Un aumento de los femicidios y de las violaciones sexuales: ese es el balance que dejó el año pasado en uno de los países más inseguros de la región para las mujeres y las disidencias. Del 1º de enero al 31 de diciembre de 2021, México registró un total de 1.004 femicidios, lo cual se traduce en un promedio de 83 asesinatos por razones de género cada mes o casi tres por día. La cifra implica un aumento de 2,6% en comparación con los 978 registrados en 2020, según informó el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Representa el número más alto desde que el país comenzó el registro de estos crímenes, en 2015, cuando se reportaron 427 femicidios.

Organizaciones de la sociedad civil aseguran que las cifras podrían ser incluso más altas, ya que “los estados deciden qué clasifican como femicidios” cuando envían la información al organismo nacional encargado de sistematizarla, explicó la doctora en derecho, abogada y activista Patricia Olamendi a la agencia de noticias Efe. De hecho, un informe previo del Secretariado Ejecutivo aseguraba que 3.462 mujeres mexicanas fueron asesinadas de forma violenta de enero a noviembre de 2021: en ese período, 922 habían sido víctimas de femicidio y 2.540 sufrieron un homicidio doloso.

Por otra parte, en 2021 fueron denunciados 21.189 casos de violación, lo que significa un aumento de 28% respecto del año anterior y también la cifra más alta registrada desde 2015.

Las expertas y los colectivos feministas insisten en el alto grado de impunidad que reina en el país cuando se trata de condenar a responsables de cualquier tipo de violencia de género y denuncian un “abandono” por parte del gobierno. A modo de ejemplo, Olamendi se refirió al caso de Pedro Salmerón, un historiador acusado de haber cometido acoso sexual contra estudiantes del Instituto Tecnológico Autónomo de México, y que la semana pasada fue propuesto por el gobierno como próximo embajador del país en Panamá. Esto suscitó la reacción de activistas feministas y grupos de estudiantes universitarias, que rechazaron el nombramiento con la consigna “Un acosador no debe ser embajador”. “Esto habla del aprecio y el respeto que este gobierno le tiene a las mujeres. Hay un abandono total”, consideró Olamendi.

De hecho, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respaldó a Salmerón en una de sus conferencias matutinas. “Tienen ellas [las mujeres] que presentar las denuncias y acudir al Ministerio Público y con toda la proyección señalar lo que sufrieron, padecieron y la autoridad competente tienen que resolver, pero no juicios sumarios”, dijo el mandatario, consultado por una periodista. Agregó: “No se puede juzgar a nadie sin un proceso legal, sin pruebas [...] Imagínese, lo acaban, lo destruyen, son campañas de linchamiento. Entonces, no. Denuncia. Porque puede haber intereses políticos detrás, los opositores se valen de todo”. Sus declaraciones recordaron a las que lanzó en apoyo al entonces candidato a gobernador de Guerrero, Félix Salgado, que enfrentaba acusaciones de abuso sexual y violación.

El año empezó hace apenas 24 días y ya varios casos brutales de violencia machista han copado los titulares de los medios mexicanos. Entre otros, el doble femicidio de una pareja de lesbianas en Ciudad Juárez, cuyos cuerpos fueron encontrados descuartizados, o el caso de una niña indígena de diez años que fue violada y asesinada en Puebla cuando iba camino a la casa de una vecina adulta mayor para hacerle compañía.