La Comisión Especial de Derechos Humanos, Equidad y Género del Senado y la Comisión Especial de Equidad y Género de la Cámara de Representantes tienen a estudio desde principios de 2021 dos proyectos que pretenden legislar sobre paridad de género: en la cámara alta uno de la senadora Gloria Rodríguez, del Partido Nacional (PN), y en la cámara baja el que presentó la diputada suplente Fátima Barruta, del Partido Colorado. Los proyectos tienen algunas diferencias pero comparten el espíritu de dar un paso más a partir de la ley de cuotas de 2009, para lo que proponen un sistema de paridad vertical alternada y secuencial, es decir, alternar mujeres y hombres en los lugares en las listas partidarias para todas las instancias electorales.

En diálogo con la diaria, Rodríguez aseguró que “dentro de la coalición existe una firme voluntad de avanzar en este tema”, aunque aclaró que por el momento no se ha “establecido una fecha, porque sería irresponsable hacerlo en una cuestión de tan alta sensibilidad”. También consideró que su iniciativa se puede llegar a unificar con la de Barruta, porque “no es un tema de egos ni de protagonismos”, sino que lo que se persigue “es un derecho de justicia”. En la opinión de Rodríguez, la aprobación de esta iniciativa “es sumamente importante” y dijo que espera que pueda ser aprobada “más allá de obstáculos que se van a presentar”.

La senadora nacionalista reconoció que el tratamiento de este proyecto va a implicar “transitar por un camino muy empedrado”, que atribuyó en buena parte a “la politización que se ha generado hacia el tema mujer, género y feminismo”, cuyo “broche de oro” es “el 8M totalmente politizado”.

Desde filas de la oposición, la senadora Silvia Nane reconoció que “tanto la senadora Rodríguez como la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, son consecuentes en traer este tema arriba de la mesa siempre que les es posible, dentro del contexto del oficialismo” y, por entender que las iniciativas traen modificaciones positivas, adelantó que el Frente Amplio (FA) es proclive a avanzar en su tratamiento. De todas formas, opinó que hay elementos perfectibles; por ejemplo, que los proyectos “no deberían hablar de sexo, sino de género”.

Por otra parte, Nane consideró que para que el proyecto avance se deben superar ciertas “tensiones” en la coalición y, en ese sentido, recordó que el 31 de mayo del año pasado, en la sesión en la que ingresó el proyecto de Rodríguez a la Comisión Especial de Derechos Humanos, Equidad y Género, “hubo cuestionamientos por parte del senador [Jorge] Gandini [del PN], apoyado también por el senador [Guillermo] Domenech [de Cabildo Abierto]”, en el sentido de que “no tendría que haber entrado por esa comisión, sino que, como hace cambios a las estructuras electorales, debió ingresar por la Comisión de Constitución y Legislación”. La legisladora explicó que, si bien en ese momento se planteó que ambas comisiones funcionaran en forma integrada y que “todo el mundo estuvo de acuerdo, lo que no se dio luego fue la voluntad política de generar esa convocatoria”, pese a que “estaban dadas las condiciones para que se hubiera hecho”.

Sin embargo, “la ola que se generó con los proyectos de tenencia compartida tapó esa posibilidad y me parece que eso responde a tensiones que hay dentro del oficialismo”, analizó Nane, y opinó que sería “importantísimo” que se superaran esas diferencias para avanzar en la discusión de la norma. No obstante, dijo que el FA también tiene que mirar hacia adentro: “Yo le reclamo ese debate al oficialismo, porque es mano en todo esto y fueron los que presentaron estos proyectos de ley, pero soy consciente de que si miramos hacia la interna el FA tiene mucho por hacer en ese sentido”, admitió, y puso como ejemplo que hoy sólo cuatro de los 13 senadores que tiene la oposición son mujeres.

En tanto, la senadora colorada Carmen Sanguinetti dijo a la diaria que existe el “compromiso” de trabajar en el proyecto de Rodríguez este año en la comisión, que ella integra. Si bien reconoció que “es un proyecto que genera fuertes resistencias, claramente habemos quienes lo defendemos con mucha convicción” en la coalición. “Yo no creo que haya quien argumente que no sería una buena idea”, opinó la legisladora de Ciudadanos, y argumentó que “es bastante evidente que necesitamos la complementariedad de miradas [de varones y mujeres], porque abordamos los problemas desde lugares diferentes; hay ríos de tinta escritos sobre eso”.

Aunque reafirmaron su postura favorable a la paridad, Sanguinetti y Nane coincidieron en que la legislación por sí sola no es suficiente y que se debe trabajar en políticas públicas que favorezcan la inserción de las mujeres en el ámbito político. “Mientras que la política siga siendo una disciplina pensada y concebida desde una lógica masculina, es muy difícil que haya más mujeres participando”, analizó Sanguinetti, en referencia a temas como “las horas que hay que invertir en esta actividad para llegar a estar lo suficientemente arriba de una lista”, que, a su entender, “responden a una época en la que eran todos tipos, que yo me los imagino fumando pipa, sin tener que llegar a ningún lado, sin tener que ocuparse de qué se comía o no se comía en su casa”.