El tema elegido por el gobierno para destacar en el acto central del Día Internacional de la Mujer fue el trabajo no remunerado y la brecha que hay entre hombres y mujeres al hacerse cargo de las tareas de cuidado y atención en el hogar. Según datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), esta carga representa dos tercios del tiempo de trabajo de las mujeres (64,6%), dejando sólo un tercio para el trabajo remunerado (35,4%).

El panel estuvo compuesto por la directora de Inmujeres, Mónica Bottero, la directora de Política Económica del Ministerio de Economía y Finanzas, Marcela Bensión -que ocupó el puesto de Azucena Arbeleche, que no pudo ir por estar en cuarentena-, la directora del Banco de Previsión Social, Daniela Barindelli, y el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres. Todas las exposiciones hicieron referencia a las cifras que demuestran la inequidad entre hombres y mujeres en cuanto al trabajo no remunerado.

En el acto, del que participó el presidente Luis Lacalle Pou, la vicepresidenta Beatriz Argimón, y varios ministros y subsecretarios, Bottero recordó algunas de las medidas que impulsó Inmujeres en el contexto de pandemia, sobre todo para mitigar los efectos del “Quedate en casa” en hogares donde mujeres están expuestas a situaciones de violencia. En este sentido destacó el aumento en la atención telefónica a víctimas de violencia basada en género, así como las capacitaciones para que el personal de la salud y la educación pudieran detectar y denunciar situaciones de abuso.

Con respecto al tema central del panel, Bottero detalló que “la crisis social puso en evidencia la [enorme carga de trabajo no remunerado sobre los hombros de las mujeres](https://ladiaria.com.uy/feminismos/articulo/2020/3/coronavirus-y-cuidados-el-pais-se-paraliza-pero-las-mujeres-sostienen-y-aumentan-el-trabajo-no-pago-en-casa/]: resolver el trabajo doméstico, la asistencia a la educación, prescindiendo de los apoyos de empleadas en las casas o de los abuelos, a los que además ahora se vieron obligados a asistir; esas tareas siguen siendo realizadas por mujeres en más de 70%” de los casos.

“No es natural que se encarguen las mujeres, ni es una responsabilidad sólo de las mujeres, [esta situación] es quizás la principal expresión de la desigualdad de género que se da en las sociedades occidentales. Esta desigualdad implica que el trabajo doméstico y de cuidado les impide a las mujeres una mayor participación en el mercado laboral y ha generado una brecha salarial que sobrepasa el 23%”, agregó la directora de Inmujeres.

Además, Bottero resaltó que cuando las mujeres son parte del mercado de trabajo, no están ubicadas en puestos de poder; en los cargos directivos sólo hay 11% de mujeres y entre los dueños de empresas solo 12% son mujeres, “aunque seamos 65% de los egresados universitarios y 64% de los posgraduados universitarios. Está claro que no es un problema de capacidad, la respuesta está en la carga de cuidados o en la presunción de la carga de trabajo no remunerado a la hora de promover a las mujeres”, definió la jerarca.

En cuanto a las acciones que puede llevar adelante el gobierno, Bottero adelantó que se impulsará un cambio cultural y en este sentido se llevará adelante una campaña en abril protagonizada por hombres. Además, reafirmó el compromiso del gobierno en generar “una igualdad sustantiva” y recalcó que en la Ley de Presupuesto se determinó que 50% de los cargos de poder públicos sean determinados por concurso, algo que beneficiaría a las mujeres “que están mejor preparadas”.

Asimismo, anunció que en el segundo semestre del año se llevará adelante una encuesta sobre el uso del tiempo, para actualizar los datos de la primera que se hizo en 2013 y así obtener “una foto del trabajo no remunerado en mujeres y varones”. Bottero agregó que también se trabajará con otras dependencias del Estado para impulsar el trabajo de las mujeres en ciencia y tecnología, en particular en el interior del país.

Las medidas que impulsará el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

A su turno, Mieres informó sobre algunas líneas de trabajo que impulsará su cartera en aras de reducir la brecha entre hombres y mujeres. En primer lugar, afirmó que las modificaciones que proyectan en la normativa para la promoción del empleo “mantendrán una discriminación positiva en la determinación de los beneficios otorgados a la contratación según género, tanto para los jóvenes como para los mayores de 45 años”.

Según comentó, la Dirección Nacional de Trabajo está elaborando un protocolo para “garantizar y controlar la igualdad de trato en los ámbitos de trabajo”. Asimismo, se busca instaurar “una batería de indicadores como parte de la medición de la responsabilidad social empresarial que refieran a la equidad de género, como contar con guarderías o espacios de cuidados, horarios flexibles, porcentaje de mujeres en la plantilla”, entre otros.

Mieres agregó que se mantendrán “las cláusulas de responsabilidad en la próxima ronda de Consejos de Salarios, para garantizar la equidad de género en el trabajo, tanto para la incorporación de trabajadoras mujeres como para garantizar que las normas que regulan el trabajo en las empresas no afecten de forma diferencial según el género”.

A la vez, está sobre la mesa trabajar para que el derecho a medio horario de trabajo por maternidad o paternidad no sea usado casi exclusivamente por mujeres, como hasta ahora. En este sentido, adelantó que no hay decisiones tomadas, pero que una posibilidad es que haya “un porcentaje mínimo y máximo de días de licencia que se pueden gozar según género, de manera tal que se incentive un mayor equilibrio del medio horario”.

La mirada desde el BPS

Barindelli destacó que “la sobrecarga de trabajo no remunerado que tienen las mujeres afecta su participación en el mercado laboral, tanto en oportunidades de acceder a un trabajo como en la calidad y en los montos salariales”.

La directora del BPS puntualizó: “Al dedicarse más a los trabajos no remunerados, las mujeres tienen menos tiempo para trabajos remunerados, menos ingresos, menos cotizaciones de aportes a la seguridad social, mayores dificultades para acceder a las prestaciones de activos, menos años de aportes, mayores dificultades para lograr una jubilación”.

Por otra parte, señaló que los puestos cotizantes en el BPS de mujeres se mantienen en 49% desde 2016 y que “dentro de los puestos cotizantes, la aportación doméstica se mantiene en aumento y representa 13% del total de mujeres ocupadas”.

Al igual que Mieres, hizo referencia al uso del medio horario y adelantó que trabajan “junto con ONU Mujeres y el Banco Mundial en un proyecto con ciencias del comportamiento para que más padres usen el beneficio y la política pública cumpla su cometido”.

Los mensajes de Lacalle Pou y Argimón

Unas horas antes de asistir al acto del Inmujeres, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, dijo que el 8M es “un día de reflexión como sociedad” y consideró que “se ha avanzado, pero falta mucho”. En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, mencionó entre otros desafíos la “igualdad de oportunidades, igualdad en la remuneración, respeto y convivencia pacífica”. Y aseguró que alcanzar esos objetivos “es tarea de hombres y mujeres juntos”.

Por su parte, la vicepresidenta Beatriz Argimón hizo referencia a las brechas de género en materia educativa y laboral, y puso el foco en las distintas formas de violencia de género. “Mientras sigan existiendo sociedades con inequidades de acceso a la educación y al trabajo, mientras siga existiendo la trata, la explotación sexual y la violencia de género, sigue siendo indispensable un 8M para redoblar el compromiso de hacer visible la lucha de las mujeres, que no es ni más ni menos que una lucha de igualdad”, escribió en la misma red social.

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