A partir de este miércoles, y hasta el viernes, se desarrollará en París la segunda y última parte del Foro Generación Igualdad, una reunión mundial convocada por ONU Mujeres y copresidida por los gobiernos de México y Francia, que busca impulsar acciones colectivas para revertir la desigualdad de género en distintas áreas. El encuentro se realiza a 26 años de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, que culminó con la adopción de la conocida Declaración y Plataforma de Acción de Pekín.

La primera instancia del foro tuvo lugar del 29 al 31 de marzo en la Ciudad de México, donde entre otras cosas se formaron seis “coaliciones de acción”. Estas alianzas están centradas en seis ejes temáticos clave para alcanzar la igualdad de género: violencia de género, justicia y derechos económicos, derechos sexuales y reproductivos, acción feminista por la justicia climática, tecnología e innovación para la igualdad de género, y movimientos y liderazgos feministas.

Por los avances que ha impulsado especialmente a nivel normativo, Uruguay lidera la coalición sobre violencia de género, junto con Islandia, Kenia y Reino Unido. El jueves, en el marco de las conclusiones del foro, la vicepresidenta de Uruguay, Beatriz Argimón, presentará los compromisos del gobierno con la problemática.

En México, la representante de Uruguay en la coalición fue la directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Mónica Bottero. La semana pasada, durante un conversatorio virtual que convocó ONU Mujeres Uruguay para hablar sobre las estrategias locales en la previa del foro mundial, la jerarca expuso sobre el trabajo realizado desde marzo y adelantó algunos de los compromisos a los que se referirá Argimón.

En la actividad también participó la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, quien repasó las acciones que implementa la comuna capitalina para apoyar a las mujeres en situación de violencia, y Lucy Garrido, coordinadora del colectivo feminista Cotidiano Mujer, quien aportó la mirada desde la sociedad civil y ahondó en los desafíos vigentes.

“En Uruguay, los retos persisten, y si bien es un país que tiene un marco normativo que aboga por las metas planteadas y que da respuesta a muchas problemáticas que históricamente han discriminado a las mujeres, nos queda mucho camino por recorrer para llegar a una igualdad sustantiva”, aseguró la representante de ONU Mujeres en Uruguay, Magdalena Furtado, durante la apertura. Al mismo tiempo, abogó por poner el foco en una “transformación económica y social que aproveche el capital humano y el talento femenino” y planteó que la participación de las mujeres en los espacios de decisión “debe pasar de ser una excepción a ser una práctica comúnmente aceptada”.

Los embajadores de México y Francia en Uruguay también estuvieron presentes para ratificar el compromiso de sus respectivos países. El representante mexicano, Víctor Manuel Barceló, recordó los avances alcanzados en la primera parte del foro y agradeció al gobierno uruguayo por su liderazgo en la coalición de acción sobre violencia de género. A la vez, dijo que el país fue un “miembro catalizador” del Pacto para las Mujeres, la Paz y la Seguridad y la Acción Humanitaria, diseñado en el marco del evento.

En tanto, el embajador francés, Hugues Moret, recordó que la pandemia profundizó las desigualdades y afirmó que la lucha por la igualdad de género “sigue siendo la gran batalla de nuestro tiempo”. Moret resaltó que la instancia que comienza este miércoles reunirá a organizaciones civiles, representantes de gobiernos e incluso jefas y jefes de Estado, con el objetivo de “definir y aplicar compromisos concretos para profundizar en los derechos de las mujeres y eliminar los obstáculos que impiden” su ejercicio pleno, para “promover una agenda progresista y feminista”.

Los planes nacionales

Bottero dijo que la lucha contra la violencia de género en Uruguay es una “política de Estado” y reconoció el “trabajo construido” en los últimos años, “sobre todo en materia de generación de bases legales” para la erradicación de este problema. Al respecto, aseguró que la Ley 19.580 es un “hito”.

La directora del Inmujeres dijo que, a partir del encuentro de Ciudad de México, el organismo –y, en particular, su División de Violencia Basada en Género– ha trabajado con ONU Mujeres y los países de la coalición para llegar a París “fortalecidos”. En ese sentido, adelantó las líneas generales de los compromisos que presentará Argimón, que a su entender constituyen “la esencia de la planificación quinquenal” del instituto.

El primero tiene que ver “con seguir mejorando” el marco jurídico”, así como “adaptar y aumentar las estrategias basadas en evidencias para la prevención de la violencia de género contra las mujeres”. “Esto significa que vamos a profundizar en la generación y el estudio de datos y en el monitoreo de todas las políticas del Sistema de Respuesta en Violencia Basada en Género”, anunció Bottero. Además, aseguró que Inmujeres aumentará los servicios que se brindan hoy “para que, además, sean accesibles y de calidad”, y ampliará “de manera significativa” el Sistema de Respuesta en el interior del país, con énfasis en la región norte.

Por otra parte, adelantó que se “amplificará” la campaña “Noviazgos libres de violencia”, que el organismo coordina desde 2016 para promover la reflexión sobre la construcción de vínculos afectivos no violentos en adolescentes. Dijo que la idea es “extenderla en un trabajo conjunto con el sistema educativo”.

Otras acciones planificadas son las capacitaciones para organizaciones “autónomas” que aborden situaciones de violencia de género, reforzar el trabajo con varones que ejercieron violencia de género e incluir a todos los varones en la conversación sobre la prevención.

“Esto está acompañado, por supuesto, de un aumento de 20% de nuestro presupuesto para el Sistema de Respuesta que obtuvimos a través del Ministerio de Economía y fue votado por el Parlamento a fin del año pasado”, recalcó Bottero. Y resumió: “La idea es que estos sean puntapiés iniciales para una batería de medidas que serán anunciadas por la vicepresidenta en el foro de París”.

