El 20 de agosto, el colectivo Manos Púrpura denunció en sus redes sociales que en el Hospital Escuela del Litoral Galán y Rocha de Paysandú le prohibieron donar sangre a un joven por el “solo hecho de ser homosexual”. El hombre, que integra el colectivo, presentó la denuncia ante la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH) por vulneración de sus derechos.

El Reglamento de Medicina Transfusional, aprobado por el Decreto 81/999 de 1999, disponía la inhabilitación permanente como donantes de sangre a “hombres que hayan tenido relaciones sexuales con otros hombres”. Esta disposición fue revocada y sustituida por el Decreto 337/020, promulgado en diciembre de 2020. Con la nueva norma, la orientación sexual dejó de ser un factor determinante a la hora de considerar a las y los donantes. El texto del decreto explica que “atento al tiempo transcurrido desde la aprobación de la norma” –es decir, 22 años–, “resulta necesaria su adaptación a la época actual, siendo procedente la derogación de disposiciones que pueden resultar discriminatorias o anacrónicas”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece como impedimentos para ser donante de sangre que la persona haya tenido actividades sexuales “de riesgo” en los 12 meses previos y prohíbe de forma permanente la donación de personas que “alguna vez” hayan tenido una prueba positiva de VIH o se hayan inyectado drogas, según señala el organismo internacional en la página web. No hay ninguna disposición que prohíba la donación de hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres ni referida a la orientación sexual de las personas. De todas formas, la OMS aclara que “las directrices nacionales de selección de donantes de sangre tienen más criterios de tipo conductual que pueden variar según el país”.

Los hechos denunciados

El joven concurrió al Hospital Departamental de Paysandú el 19 de agosto a donar sangre para una amiga que se encontraba en una situación delicada de salud. Antes de la extracción de sangre, tuvo que completar dos formularios: uno con consultas “más generales” y otro con preguntas sobre sus “vínculos sexuales”, contó Lucía, integrante de Manos Púrpura, a la diaria.

En el segundo cuestionario, bajo el subtítulo “En el último año ha tenido relaciones sexuales con”, se incluían las opciones: “personas adictas a las drogas”, “parejas que no conoce bien”, “más de dos parejas en el correr del año”, “personas de su mismo sexo”, “parejas que ejercen la prostitución” y “personas que frecuentemente reciben transfusiones de sangre o hemoderivados o se dializan”. Para cada una de las alternativas, había que responder sí o no.

Después de completar ambos formularios, el joven pasó a una instancia de entrevista con una médica. En ese momento, la profesional le comunicó que no podía donar sangre por su orientación sexual, explicó Lucía. Incluso, le planteó “ejemplos de por qué las personas gays no pueden donar sangre”: entre otras cosas, mencionó que “está comprobado que los homosexuales son más propensos a tener enfermedades de transmisión sexual” y comparó a los gays y las lesbianas con “personas que consumen drogas”, circunstancia que les impide ser donantes, contó la integrante del colectivo de Paysandú.

Antes de retirarse del hospital –sin haber podido donar–, el joven presentó sus reclamos en el área de Atención al Usuario del hospital y se puso en contacto con Manos Púrpura. Por la tarde, integrantes del colectivo se comunicaron con autoridades del hospital y acordaron dos reuniones, que tuvieron lugar los días 23 y 30 de agosto, con el propósito de evaluar la situación, discutir el contenido de los formularios para donar sangre y reclamar que el joven pudiera donar.

Casos “desapercibidos”

A raíz de la denuncia pública de Manos Púrpura, el colectivo recibió hasta la semana pasada, a través de su cuenta de Instagram, al menos seis testimonios de varones gays y mujeres lesbianas que atravesaron situaciones similares en Paysandú, pero no efectuaron una denuncia formal. “En este caso, el compañero está en conocimiento de sus derechos, pero hay muchas personas que no saben de este nuevo decreto y son casos que pasan desapercibidos. Les niegan donar y se van sin presentar ningún reclamo”, explicó Lucía.

Una fuente del hospital señaló a la diaria que “debe haber muchos casos más” como este, porque el formulario que se debe completar para donar sangre es elaborado por el Banco de Sangre del Hospital de Paysandú y se aplica en todo el departamento, tanto en centros públicos como privados. No obstante, comentó que también está “instalado en la cultura que, si sos gay o lesbiana, no podés donar sangre” y, por eso, muchas personas directamente no van a hacerlo.

Por su parte, fuentes del Ministerio de Salud Pública (MSP) afirmaron a la diaria que no hay denuncias registradas de violaciones al decreto en la cartera e indicaron que el organismo responsable de recibir estos reclamos es el Servicio Nacional de Sangre (SNS). Sin embargo, ante varias consultas por parte de este medio, desde el organismo optaron por no hacer declaraciones porque no tienen “suficiente información al respecto”. Tampoco aceptaron hablar sobre la elaboración y los contenidos de los formularios de salud que se deben completar antes de donar sangre.

En tanto, la INDDHH recibió una única denuncia desde que se promulgó el decreto en diciembre y corresponde a este caso en Paysandú. El presidente de la INDDHH, Wilder Tyler, dijo a la diaria que no puede otorgar detalles sobre el caso, pero señaló que “el tema está siendo instruido”.

