Este martes el exsenador colorado Pedro Bordaberry anunció que se postulará al Senado a través de la lista 10 y, aunque se maneja que también encabezará las listas 29 y 2000 -que actualmente son lideradas por Gabriel Gurméndez y Tabaré Viera, respectivamente-, indicó que todavía no es el momento de hablar de alianzas.
El escenario es distinto al que vivió cuando fue senador (2010-2019), entre otras cosas, porque eventualmente deberá integrar el Senado en clave de coalición y además deberá acompañar al candidato electo Andrés Ojeda, que, según ha señalado, busca erguirse como nuevo líder de la fuerza política.
Para el politólogo Daniel Buquet, el anuncio del exsenador deja en claro que “mantiene su ambición política”, algo que se había puesto en duda tras el anuncio de su retiro de la actividad política en 2017. Luego de ser candidato a presidente por el Partido Colorado (PC) en 2009, la caída en el apoyo en 2014 significó para sus expectativas presidenciales un desenlace “frustrante”, según el especialista.
En ese sentido, Buquet indicó que el exsenador interpreta que su “perspectiva presidencial está agotada”, pero, por el contrario, considera que “puede colaborar con el PC desde una lista al Senado”. Según recordó, esta intención ya había sido mostrada por el propio Bordaberry en 2019, cuando ante la posibilidad de incorporarse a la carrera legislativa “recibió el rechazo categórico” de Julio María Sanguinetti y de Ernesto Talvi.
Por su parte, el politólogo Antonio Cardarello resaltó que, teniendo en cuenta ese antecedente de cinco años atrás, era “bastante previsible” esperar esta incorporación del exsenador. En ese sentido, dada la negativa en aquella ocasión y luego de las “consecuencias electorales” negativas, subrayó que se puede identificar la existencia de un reconocimiento del papel de Bordaberry para la “disputa con los socios de la coalición” ubicados “a la derecha del espectro político”, en particular, Cabildo Abierto (CA), pero también con el Partido Nacional (PN).
¿Cómo afecta a Ojeda la llegada de Bordaberry?
“Cuando vos tenés un candidato a presidente que es un muchacho nuevo [Ojeda] y tenés un candidato a vice [Robert Silva] que tiene un perfil muy recortado en los temas educativos, hay que ver en qué medida [Bordaberry] no se va a transformar en una figura más excluyente”, comentó Buquet. Más allá de eso, el politólogo puso en duda si el liderazgo es del “interés” del propio exsenador, ya que puede preferir continuar con la línea de simplemente “contribuir al crecimiento del PC”, como ha mostrado inicialmente.
“Después de una interna que no estuvo tan mal, el PC lanza a una figura novedosa -algo que siempre tuvo atractivo-, y ahora, al sumar a una figura potente, creo que mejora sus expectativas”, reflexionó Buquet sobre la fuerza política de cara a octubre.
Cardarello, en la misma línea, subrayó que las estrategias de Ojeda y Bordaberry más bien parecen ser “complementarias”. Explicó que, por un lado, el exsenador durante sus campañas ha apostado a la “pertenencia de lo colorado”, y, por el otro, Ojeda se presenta como un “nativo coalicionista”.
Ya pensando en el largo plazo, Cardarello indicó que hay que ver qué tanto Ojeda se “propone ser un líder del partido”, dado que ha dicho que “no cree en las estructuras”. En esa línea, el politólogo indicó que, si no lo hiciera o se limitara a ser el candidato presidencial, puede ser que “la figura de Bordaberry concite la mayor fidelidad por parte de dirigentes que siempre intentan ser electos y reelectos”.
Buquet, en tanto, puso foco en los movimientos que se puedan dar con Ojeda y Bordaberry como eventuales senadores. Para el politólogo, habrá que ver cómo el hoy candidato “transforma su emergencia como figura carismática y de opinión en una figura de labor parlamentaria”, dado que no tiene “experiencia”. También, en ese contexto, el especialista subrayó como importante el hecho de despejar si a nivel parlamentario habrá un PC con una clara diferenciación entre un ala “moderada” y otra “conservadora”, algo que necesariamente dividiría liderazgos.
En este sentido, recordó que, por lo pronto, Ojeda “no ha mostrado -hasta a propósito- mucha definición en términos ideológicos”, lo que podría desembocar en un partido más “heterogéneo y orientado al poder y a los cargos más que a posicionamientos ideológicos muy específicos”, complementó.
Bordaberry en un Senado coalicionista
Sobre el anuncio de Bordaberry esta mañana, Cardarello apuntó que mostró “un perfil mucho más moderado” y plasmó con sus palabras “la intención de transformarse en alguien que genere acuerdos y consensos dentro del sistema político”. En la misma línea, y más allá de no ser duro con el Frente Amplio (FA), para el politólogo la intención de fondo de ese enfoque se vincula a “potenciar a la coalición”.
Cardarello planteó que en escenarios probables, como una victoria del FA sin mayoría parlamentaria o una victoria de la coalición sin mayoría parlamentaria, su nuevo enfoque hacia el “diálogo y la articulación” puede ser “fundamental”. Asimismo, destacó que, incluso en una victoria con mayoría parlamentaria -como en el actual período-, es esencial ese papel “si se quiere mejorar la experiencia en la gestión de determinadas políticas donde no pudo haber acuerdo entre los socios”.
Más allá de lo que suceda en octubre, tanto Cardarello como Buquet coincidieron en la buena labor parlamentaria llevada adelante por Bordaberry en sus pasadas legislaturas. “Es un tipo muy serio y muy trabajador, puede ayudar al funcionamiento de una bancada colorada y de una bancada de coalición eventualmente”, reflexionó Buquet.