El caso de Carolina Escudero fue el primer femicidio del año 2021. Su ex pareja, de la que se había separado hacía diez días, la denunció como “desaparecida” el 11 de enero. Tras ser indagado por la Policía, y demostrar incongruencias en su relato, se suicidó. Dejó una carta en la que decía que “no tenía nada que ver con el hecho” y que se mataba, justamente, para que no lo vinculen con el caso.
El cuerpo de Carolina apareció el 20 de enero semicalcinado en un pozo, tapado con piedras, en Florida. Llegaron al lugar tras rastrear su celular y el de su expareja. Dos días después, las pericias determinaron la identidad del cuerpo y que su cráneo tenía tres impactos de bala.
Posteriormente alguien retiró el cráneo de la morgue del hospital de Florida y lo descartó. Lo encontraron funcionarios municipales en una planta de encapsulado y reciclaje de Florida. Se hizo una investigación administrativa en el hospital departamental y se presentó la denuncia policial correspondiente.
La investigación acerca del femicidio concluyó en que su expareja fue quien la mató. También fue quien la enterró. Para llegar a esta conclusión se tomaron en cuenta las pericias realizadas a los teléfonos celulares y las pericias balísticas y forenses. Las conclusiones se comunicaron a las familias de Escudero y de su femicida. Patricia Bentancort, fiscal a cargo del caso, resolvió cerrar la investigación y archivarla.