Modificación del formulario

En la primera reunión que mantuvieron con las autoridades del hospital, integrantes de Manos Púrpura contaron lo que había ocurrido y tuvieron acceso a los dos cuestionarios que se entregan a las y los potenciales donantes. Un primer pedido del colectivo fue que se “actualizara” el formulario “a esta época”, al tiempo que exigió el cumplimiento del Decreto 337/020, señaló Lucía.

Otro de los planteos del grupo fue que se realizaran talleres de “capacitación y sensibilización para los funcionarios del área de Hemoterapia y, en el caso de que fuera posible, para todo el hospital”. Además, solicitaron que las autoridades del hospital se disculparan públicamente para que no se repita esta situación y se pueda generar una instancia para informar a la población sobre el nuevo decreto.

En el segundo encuentro, ambas partes participaron en la modificación de los contenidos de los cuestionarios para que “no fuera invasivo ni discriminatorio”, contó Lucía.

En diálogo con la diaria, el director del Hospital de Paysandú, Gustavo Curbelo, sostuvo que cuando empezó a analizar el formulario en esa reunión se encontró con algunas preguntas cuyos objetivos desconoce. “Alguien me dijo que capaz que apuntan al perfil de la conducta de la persona, pero yo creo que los bancos de donación de sangre tienen que estar dotados de la tecnología para permitir un diagnóstico de cualquier tipo de complicación”, señaló.

A modo de ejemplo, el director se refirió a la pregunta número 19 del formulario del SNS, que sostiene “¿En el último año ha mantenido relaciones sexuales que puedan aumentar el riesgo de contraer una enfermedad infecciosa?”, y cuestionó con qué propósito se hace ese planteo a quienes desean donar sangre. Lo mismo sostuvo en relación a la pregunta 26 del formulario que se aplica en Maldonado: “¿Tiene pareja estable? ¿En los últimos 12 meses tuvo usted o su pareja relaciones sexuales con otras personas?”. “No sé si estas preguntas ameritan”, manifestó Curbelo.

En ese sentido, el director dijo que se acordó con el colectivo eliminar la segunda hoja del cuestionario y “aplicar sólo el formulario habilitado por ASSE, que no incluye ninguna pregunta que tenga que ver con la condición sexual de la persona”. Explicó que se trata de un cuestionario con 34 preguntas que involucran cuestiones relacionadas con la sífilis, el sida, los viajes al exterior, la anemia, haber padecido enfermedades, “pero no hay nada que involucre preguntas referentes a la conducta de la persona”.

Desconocimiento del nuevo decreto en el hospital

El director del Hospital de Paysandú dijo que lo ocurrido fue un “error” por aplicar un decreto no vigente, y señaló que las autoridades del centro no tenían conocimiento de la nueva normativa. “La pregunta del formulario –si mantuvo en el último año relaciones con personas del mismo sexo– no es lo importante. El tema es que, en este caso, se le dijo que no a la posibilidad de donar”, expresó.

Sobre el desconocimiento de la reglamentación vigente, Curbelo sostuvo: “Me imagino que llegó alguna comunicación desde el MSP de la modificación del decreto, pero yo no estaba al tanto de que se le había rechazado la donación a alguien por su orientación sexual. Actué en la medida que me encontré con la situación. Creo que los funcionarios del Banco de Sangre no estaban informados, porque se actuó en base a un criterio que ya no estaba vigente”. De todas formas, dijo que el formulario fue elaborado en base a las disposiciones aprobadas por el SNS.

El planteo de las autoridades sobre la ignorancia respecto de la norma llamó la atención de quienes integran Manos Púrpura. “Se quiere de alguna forma desligar el problema haciendo omisión de esto, pero estas omisiones provocan daños directos. Hay mucho prejuicio y discriminación de parte de las personas que tienen que hacer cumplir este tipo de decretos y leyes”, dijo Lucía. En tal sentido, aseguró que la responsabilidad se traslada a la ciudadanía, que tiene que “estar pendiente para que se cumplan nuestros derechos”.

Para el colectivo, esto no sólo ocurre con este decreto. Según dijeron sus representantes, tampoco se respetan las disposiciones de la Ley 17.817 de lucha contra el racismo, la xenofobia y cualquier tipo de discriminación, promulgada en 2004. “Las explicaciones que le dio la doctora al compañero para negarle la donación fueron totalmente discriminatorias”, planteó Lucía.

Convertir lo “negativo en positivo”

Curbelo afirmó que la dirección del hospital aceptó todas las medidas propuestas por el colectivo y resaltó que se logró “corregir algo en lo que demoramos más de 15 años”. Además de modificar el contenido del formulario, las autoridades del hospital participarán junto con integrantes de Manos Púrpura en una conferencia de prensa, el 13 de setiembre, en la que se pondrá en marcha una campaña institucional para informar sobre el Decreto 337/020 y se realizarán talleres de capacitación y sensibilización con “personas especializadas en temas de discriminación y vinculados a la temática”, dirigidos al personal de salud.

Para el director, esta instancia también abrió las puertas a trabajar en conjunto con Manos Púrpura y el equipo del área de Atención al Usuario para “ajustar el tema del trato que reciben las personas en cuanto a su condición sexual, elección de orientación sexual y [la identidad de género de] personas trans”. “Convertimos algo negativo en algo positivo”, concluyó.