Hasta su último día de vida, César Cigliutti –presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA)– fue parte fundamental en la lucha por derechos para las personas LGBT+. Nacido en Concepción, Entre Ríos, el 5 de marzo de 1957, falleció 31 de agosto por la tarde, a los 63 años, en la ciudad de Buenos Aires.
César fue un activista crucial en la defensa de los derechos humanos. Y para muchas y muchos activistas, de los primeros rostros visibles en los medios con su mensaje de lucha y orgullo. Fue un cuadro estratégico a la hora de dar debate y comunicar y militar las luchas LGBT+ como parte de la agenda de derechos humanos.
Es que la historia del activismo LGBT+ nacional tiene en todos sus logros una parte de César. Junto a Carlos Jáuregui, se los podía ver poniendo el cuerpo y la voz en los medios, visibilizando, por ejemplo, junto a las Madres de Plaza de Mayo en 1986, en momentos en que no todas y todos comprendían el reclamo de la diversidad sexual: “Nosotros íbamos todos los jueves a las marchas [en referencia a las rondas de Plaza de Mayo]. Y la primera mesa que pusimos en una Marcha de la Resistencia fue toda una pelea. Porque todas las organizaciones de derechos humanos decían: ¿qué tienen que ver los derechos humanos con los putos? ¿Qué hacen los putos acá? Y costó”, explica César en el documental sobre la vida de Carlos, “El puto inolvidable”.
“Cuando vos hablás de discriminación y del insulto más fuerte que tiene la sociedad, como era la palabra ‘puto’, para remontar eso hay que trabajar mucho, constantemente, y tener muchas estrategias. Todo era una novedad, porque todo estaba surgiendo en esa época”, compartió César en el documental.
César siempre tenía el tiempo para que las noticias se compartieran, para atender el teléfono de quien necesitara. César se manejó con humildad y acompañamiento, acción y visibilidad en cada causa por los derechos humanos. “Finalmente ganamos la batalla porque, además, teníamos la razón. ¿La razón cuál es? Tener los mismos derechos que tiene el resto de la sociedad; frente a eso no hay ningún argumento”, explicó recientemente en una charla con France 24.
Su amorosa pedagogía y paciencia fue parte de su activismo. Quienes lo consultaron atestiguan su acompañamiento, sus explicaciones didácticas y el reclamo por las causas que urgían de voz y derechos.
Es la historia y sus protagonistas, quienes al saludarlo hoy grafican ese ADN activista. Gabriela Mansilla, mamá de la primera niña trans en obtener su documento, lo despide diciendo: “Gracias a su acompañamiento, Lulú recibió su DNI”.
“Fue un ejemplo de persona y de activista”
“Tuve la suerte de estar el día anterior con él. Pasamos cinco horas charlando, riéndonos. Estaba tan bien, tan feliz”, dice Pedro Paradiso Sottile, director ejecutivo de Asociación Internacional de Gays (ILGA) Latinoamérica y activista de la CHA. Cuenta que en esa visita del día anterior le llevó un muñequito tipo Playmobil, una suerte de estatuilla que había encargado a Los Amigos de Lusi para regalarle a César. Se lo entregaron el sábado. Las hijas y los hijos de Pedro estaban fascinados con cómo había quedado ese Playmobil Tío César. A César le encantó y lo ubicó en su biblioteca junto a otro muñequito, el que representaba a Carlos Jáuregui, hecho para los 36 años de la CHA.
“Desde que nos conocimos con Carlos y César fue una hermandad”, dice Pedro, muy conmovido. “Se nos fue Carlos, se va César. Pero va a seguir estando en su legado. Se merece el mejor de los homenajes, por todo lo que nos dio a todes. Fue un ejemplo de persona y de activista. Nos enseñó tanto, con amor, con afecto, con honestidad, con convicciones. El legado que vamos a continuar en la CHA para luchar con esa coherencia, esa vehemencia y esa convicción para seguir luchando en su memoria en su homenaje”.
En estos días estaba trabajando junto a varias organizaciones por la Ley Nacional de Cupo e Inclusión Laboral Travesti y Trans. Hace unas semanas, cuando nuevamente un joven gay fue rechazado a la hora de donar sangre por su orientación sexual, Cigliutti denunció el hecho hasta lograr que el hospital Garrahan aplicara la ley vigente. Ley que no sería posible sin todo lo que él junto al activismo ya habían hecho años antes.
La primera Marcha del Orgullo en Argentina
En la biografía del activismo nacional es usual encontrar la frase “la CHA fue la primera que”, y en eso se lee gran parte de la acción de Cigliutti. Cómo en 1987, cuando organizaron la campaña Stop Sida, mucho antes de que el Estado y las organizaciones hablaran del tema, ya ellas y ellos estaban en la calle hablando de profilaxis y salud sexual. La CHA también fue la primera ONG de la diversidad sexual en obtener personería jurídica, en 1992.
“¿Por qué privarse de la palabra ‘orgullo’?”, dijo Cigliutti cuando se comenzó a gestar la primera Marcha del Orgullo en Argentina. “Hay que ir de Plaza de Mayo al Congreso, para que se entienda que nuestros reclamos son políticos”, dijo en 1992.
El 18 de julio de 2003 César y Marcelo Suntheim, compañero, activista y referente de la CHA, se convertían en la primera pareja en acceder a la unión civil para parejas LGBT+ en América Latina y el Caribe. Esto sentó un precedente en el camino hacia el matrimonio igualitario.
El lunes de tarde, cuando César no respondía los mensajes, Pedro y Marcelo se acercaron y se conoció la noticia.
Despedidas
En su tuit de despedida, la CHA dice las palabras que representan el sentir de tantas, tantos y tantes: “Renovamos nuestro compromiso para dar continuidad al invaluable legado que representa para nuestro movimiento, nuestra comunidad LGBTTI y la democracia en Argentina. Te fuiste en paz y con todo nuestro amor. Hasta siempre, amigo y compañero”.
Desde la CHA renovamos nuestro compromiso para dar continuidad al invaluable legado que representa para nuestro movimiento, nuestra comunidad LGBTTI y la democracia en Argentina.
— CHA Argentina (@CHAArgentina) August 31, 2020
Te fuiste en paz y con todo nuestro amor. Hasta siempre amigo y compañero.
El activismo de César trascendió las fronteras nacionales y su voz llegó a muchos países. Como orador y participante en encuentros internacionales se presentó en México, Cuba, Suiza, Corea y Estados Unidos, entre otros. La CHA, además, es parte de ILGA y de otros organismos internacionales. Recientemente consultado por el rol de Argentina como país pionero en la obtención de derechos, dijo: “El haber sido los primeros hizo que sucediera en otros lugares, y va seguir sucediendo. Es una cuestión de tiempo”.