que el resultado electoral de la segunda vuelta demuestra que “el trabajo de cercanía en este país es absolutamente necesario”, porque forma parte de la “construcción ciudadana”. “Los ciudadanos valoran como principal política estar en el lugar, entender, ponerte en el lugar de ellos y mostrar la voluntad de trabajar en conjunto para resolverlo”, afirmó.

Según Pereyra, la candidatura de Orsi “sintetizó eso” durante la campaña electoral, ya que el exintendente de Canelones apostó por “la construcción entre los que no somos iguales o pensamos diferente”. Esa postura, sostuvo, “es algo que este país acuña muy fuerte, particularmente las poblaciones más pequeñas”.

El exintendente de Rocha señaló que, una vez recuperado el gobierno nacional, el FA ya se está preparando para competir en las elecciones departamentales. Si bien puntualizó que es una disputa “diferente”, en la que existen otras lógicas, afirmó que el desempeño del FA en el interior tanto en octubre como en noviembre “marca señales contundentes”.

“El haber obtenido el gobierno nacional pone claramente que el Frente puede obtener nuevamente varias intendencias en el interior del país. Si mantenemos esta forma de trabajo, si construimos con perspectiva y con acumulación positiva, depende de nosotros”, manifestó Pereyra.

En mayo de 2005, tras la histórica victoria en primera vuelta, el FA ganó ocho gobiernos departamentales, entre ellos los de Florida, Paysandú y Treinta y Tres, tres bastiones blancos. Hasta ese momento, el FA solamente había gobernado Montevideo. Pero el escenario de 2005 fue excepcional. En 2010, el FA obtuvo cinco intendencias; en 2015, ganó en seis departamentos, y finalmente, en setiembre de 2020, después de la derrota, redujo su presencia en el segundo nivel de gobierno a Montevideo, Canelones y Salto.

Asimismo, el responsable de la Comisión del Interior del FA adelantó que en el próximo quinquenio el programa “El FA te escucha” se reconfigurará y tendrá “otros formatos”, pero continuará: “Se tiene que mantener el ir a Tambores, el ir a todos los pueblos”, afirmó. “No nos podemos creer que con esto ya está. Otra vez hay que combatir la soberbia y hay que trabajar con humildad, esto es un trabajo permanente”, añadió Pereyra.