Decenas de grupos anti-LGBTI con sede en Estados Unidos están recaudando fondos en la plataforma de donaciones en línea de Amazon –pese a las políticas de la compañia contra la discriminación por orientación sexual–, revela una nueva investigación de openDemocracy.
Amazon termina este año como una de las pocas grandes ganadoras de la pandemia de covid-19, pues las compras en línea crecieron exponencialmente con los confinamientos, el miedo al contagio y el cierre de las tiendas físicas. Las ganancias de la empresa crecieron casi 50% comparadas con las de 2019.
“Vive la experiencia de comprar y sentirte bien” es el eslogan del programa AmazonSmile. que habilita a los clientes a donar a organizaciones benéficas mientras compran en línea. Amazon asegura que desde el lanzamiento del programa en 2013 ha facilitado donaciones por más de 215 millones de dólares.
El Acuerdo de Participación de AmazonSmile establece claramente que las organizaciones elegibles para recibir donaciones no pueden “involucrarse, apoyar o promover: la intolerancia, la discriminación o prácticas discriminatorias por razones de raza, sexo, religión, nacionalidad, discapacidad, orientación sexual o edad”.
Sin embargo, la investigación de openDemocracy descubrió más de 40 organizaciones inscriptas en la plataforma estadounidense de AmazonSmile que se oponen públicamente a la igualdad y los derechos de las personas LGBTI. Entre ellas hay grupos que intervinieron en numerosos litigios judiciales en Estados Unidos y el resto del mundo para oponerse al matrimonio y adopción para parejas homosexuales y a leyes antidiscriminatorias; aseguraron que la homosexualidad “abre las puertas al reino demoníaco” y que legalizar el matrimonio para personas del mismo sexo “impone” una “agenda inmoral, impulsada de forma demoníaca”; catalogaron la covid-19 como “la ira consecuente de Dios” y el castigo para pecados de la sociedad como la “propensión hacia el lesbianismo y la homosexualidad”; atacaron programas de televisión (por ejemplo, American Idol) por ampliar “la aceptación social de la homosexualidad” al presentar ante la audiencia a personas LGBTI como “gente común”; amenazaron a su personal con “despidos inmediatos” si se descubría que expresaban apoyo al matrimonio igualitario.
En respuesta a estos hallazgos de openDemocracy, activistas de derechos humanos dijeron que Amazon debería retirar inmediatamente a esos grupos de su plataforma. “Las empresas, si practican lo que predican, no deberían servir de vidriera para organizaciones que trabajan para limitar los derechos de otras personas”, dijo Evelyne Paradis, directora ejecutiva del grupo de defensa de derechos LGBTI ILGA-Europa. Es bueno que Amazon tenga diversidad de grupos en su plataforma, agregó, “pero no debería dar lugar a ninguna organización [...] que impulse activamente el odio y/o trabaje contra los derechos de otras personas”.
¿Promesas traicionadas?
Amazon ha expresado numerosos compromisos públicos con la no discriminación y la inclusión de personas LGBTI. Por ejemplo, como empleadora, ofrece desde hace varios años beneficios a las parejas homosexuales de sus empleados y presta cobertura para cirugías de reasignación de sexo.
El fundador y director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, recibió el Premio Nacional de Igualdad 2017 que entrega el grupo estadounidense de derechos LGBTI Human Rights Campaign. En 2012, él y su entonces esposa comprometieron públicamente 2,5 millones de dólares para la lucha por el matrimonio igualitario en el estado de Washington. El sitio web de Amazon en Reino Unido publicita alianzas con organizaciones benéficas LGBTI, entre ellas el programa Diversity Champions del grupo Stonewall, en favor de ambientes laborales inclusivos.
Dos grandes grupos de la derecha cristiana estadounidense –Alliance Defending Freedom (ADF) y Family Research Council– fueron retirados del programa AmazonSmile debido a la controversia por su activismo contra la población LGBTI. Pero la investigación de openDemocracy revela que esos son apenas la punta del iceberg, y que muchas más organizaciones con similar historial de ataques a la gente LGBTI permanecen en AmazonSmile.
El director de uno de esos grupos, Human Life International, llamó a la población a “oponerse al movimiento LGBTI” y aseguró que la homosexualidad se relaciona con la pedofilia. A inicios de este año, openDemocracy reveló que este grupo apoya también iniciativas antiaborto en América Latina acusadas de propagar desinformación y de manipular a mujeres vulnerables sobre su salud y sus derechos.
El American Center for Law and Justice (ACLJ), encabezado por el abogado personal de Donald Trump, Jay Sekulow, también está inscripto en la plataforma AmazonSmile. Este grupo ha participado en numerosos litigios judiciales en Estados Unidos contra el matrimonio igualitario. Su filial europea también suministró argumentos legales para prohibir que las mujeres polacas aborten en caso de anomalías fetales incompatibles con la vida.
Otro grupo de AmazonSmile criticado por sus posturas divisivas y anti-LGBTI es la Billy Graham Evangelistic Association. Su presidente, Franklin Graham, afirma que Satán es el arquitecto del matrimonio igualitario y que el Islam es “diabólico” y “maligno”. Este año, varios locales y escenarios de Reino Unido cancelaron presentaciones de Graham debido a este tipo de expresiones.
