Al mismo tiempo que militantes del Partido Nacional (PN) ondeaban banderas del Espacio 40, frente al ombú de la rotonda de Bulevar España y Luis de la Torre, el senador suplente blanco Sebastián da Silva anunció que en el acto que estaba por comenzar el candidato a la presidencia, Álvaro Delgado, no hablaría arriba del pasto verde que hay en la entrada de la sede de Alianza País, que forma una especie de tarima, sino que lo haría abajo, “con la gente”. “Somos de pueblo”, sostuvo.
El acto no tuvo la presencia de la candidata a vicepresidenta, Valeria Ripoll, ni del senador y líder de Espacio 40, Javier García, ni tampoco la de Laura Raffo, flamante incorporación del sector y exprecandidata a la presidencia. Unos militantes que aguardaban a que comenzara el acto valoraron en diálogo con la diaria que Raffo es “una mujer preparada para el Parlamento” y consideraron que “tiene posibilidades de llegar”.
Los que sí acompañaron a Delgado fueron el ya mencionado senador, el diputado Rodrigo Goñi, el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Matías Terra, la alcaldesa del municipio CH, Matilde Antía, el secretario de la Cámara de Representantes, Fernando Ripoll, el dirigente del sector Daniel Vidal y el director nacional de Educación del Ministerio de Educación y Cultura, Gonzalo Baroni.
Cuando habló Antía, se refirió a las elecciones departamentales del año que viene y aseguró que el partido tiene “un desafío muy grande en mayo”. “Podemos ganar Montevideo y lo vamos a hacer si todos estamos convencidos”, afirmó, y agregó: “No sólo vamos a cambiar el Uruguay con Álvaro -ya lo hicimos con [el presidente de la República] Luis [Lacalle Pou] y lo vamos a seguir haciendo con él-, sino que Montevideo va a tener un cambio, porque esto no se aguanta más, son 35 años de hartazgo, el hartazgo va hasta mayo de 2025”.
Antes de cederle la palabra a Delgado, Da Silva dijo que “si fue un cruce de caminos terminar con 15 años del Frente Amplio (FA)”, y se hizo “la epopeya de ganarle frente a todo el poder, los bolsillos llenos de plata, las mayorías absolutas”, esta elección implica “mucho más cruces de caminos”, ya que es “entre la certeza y la confusión”.
El legislador hizo un juego de palabras con el segundo apellido del candidato del PN que es Ceretta y dijo que, “a partir de hoy”, el Espacio 40 “se va a llamar Álvaro Delgado Certeza”, ya que eso es lo que “Delgado le da a toda la población”.
Delgado: “La continuidad no tiene balconeras”
En su discurso, el candidato a la presidencia recordó que faltan 37 días para las elecciones nacionales, y estas significan “una decisión muy importante” tanto “para la gente” como “para Uruguay”: “Nos jugamos mucho más que cinco años”. “Acá nos jugamos dos modelos, pero nos jugamos también futuro contra pasado”, señaló.
Delgado apuntó que en las giras de campaña que ha hecho sintió que la “frecuencia electoral todavía no está sintonizada por la gente”, y cuestionó por qué no es así, cuando “está en juego el futuro del Uruguay, el país en el que queremos vivir, quién queremos que gobierne, con qué rumbo”.
“En la campaña pasada, 30 y pico de días antes de la elección era un hervidero de gente, estaban todos los balcones con balconeras, los autos con calcomanía. Había fervor en la gente”, recordó. “La gente trataba de interesarse”, remarcó.
Delgado aseguró tener una explicación para esto y es que “en la elección pasada el fervor y el clima electoral estaban asociados indisolublemente al agotamiento de un modelo y la necesidad de cambio”. Ahora, por otro lado, “la gente, no los militantes, la gente común y corriente que muchas veces está más lejos de los partidos, hoy en el fuero íntimo, entre la continuidad o cambio, entre futuro y pasado, entre FA y coalición, muchos quizá no lo van a expresar, pero en el día de la elección van a poner adentro del sobre la esperanza que les queda para que este gobierno continúe”.
“La continuidad no tiene balconeras”, sino que esta “es una sensación”, expresó el candidato. “Es una necesidad y es un estado del alma que uno empieza a elegir, porque empieza a mirar cómo estaba el país antes y cómo está el país ahora”.
Delgado señaló que Uruguay “está mejor en educación, en inflación, tenemos menos de la mitad de inflación que en 2019, tenemos récord de personas trabajando, 1.750.000 personas trabajando, creamos 100.000 puestos de trabajo, tenemos el salario real más grande en 49 años, tenemos récord de inversión, de exportación”.
Con un guiño al juego de palabras que hizo Da Silva antes, subrayó: “Yo quiero ser el presidente de las certezas, de la seguridad, quiero ser el presidente que asegura el futuro, la estabilidad, de la paz, del desarrollo, de la tolerancia, del respeto, de la libertad”. “Ese tipo de presidente quiero ser”, manifestó.