Decenas de mujeres se movilizaron el domingo en la capital de Afganistán, Kabul, contra las restricciones a sus derechos impuestas por el gobierno de los talibanes desde que tomaron el poder. Las manifestantes protestaron contra las barreras impuestas a las mujeres para acceder a la educación y el uso obligatorio del hiyab o el burka en espacios públicos.

Además, las afganas decidieron alzar la voz para repudiar la muerte de Zainab Abdullahi, una joven que fue asesinada el jueves 13 por un grupo de talibanes que dispararon contra su vehículo cuando regresaba a su casa luego de un casamiento. Abdullahi pertenecía a la minoría étnica hazara, una de las comunidades que han sido más atacadas en el país.

“Igualdad y justicia”, “Derechos de las mujeres, derechos humanos”, podía leerse en algunos de los carteles que levantaron en alto las manifestantes frente a la Universidad de Kabul. “¿Por qué asesinaron a Zainab?”, decía otra de las pancartas junto a la que se movilizó una mujer vestida con un burka blanco salpicado con manchas rojas.

“La vida de las mujeres se ha vuelto muy dura en Afganistán. Ante el asesinato de Zainab y las restricciones de los talibanes a las afganas, la única opción es alzar la voz, incluso si esto puede suponer un peligro para nuestras vidas”, dijo Mursal Ayar, una de las organizadoras de la movilización, según informó la agencia de noticias Efe. Asimismo, Ayar denunció que la manifestación fue reprimida de forma violenta por las fuerzas de seguridad, que utilizaron gases lacrimógenos y gas pimienta para dispersar la convocatoria.

Las restricciones a las libertades y derechos de las mujeres afganas habían sido anunciadas a principios de setiembre durante la presentación del nuevo gobierno talibán, que está enteramente integrado por hombres. Entre otras medidas, los talibanes aseguraron que las mujeres afganas están obligadas a usar el burka en la vía pública y tienen prohibido asistir a clases donde haya varones, circular en auto si no están acompañadas por un varón de la familia y ejercer funciones gubernamentales. Además, se ha impedido la transmisión de telenovelas, series o cualquier tipo de programa televisivo que tenga a una mujer como protagonista. También se eliminaron del espacio público todas las publicidades con imágenes de mujeres y las autoridades ordenaron cortar la cabeza de los maniquíes con rostro de mujer.