En Montevideo

Cosse, por su parte, habló de las medidas que impulsa la Intendencia de Montevideo (IM) para apoyar a mujeres en situación de violencia de género. La intendenta dijo que el rol de las ciudades durante la pandemia ha sido “relevante” en todo el mundo y que Montevideo está tratando de aportar sus esfuerzos a través del Plan ABC. En este plan, dijo, “además de nuestra política de género, que ya tiene décadas, estamos incorporando algunos elementos sustantivos contra la violencia de género”.

Una de las acciones en esa línea fue el fortalecimiento de las Comuna Mujer, que vieron ampliados los horarios de atención y expandieron su presencia a dos municipios más, con lo que se completó la cobertura a nivel departamental. Además, los servicios incorporaron atención jurídica integral, lo cual implica que además de tener el patrocinio en el ámbito penal, las mujeres también pueden tramitar otras derivaciones relacionadas con la situación de violencia, como la pensión alimenticia, la tenencia de hijas e hijos, las visitas o el divorcio. “Queremos que [las Comuna Mujer] se vayan transformando no sólo en un lugar que recibe, acoge y protege, sino en un lugar de desarrollo de las capacidades de todas las mujeres”, aseguró Cosse.

Adicionalmente, la IM creó un servicio de atención presencial que está disponible los 365 días del año y será complementario a la asistencia de las Comuna Mujer. “Este equipo tiene horarios que no respetan el horario de oficina, porque la violencia de género lamentablemente no lo respeta, y por lo tanto tiene horarios más extensos, hasta la noche. Si reciben una llamada a cualquier hora de la noche, hasta tienen la posibilidad de ir en un taxi y llevar a la persona a realizar la denuncia”, explicó la intendenta.

La jefa del gobierno departamental agregó que, mediante un convenio con la Facultad de Psicología de la Universidad de la República, también se conformará un nuevo servicio especializado en violencia de género y discapacidad, “un fenómeno nuevo para atender a una problemática antigua, que va a mejorar la calidad de nuestra atención y de nuestra lucha por la igualdad atravesando todos los sectores de la sociedad”.

Por último, anunció que hace apenas unos días aprobó un protocolo de actuación ante situaciones de acoso en el transporte público colectivo.

“No retrocedan la historia”

Garrido recordó que estuvo presente en Pekín cuando, 26 años atrás, se aprobó aquella declaración y plataforma de acción que serviría de guía fundamental para muchos países en el mundo. Y si bien dijo que nunca imaginó que estaría hablando de lo mismo un cuarto de siglo después, aseguró que hay “algunas cosas que, de alguna manera, muestran que estamos en el cambio cultural que demandábamos” en aquel entonces.

La movilización feminista en los espacios públicos es uno de los principales reflejos. “Ahora son millones de mujeres de todas las edades que están en la calle en todo el mundo denunciando la discriminación y demandando igualdad de derechos, derechos sexuales y reproductivos, la legalización del aborto, el fin de las brechas salariales, que aquella vieja consigna de ‘a igual trabajo, igual salario’ sea cierta, que las mujeres puedan llegar a los cargos más altos de decisión, que haya paridad”, aseguró.

Sin embargo, la activista dijo que, pese al cambio cultural, las desigualdades estructurales no sólo se mantienen, sino que se agravaron con la crisis sanitaria. En ese sentido, señaló que los sectores de la economía más afectados fueron aquellos en donde trabajaban las mujeres. “Las mujeres éramos más pobres antes de la pandemia y ahora somos más pobres”, enfatizó. A esto se sumó la sobrecarga de los cuidados, ya que “las mujeres, además de trabajar afuera, tuvieron que trabajar en la casa, tuvieron que ser maestras, enfermeras y encargarse de todo en momentos en los que se decía ‘quedate en casa’”.

Esa exhortación a quedarse en casa, agregó, “incluso podía significar más violencia”. En este punto, la representante de Cotidiano Mujer cuestionó que hoy “ni siquiera se sabe qué va a pasar con la ley de violencia de género que nos puso tan adelante del mundo”, ya que “parece que no va a haber presupuesto este año para implementarla”. Hacía referencia al anteproyecto de ley presentado la semana pasada por la Suprema Corte de Justicia para postergar la instalación de tres juzgados especializados en el interior del país.

“El gobierno quiere que a Uruguay le vaya bien y creo que tiene que querer que a las mujeres nos vaya bien, entonces hay signos que se pueden dar”, puntualizó Garrido. Lograr que haya presupuesto para la implementación de la ley de violencia de género o incluir a más mujeres en todos los niveles de gobierno son algunos de los ejemplos que dio.

También se refirió a sectores “fundamentalistas” que “reaccionan un poquito mal, porque no le vienen bien los cambios, porque no quieren perder sus privilegios, por eso combaten la igualdad de género, los proyectos de avances y las ideas en las que podemos convenir muchas personas”. Les habló directamente: “Les recomendaríamos humildemente que pusieran sus fuerzas en lograr no retroceder en las leyes. No retrocedan la historia. Pongan esfuerzos en que a todas las mujeres uruguayas y a todos los hombres uruguayos, a toda esta población, a esta ciudadanía, a este país, le vaya bien, como nos merecemos”. Y sugirió a las autoridades “fortalecer más el diálogo, apoyar a los movimientos de mujeres y a las organizaciones, y finalmente decidirnos a ser ese país que va más para adelante”.