La demócrata Sarah McBride hizo historia en las elecciones estadounidenses del martes al convertirse en la primera persona trans elegida para ocupar una banca en un Senado estatal. La activista LGBTI le ganó cómodamente a su rival, el republicano Steve Washington, en el estado de Delaware. Asumirá así el cargo público de más alto rango que ha alcanzado una persona trans en la historia del país.

“Lo hicimos. Hemos ganado las elecciones. Espero que esta noche demuestre a un niño LGBTI que nuestra democracia es lo suficientemente grande para él también”, dijo McBride, de 30 años, en un comunicado difundido poco después de que se conocieran los resultados.

La joven tiene una corta pero contundente trayectoria en la política y en el activismo LGBTI. Hizo una pasantía en la Casa Blanca durante la administración del ex presidente Barack Obama y luego trabajó como secretaria de prensa de Human Rights Campaign, una organización civil que defiende los derechos de las disidencias sexuales y de género en Estados Unidos. McBride ya había marcado otro precedente en la historia cuando se convirtió en la primera persona trans en pronunciar un discurso en la Convención Nacional Demócrata de 2016, que en esa ocasión nominó a Hillary Clinton a la presidencia de Estados Unidos.

No sólo inspiró a las personas trans con la palabra: también impulsó acciones para cambiar su realidad. De hecho, fue una de las principales promotoras de una ley aprobada en Delaware en 2013 que protege a las personas trans de ser despedidas de sus trabajos o de que se les niegue el acceso a una vivienda por su identidad de género.

En una entrevista concedida el martes de noche al portal de noticias BuzzFeed, McBride aseguró que la victoria demostró que “nada es realmente imposible” para las personas trans. En ese sentido, recordó que, cuando era niña, las únicas referencias públicas que tenía sobre personas trans eran “el remate de un chiste en una comedia o un cuerpo muerto en un drama”, pero nunca en posiciones de poder. “Al crecer, no había ejemplo de algo como esto”, señaló; “sé la gran diferencia que habría significado para mí cuando era joven y luchaba por mi lugar en el mundo”.

Consultada sobre su futura gestión en el Senado de Delaware, McBride dijo que espera ser conocida como “la senadora de la atención a la salud y de la licencia paga”, dos cuestiones que a su entender se hicieron aún más urgentes a raíz de la pandemia de covid-19.

La ciudadanía estadounidense estaba convocada el martes a votar al próximo presidente, elegir a los 435 miembros de la Cámara de Representantes, renovar un tercio de los 100 escaños del Senado y elegir a varios gobernadores y legisladores a nivel estatal. En este último grupo se encontraba McBride. “Por mucho trabajo que haya sido el año pasado”, reflexionó el martes de noche la senadora estatal electa, “el verdadero trabajo comienza mañana”.