El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) habilitó las inscripciones para participar en el Programa de Fortalecimiento para Líderes Políticas, orientado a dirigentes de todos los partidos políticos con representación parlamentaria. La iniciativa busca potenciar los conocimientos de las mujeres políticas y proporcionar herramientas en algunas áreas estratégicas –como oratoria, ley electoral o negociación política– para fortalecer la formación y promover un mayor acceso a los cargos de decisión.

El programa contará con un Grupo Asesor de Mujeres que brindará apoyo en la selección y orientación programática. Las integrantes son referentes con largas trayectorias en la política: Graciela Guido (Partido Nacional), Margarita Percovich (Frente Amplio), Gloria Robaina (Partido Colorado) y Margarita González Bocage (Cabildo Abierto).

Está previsto que el primer grupo de mujeres comience entre abril y mayo de 2022, según anunció la directora de Inmujeres, Mónica Bottero, durante la presentación oficial. En esta primera edición del programa, que funcionará como una experiencia piloto, podrán participar 60 mujeres políticas de todo el país. En abril, Bottero explicó a la diaria que la modalidad del programa sería “semivirtual”, combinando cursos virtuales con instancias presenciales, que serían semanales o quincenales, en locales que el instituto gestionaría mediante convenios con intendencias y organizaciones educativas.

La jerarca señaló que, con este proyecto, se concreta un “sueño” compartido con líderes de diferentes partidos que pretendían “generar instrumentos para las mujeres y para la ciudadanía del Uruguay que mejoren la calidad de nuestra democracia”. Aseguró, además, que es “la respuesta a una necesidad que durante años las mujeres políticas del interior han reclamado”, cuando pedían “poder participar más” y “acceder a los cargos de decisión”.

En la misma línea, la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, destacó la importancia de fortalecer los liderazgos femeninos en “todos los niveles de decisión política”, porque “es un derecho de las mujeres, pero porque también es un derecho de calidad de democracia”. “En el siglo XXI, a esta altura, ya está. Hemos dado todas las pruebas, hemos transitado juntas muchísimo tiempo y es un tema de democracia”, insistió. Y resumió: “No puede haber una mejor democracia si las mujeres no estamos decidiendo el futuro del país y de nuestra vida”.

Estado de situación

El programa fue construido en base a un diagnóstico realizado entre junio y setiembre de este año por el área de Política, Género y Diversidad del Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales (Universidad de la República). El estudio fue coordinado por las politólogas e investigadoras Niki Johnson y Verónica Pérez Bentancur, con dos objetivos: recabar los desafíos que enfrentan las mujeres que aspiran a cargos políticos a nivel nacional y subnacional en Uruguay, y relevar las necesidades específicas de formación. El diagnóstico se nutrió de encuestas realizadas de manera virtual a 193 mujeres políticas y de 30 entrevistas en profundidad.

Durante el lanzamiento del programa, Pérez Bentancur dijo que las principales dificultades que mencionaron las consultadas a la hora de desarrollar la carrera están vinculadas a problemas de conciliación entre la vida política y la familia, el trabajo, la profesión o el estudio (18,9%), discriminación por razones de género (17,4%), exclusión o falta de apoyo (15,2%) y falta de financiamiento o de recursos económicos para llevar adelante campañas (11,4%).

Otros obstáculos tienen que ver con situaciones de violencia política, una problemática que también fue abordada en el estudio. En ese sentido, las dirigentes consultadas aseguraron que, sobre todo, son interrumpidas cuando hacen uso de la palabra (41,4%), directamente no se les presta atención cuando hablan (38,2%) o hay un menosprecio hacia sus opiniones políticas (40,6%).

La politóloga destacó particularmente el número de dirigentes que dijeron haber atravesado episodios de acoso sexual. “Si bien no es la pregunta que recibe más menciones, es importante el porcentaje de mujeres políticas que dicen que se las acosa sexualmente a menudo o muy frecuentemente (17,1%) y pocas veces (24,3%)”, señaló al respecto. La violencia política “no es un asunto muy tenido en cuenta por la academia que intenta explicar las razones de la subrepresentación de mujeres en política”, consideró Pérez Bentancur, “pero evidentemente es un obstáculo que inhibe a las mujeres de participar o las saca de los ámbitos de participación política una vez que están adentro”.

Respecto de qué temas debería incluir un programa de formación, los más mencionados fueron estilo de liderazgo y negociación política (79,9%), oratoria y habilidades comunicacionales (77,4%), conocimiento del funcionamiento del Estado uruguayo (68,3%) y normativa y legislación nacional (66,5%). La académica dijo que las mujeres entienden que la formación no es el principal obstáculo que tienen pero, aun así, más de 80% considera que capacitarse en algunas cuestiones específicas las “ayudaría a desempeñarse mejor” en los ámbitos donde las barreras son más duras.

Por otra parte, más de la mitad (56,3%) de las encuestadas se manifestaron a favor de una ley que obligue a los partidos políticos a incluir la paridad en el armado de sus listas electorales.