Diego Labat dejó este viernes la presidencia del Banco Central (BCU) en un acto a sala llena en las instalaciones de la entidad monetaria. Con la presencia de varias figuras políticas del Partido Nacional –Valeria Ripoll, Graciela Bianchi, Carlos Camy, entre otros–, el economista anunció que pasará a formar parte del equipo económico del candidato blanco Álvaro Delgado. El entorno del presidenciable le confirmó a la diaria que el técnico será el “encargado” de los equipos de trabajo en esta área y, a su vez, que “todos están pensando en él como ministro de Economía”.
Si bien fuentes cercanas al candidato destacan que “la actuación que tuvo durante todo el período avala que sea la persona más indicada” para ocupar el puesto de referente económico y futuro ministro de Economía y Finanzas, también ponen énfasis en sus cualidades personales. Además, valoran que está en la misma sintonía que la actual ministra de Economía, Azucena Arbeleche, con la cual ha logrado “trabajar espalda con espalda”. La propia ministra, presente en el acto de despedida del economista, dijo en este sentido que “el equipo económico ha actuado como un único equipo económico, que es lo que corresponde”.
Más allá de lo reciente de la incorporación a la campaña del candidato blanco, Delgado y Labat se conocen desde hace mucho tiempo. Tanto es así que en el discurso de cierre de su gestión el economista se refirió al presidenciable como “amigo”. En un recuento de su trayectoria, el ahora expresidente del BCU recordó que el exsecretario de la Presidencia lo fue “convenciendo de dar el salto para la actividad pública”, hecho que se concretó en 2015, cuando Labat se incorporó como director de Ancap por la oposición.
Según supo la diaria, el economista es cercano al sector Aire Fresco y, antes de pasar a la actividad pública, cuando trabajaba en la banca privada, era asesor “personal” en materia económica de Delgado.
El acto de despedida de Labat en el BCU y la eventual asunción como presidente de la entidad monetaria del economista Washington Ribeiro tuvo, dentro de lo formal, algunos guiños al desafío político que enfrentará Labat. “Te vas en busca de un bien mayor y lo vas a conseguir, ojalá lo consigas”, dijo el propio Ribeiro en su discurso ante la atenta mirada de su antecesor. “Ojalá lo consigas porque los uruguayos podremos dormir tranquilos, en el caso de que llegues a ese bien mayor; se que lo vas a hacer con la misma rectitud, la misma honestidad y el mismo compromiso con el que has sido presidente del banco”, agregó.
¿Quién es el nuevo presidente del BCU?
Washington Tommy Ribeiro es economista desde 1999 y forma parte del BCU desde hace 14 años. Si bien en 2020 fue designado como vicepresidente de la entidad, último cargo que ocupó, entre el 2010 y el 2020 ejerció como director por la oposición.
En el plano político-partidario, actualmente forma parte de D Centro, aunque antes perteneció al riñón íntimo del hoy fallecido Jorge Larrañaga. Según supo la diaria, Ribeiro fue el referente económico del Guapo desde su primer intento de alcanzar la presidencia en 2004.
La gestión en el BCU
“Las organizaciones como el BCU son construcciones colectivas, y así se tienen que tomar; a los que nos toca transitoriamente pasar por su dirección, así lo tenemos que interpretar, no [con] actitudes de refundación”, reflexionó Labat en su discurso de cierre. En esa línea, analizó lo que fueron los tres ejes centrales durante su gestión: baja de la inflación, mejora del sistema financiero y modernización de la gestión interna de la entidad.
En cuanto a lo primero, destacó que en el planteo inicial se buscó “ir a un régimen de inflación robusto” que confluyera en “una moneda de calidad” y en una inflación dentro de su rango meta. “En el entorno de 4,5% (de inflación), como estamos ahora, claramente es un logro, pero lo más importante es mostrar que se puede, que las herramientas están”, apuntó el economista sobre este aspecto.
En una rueda de prensa, el economista fue consultado sobre el déficit fiscal y la pobreza, ante lo que respondió que prefería no profundizar al respecto en ese momento, dado que sería entrar en “política electoral” y él prefiere “poner datos arriba de la mesa”.
No obstante, sí prefirió dar su opinión sobre un tema que toca más de cerca su gestión: el atraso cambiario. En ese sentido, reconoció que “hay preocupaciones de algunos sectores productivos” con relación a la competitividad, pero subrayó que los problemas “se tienen que resolver por donde se tienen que resolver”, en oposición a generar movimientos en el tipo de cambio.
“Desde el principio de esta administración hemos tenido un tipo de cambio flotante, definido por la oferta y la demanda; para un país chico y que quiere ser cada vez más abierto, no tengo ninguna duda de que es el mejor régimen cambiario”, remarcó Labat. “Hace casi tres años que no intervenimos en el mercado de cambio”, concluyó.
Ribeiro, en su discurso, adelantó que si bien en la jornada se llevaba a cabo un “cambio de personas”, “las políticas” de la institución monetaria no sufrirán cambios. “No creo que sea necesario ratificarlo, pero si a alguien le quedan dudas, el nuevo directorio va a mantener el régimen de objetivos de inflación; los siete meses que quedan no podemos analizarlos como un nuevo período, es parte de un ciclo de cinco años”, subrayó el nuevo presidente.