Estos tres grupos se encuentran entre las decenas de organizaciones ultraconservadoras estadounidenses que, como reveló openDemocracy en octubre, han gastado millones de dólares en todo el mundo para oponerse a los derechos sexuales y reproductivos, incluso en los juzgados.
Ayudar a “grupos de odio”
“Sé parte de algo más grande”, invita AmazonSmile a quienes compran en línea. La plataforma habilita a los clientes para que donen 0,5% del precio de las compras elegibles a las organizaciones benéficas que prefieran. Asegura tener en su plataforma más de un millón de estos grupos, y que los que más donaciones han recibido son los vinculados a la defensa de los animales, seguidos de los dedicados a la educación.
No está claro cuánto dinero han recaudado los grupos anti-LGBTI de donaciones de AmazonSmile, pues ni ellos ni Amazon suministran esa información.
AmazonSmile también tiene presencia internacional, con grupos diferentes a los cuales donar. Por ejemplo, ninguno de los estadounidenses catalogados como anti-LGBTI está inscripto en el programa AmazonSmile de Reino Unido.
openDemocracy le entregó a Amazon un informe de investigación sobre las actividades y declaraciones anti-LGBTI de más de 40 grupos inscriptos en su plataforma estadounidense y preguntó a la compañía si investigaría posibles infracciones a su Acuerdo de Participación. Una portavoz de Amazon respondió: “Las organizaciones benéficas deben cumplir los requerimientos mencionados en nuestro Acuerdo de Participación para ser elegidas por AmazonSmile. Las organizaciones que se involucren, apoyen, alienten o promuevan la intolerancia, el odio, el terrorismo, la violencia, el lavado de dinero u otras actividades ilegales no son elegibles”. “Si una organización viola este acuerdo en cualquier punto, su elegibilidad será revocada”, agregó la portavoz, aunque no indicó si esto pasará en los casos referidos.
La declaración añade que “desde 2013 Amazon se respalda en la Oficina Estadounidense de Control de Activos Extranjeros y en el Southern Poverty Law Center, que suministran los datos para esas decisiones”. El Southern Poverty Law Center (SPLC) elabora listas anuales de “grupos de odio”. ADF y Family Research Council, las dos organizaciones que fueron retiradas del programa AmazonSmile, habían sido incluidas en esas listas como “grupos de odio anti-LGBTI”. Ambas rechazaron la designación.
De los más de 40 grupos que openDemocracy descubrió en AmazonSmile, ocho han sido socios o integrantes de la controvertida red del Congreso Mundial de Familias –también catalogado por el SPLC como “grupo de odio anti-LGBTI”–.
En la plataforma de Amazon se encuentra asimismo una filial de la American Family Association (AFA) en el estado de Indiana, incluida en la lista actual de “grupos de odio anti-LGBTI” del SPLC. La AFA relaciona la homosexualidad con el nazismo y la tacha de “elección mala y peligrosa”.
Otra organización que recauda fondos en AmazonSmile es Focus on the Family, criticada por el SPLC debido a sus posturas anti-LGBTI y descrita como parte de “una docena de grupos que contribuyen a dirigir la cruzada antigay de la derecha religiosa”.
Seth Levi, director de estrategia del SPLC, confirmó que Amazon usa las “designaciones de grupo de odio” que realiza su organización para identificar a aquellos que “no se alinean con los valores y exigencias del programa Smile”. “No estamos al tanto de si hay otras fuentes de información que use Amazon. Urgimos a la empresa a asegurarse de que ninguna de sus plataformas, incluidas las de ventas minoristas, recursos web y entretenimiento, sea usada para apoyar o dictar contenido de odio o deshumanizante, ni desinformación que amenace nuestro tejido democrático”.
Robbie de Santos, director asociado de campañas y comunicación de Stonewall, una organización británica que defiende los derechos LGBTI, dijo a openDemocracy: “Es decepcionante ver que organizaciones que hacen campaña contra la igualdad LGBTI tienen una plataforma en AmazonSmile”. Stonewall asegura haber enviado mensajes a sus contactos en Amazon acerca de lo denunciado por openDemocracy. “Planteamos nuestras preocupaciones a Amazon y seguiremos trabajando hasta que cada persona LGBTI del mundo sea libre de ser quien es”, agregó.
El ACLJ, la AFA, Focus on the Family y Human Life International no quisieron contestar sobre su observancia del Acuerdo de Participación de AmazonSmile.
Un portavoz de la Billy Graham Evangelistic Association dijo que el grupo está “agradecido de participar en el programa AmazonSmile”, que “no se involucra en discriminación ilegal” y que “no promovemos la intolerancia”. La organización añadió: “Esperamos que AmazonSmile siga respetando los derechos y la dignidad de todas las personas y no discrimine a grupos confesionales basándose solamente en las creencias religiosas que profesan con sinceridad”.
Esta es una versión editada y traducida de un artículo publicado originalmente por el proyecto Tracking the Backlash de openDemocracy.