La Corte Suprema de Estados Unidos aceptó este lunes examinar un caso que podría poner en riesgo el histórico fallo “Roe vs Wade”, que en 1973 legalizó el aborto en todo el país. En concreto, estudiará una ley promovida por el Partido Republicano en el estado de Misisipi que prohíbe el aborto a partir de la semana 15 de embarazo. El máximo órgano judicial, que tenía la posibilidad de rechazar la propuesta, accedió a analizarla después de que dos tribunales inferiores la declararan inconstitucional.
Es el primer caso vinculado al aborto que abordará la Corte Suprema desde que el expresidente estadounidense Donald Trump consolidó una mayoría conservadora de juezas y jueces durante su gobierno (seis de nueve). La tendencia se amplió en octubre del año pasado cuando el Senado confirmó a la jueza católica Amy Coney Barrett, la tercera nominada por el entonces mandatario republicano. El solo hecho de que el tribunal haya aceptado estudiar la propuesta es interpretado como un buen augurio por los activistas antiaborto.
El fallo de 1973 reconoció el aborto como un derecho constitucional que tienen las mujeres estadounidenses hasta el momento en que el feto pueda sobrevivir fuera del útero, algo que se estima entre las 24 y las 28 semanas de gestación. La ley de Misisipi, que fue presentada en 2018, busca prohibir la interrupción del embarazo después de las 15 semanas de gestación, con el argumento de que a partir de ese período el feto ya es viable fuera del útero. Plantea como excepciones los casos de riesgo de vida de la mujer o anomalías fetales graves. Los promotores de la iniciativa recurrieron a la Corte Suprema después de que fuera bloqueada por un juez federal en primera instancia en 2018 y por un tribunal de apelaciones en 2019.
“Las campanas de alarma están sonando fuerte por la amenaza a los derechos reproductivos”, dijo en un comunicado el Centro para los Derechos Reproductivos, uno de los grupos que ha dado batalla en los tribunales contra la ley de Misisipi. Si la Corte Suprema avala la prohibición, podría allanar el camino para nuevas restricciones al aborto que han sido impulsadas por los sectores conservadores en otros estados. De hecho, la presidenta del Centro para los Derechos Reproductivos, Nancy Northup, advirtió que el caso puede servir para revertir Roe vs Wade y provocar así que “más de 20 estados prohíban el aborto por completo”.
Se espera que el máximo tribunal se pronuncie a partir de octubre.