En una decisión sin precedentes, el Parlamento escocés aprobó por unanimidad una ley que establece el acceso gratuito y universal a los productos de gestión menstrual. Cuando comience a implementarse, Escocia se convertirá en el primer país donde las personas menstruantes tendrán derecho a acceder libremente a toallitas y tampones.

La iniciativa fue presentada por la portavoz de Salud y Deporte del Partido Laborista Escocés, Monica Lennon, quien lidera desde 2016 una campaña para terminar con la “pobreza del período menstrual”, como suele llamarse a la situación en la que viven las personas de bajos recursos que no pueden pagar o acceder a productos adecuados para la menstruación. Esto obliga que, en muchos casos, falten a clases, se ausenten de sus trabajos o tengan que recurrir a alternativas caseras poco higiénicas –como pedazos de tela, papel de diario o plantas-, que pueden derivar en infecciones y enfermedades.

El texto aprobado obliga al gobierno escocés a tener listo, en un plazo de dos años, un plan que garantice que estos artículos estén disponibles de forma gratuita y “razonablemente fácil” en los edificios públicos “para cualquier persona que los necesite”. Esto incluye a niñas, adolescentes, mujeres y personas trans, según especifica el proyecto.

La ley no define la cantidad exacta de artículos que cada persona puede recibir -las autoridades locales de cada distrito tendrán que decidir según el caso- y si bien reconoce que las peticiones más comunes serán de tampones o toallitas, incluye también “otros productos reutilizables, con un mayor respeto hacia el medioambiente, como las copas menstruales”. Se estima que el plan costará alrededor de 13 millones de dólares al año.

“Esto marcará una gran diferencia en la vida de las mujeres y niñas y de todas las personas que menstrúan. Ya ha habido un gran progreso a nivel comunitario y a través de las autoridades locales para dar a todo el mundo la oportunidad de tener una menstruación digna”, dijo Lennon al diario The Guardian.

Los productos de higiene menstrual ya son gratuitos para estudiantes de liceos y universidades en Escocia desde 2018, después de una medida impulsada por el gobierno que en ese momento también fue pionera. Lennon se había comprometido desde entonces a impulsar un proyecto para que el acceso fuera universal.

Un informe de la organización Plan International reveló en 2018 que 45% de las niñas y adolescentes escocesas había tenido que usar alternativas caseras durante el período menstrual porque no podía comprar productos mejores.

Organizaciones de mujeres de distintos países lideran sus propias luchas contra el llamado “impuesto rosa” que pesa sobre estos productos y que hace que sean considerados prácticamente artículos de lujo. En algunos casos, al igual que en Escocia, también han sido impulsados proyectos de ley.

En Uruguay, la diputada María Eugenia Roselló, del Partido Colorado, presentó en junio un proyecto de ley que busca crear una “canasta higiénica menstrual” para todas las “personas menstruantes” que son beneficiarias de la Tarjeta Uruguay Social del Ministerio de Desarrollo Social. La iniciativa está a estudio de la Comisión Especial de Población de la Cámara de Diputados desde principios de noviembre.