La iniciativa surgió hace más de un año de la misma forma en que nacen algunas de las mejores ideas: a partir de una inquietud. Las mujeres que integran Más Músicas Uy empezaban a dar sus primeros pasos como colectivo y se daban cuenta de que necesitaban un espacio de intercambio sobre las distintas situaciones de desigualdad que vivían como músicas. “Ya sea desde por qué en las programaciones de ciertos festivales sólo hay grupos integrados por varones hasta qué pasa con los roles que cumplimos dentro de las diferentes formaciones de música o cuáles son las tareas que nos autoimponemos allí por el hecho de ser mujeres”, explicó Leticia Ramos, integrante del colectivo, en diálogo con la diaria.
La idea comenzaba a tomar forma cuando la Intendencia de Montevideo renovó el llamado a participar en el fondo Fortalecidas, que entrega todos los años para apoyar iniciativas con perspectiva de género e impulsadas por mujeres. Más Músicas Uy se presentó con el proyecto específico de organizar el Primer Encuentro de Mujeres y Disidencias de la Música Uruguaya y, a la vez, generar una plataforma web que centralice información sobre todas las artistas y agrupaciones femeninas que hay en el país. Después de meses de trabajo, las dos cosas se cristalizaron el fin de semana.
Durante la jornada del sábado, más de 200 artistas se reunieron en la Escuela Universitaria de Música (EUM) para debatir sobre el lugar que ocupan mujeres y disidencias en el ámbito musical uruguayo y pensar estrategias para resolver las distintas problemáticas a las que se enfrentan. La participación era gratuita y libre –podían participar mujeres con distintas trayectorias, edades y géneros musicales–, pero con inscripción previa.
El encuentro empezó de mañana con el panel “Mujeres y disidencias de la música uruguaya y de la región”, en el que expusieron seis mujeres músicas con distintas carreras e historias. La música y profesora Viviana Ruiz fue la encargada de romper el hielo al presentar el panorama histórico de la presencia de las mujeres músicas en Uruguay. Luego la cantautora Mocchi habló sobre las dificultades específicas a las que se enfrentan las personas disidentes en el ámbito musical. Giselle Graside –quien además de música es gestora cultural– se refirió a la situación de mujeres y disidencias en el interior del país. Susana Bosch, por su parte, ahondó en el proyecto de ley para la contratación de artistas nacionales, mujeres, emergentes y locales en espectáculos musicales. La argentina Celsa Mel Gowland fue convocada para compartir la experiencia del movimiento de mujeres músicas en su país y contar sobre la ley de cupo femenino y acceso de artistas a los escenarios, que el Senado aprobó el 22 de mayo y ahora espera la media sanción de la Cámara de Diputados. El primer panel cerró con la voz de la música, poeta y artista plástica Vera Sienra, quien dio su testimonio de vida como “una de las músicas uruguayas que más tiempo lleva tocando”, explicó Ramos.
Después del mediodía, las artistas participaron en seis mesas de debate simultáneas, en las que analizaron distintas problemáticas asociadas a las mujeres y disidencias en la música. Una de las mesas tenía que ver con la educación y la profesionalización de las mujeres músicas y fue moderada por Irene Porzio, profesora de Lectura sobre Teclado en la EUM. “La idea era ver qué pasa en los centros de estudio, cómo es la situación de las mujeres alumnas y también de las que integran el equipo docente”, detalló Ramos. Otra de las instancias –moderada por la cantante Adriana Filgueiras– estuvo dedicada a desentrañar cuáles son los roles visibles e invisibles que tienen las mujeres y disidencias en los grupos musicales. La situación laboral de las mujeres músicas (marcos legales, ley del artista, maternidad, licencias y seguridad social) también fue centro de debate en una mesa que tuteló la compositora Samantha Navarro. Al mismo tiempo, la actriz, gestora musical y productora Sheila Bonino se encargaba de moderar el debate sobre el proyecto de ley para la contratación de artistas nacionales, mujeres, emergentes y locales en espectáculos musicales. En las otras dos mesas, las participantes hablaron de género, música y políticas culturales por un lado (moderó la cantautora Alejandra Volpe) y, por el otro, de las situaciones específicas según el género musical (moderó la rapera Eli Almic). En esta última mesa se escucharon las voces de murguistas, candomberas, cantautoras de música popular y artistas pop.
La idea de Más Músicas Uy es sistematizar la información que surgió de las mesas para, en una primera instancia, “poner sobre la mesa cuáles son las problemáticas, analizarlas y que se sepa que en junio de 2019 esta era la situación”, adelantó Ramos.
El encuentro fue también la ocasión elegida por el colectivo para lanzar la página web www.masmusicas.uy, que esperan utilizar de plataforma para dar a conocer a cada una de las artistas que hay en los distintos puntos del país. “La idea es que se forme una base de datos para encontrar según distintos parámetros –género musical, departamento, etcétera– a mujeres y disidencias de la música uruguaya”, explicó Ramos. “Que sea un insumo a consultar a la hora de armar grillas de festivales, para que nadie diga después que no hay mujeres músicas”, agregó.
La jornada del sábado terminó con una plenaria en la que las participantes pusieron en común todos los temas debatidos y delinearon algunas líneas de acción. Más tarde hubo una peña en la que tocaron muchas de las músicas, bajo la premisa de que es también importante generar espacios para conocerse y escucharse.
El cierre oficial iba a tener lugar anoche en la sala Zitarrosa con un festival que incluía las actuaciones de la murga Cero Bola, Kevin Royk, Nadina Mauri Moro, La Dulce Banda, Orquesta Las Señoras, She War, Se Armó Kokoa y Vera Sienra. Sin embargo, el evento se suspendió a causa del apagón generalizado y se celebrará en una fecha a confirmar.
Para Ramos, el impulso de las músicas encontró amparo en el movimiento feminista y de mujeres que se fortaleció durante los últimos años en la región y el mundo. “Es contagioso. Yo creo que el #8M ha tenido mucho que ver en dejar claro públicamente que podemos salir a la calle a reclamar por las injusticias y mostrar que no estamos solas”, reflexionó la música. Respecto del panorama local agregó: “En Uruguay cada vez hay más grupos de mujeres que están reivindicando sus derechos. En el mundo del arte las cineastas se nuclearon, las actrices están en eso, las murguistas también, y pasa en otros ámbitos laborales. Eso, lógicamente, nos motiva y va creando un entramado de contención que nos fortalece”.