El aborto fue uno de los temas centrales en las elecciones de mitad de mandato que se celebraron este martes en Estados Unidos. No era un tema prioritario de cara a estos comicios hasta que a fines de junio la Suprema Corte de Justicia derogó el fallo Roe vs Wade y eliminó así el derecho constitucional al aborto en todo el país. La decisión dejó en manos de los estados la potestad de establecer sus propias leyes sobre aborto. Desde entonces, 14 estados lo prohibieron o restringieron.
Este martes, el derecho al aborto estuvo directamente en las papeletas de California, Michigan, Vermont, Kentucky y Montana, ya sea a través de propuestas para modificar las constituciones locales o, en el caso de Montana, mediante un referéndum legislativo. Los resultados confirman que en California, Michigan y Vermont, las y los votantes decidieron consagrar el derecho al aborto en sus respectivas constituciones.
En tanto, Kentucky rechazó una enmienda constitucional que hubiera declarado explícitamente que la Constitución estatal no protege el derecho al aborto. El resultado no revertirá automáticamente la legislación actual de este estado, que prohíbe casi por completo el aborto, pero para organizaciones de defensa de los derechos sexuales y reproductivos es “una victoria significativa” que “podría sentar las bases para futuros avances en el derecho al aborto”, como expresó el Instituto Guttmacher.
Por otro lado, las proyecciones reportadas por The New York Times, con 82% de los votos escrutados, mostraban que en Montana 52,4% rechazó en un referéndum el proyecto de ley “de protección de bebés nacidos vivos”, que establece que los bebés nacidos vivos, incluso después de un aborto, son “personas jurídicas”. La iniciativa también impone sanciones penales para los profesionales de la salud que no adopten “medidas médicamente apropiadas y razonables” para preservar la vida de estos bebés, según informó la cadena CBS News.
Fuera de las papeletas
El respaldo al aborto quedó reflejado también, de alguna manera, en los triunfos de gobernadoras y gobernadores que plantearon su posición pro-choice en campaña. Es el caso de Michigan, donde ganó la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer, que durante su campaña de reelección hizo énfasis en el papel que tuvo para bloquear la aplicación de la ley estatal de 1931 que prohíbe el aborto en casi todos los casos. “La única razón por la que Michigan sigue siendo un estado a favor del aborto es por mi veto y mi demanda judicial”, llegó a decir en un acto en setiembre.
En Wisconsin fue reelecto el gobernador demócrata Tony Evers, que había hecho del aborto un tema central de su campaña. Los republicanos rechazaron los intentos de Evers para enmendar la prohibición del aborto del estado, que data de 1849, e incluir excepciones por violación e incesto. El gobernador convocó en octubre al Congreso local liderado por el Partido Republicano a una sesión especial e instó a los legisladores a actuar sobre el tema. Sin embargo, los republicanos decidieron levantar la sesión en menos de 30 segundos sin tomar medidas.
El aborto fue un tema tan importante en el camino a los comicios que incluso el presidente estadounidense, Joe Biden, lo mencionó en varias ocasiones, en sus llamados a votar y a respaldar las candidaturas demócratas. “Si quieren proteger el derecho de una mujer a elegir, entonces tienen que votar. Por eso estas elecciones son tan importantes”, dijo el mandatario en octubre.
Algunos análisis indican que la necesidad de defender el derecho a abortar movilizó a muchas mujeres hacia las urnas, lo que habría impactado en un aumento de la participación femenina, si se compara con otras elecciones de mitad de mandato.